Desde que en el 2006 cayera enfermo y delegara sus funciones como presidente, Fidel Castro se convirtió más en una figura simbólica, un emblema de la revolución cubana.
El verdadero poder de la isla lo detenta desde entonces Raúl Castro, su hermano menor. Pero a sus 85 años la era de Raúl tampoco durará mucho y él ya anunció que se retirará del cargo a comienzos del 2018.
¿Cómo va a quedar la complicada estructura de gobierno en la isla si Raúl Castro da un paso al costado, o muere antes del plazo autoimpuesto?
Los hermanos Castro se encargaron en todas estas décadas de colocar a su familia y generales allegados en puestos claves para asegurar la continuidad del régimen. Pero ha sido Raúl quien, en años recientes, ha configurado un círculo de poder distinto al que hubiera añorado el propio Fidel.
(Imagen: El Comercio)
Mientras los hijos del comandante en jefe de la revolución no están considerados en los cargos más importantes, la rama de Raúl es la que está cobrando importancia. De sus cuatro hijos –Mariela, Alejandro, Déborah y Nilsa–, es el segundo quien se perfila como su heredero.
Con un doctorado en Relaciones Internacionales, el coronel Alejandro Castro Espín es su consejero personal y tuvo una participación sustantiva en las negociaciones secretas entre el Gobierno Cubano y el de Estados Unidos para retomar las relaciones diplomáticas.
Aunque de manera oficial el Partido Comunista de Cuba es el único heredero de la revolución, Raúl se ha encargado de dar cada vez más protagonismo a su familia.
Y no solo es Alejandro. Mariela es parlamentaria y ha tenido bastante exposición por su defensa de los derechos de los homosexuales, un cambio de discurso con respecto a la persecución que sufrieron los gays durante las primeras décadas del fidelismo.
Su yerno, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, es esposo de su hija Déborah y uno de los hombres más poderosos del país al estar al frente del mayor conglomerado cubano: Gaesa, el Grupo de Administración de Empresas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Una paradoja en un país donde supuestamente la concentración de propiedades está prohibida. Si algún inversionista extranjero pretende hacer negocios en Cuba, el yerno de Raúl es el hombre con el que hay que conversar.
Pero la siguiente generación también está teniendo mucha más presencia. El nieto favorito del presidente, Raúl Guillermo Rodríguez Castro –hijo de Déborah Castro y Rodríguez López-Calleja– se ha convertido en el encargado de la seguridad personal del mandatario. Como dicen los medios cubanos en el exilio, ‘El Cangrejo’, ‘Nieto en Jefe’ o simplemente ‘Raulito’ no tiene un cargo político, pero en la jerarquía castrista su puesto es tanto o más importante que la de un funcionario de alto nivel en el partido.
TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR...
VEA LO ÚLTIMO EN EL MUNDO...