Susan Abad,
Corresponsal en Bogotá
Decenas de periodistas internacionales, entre ellos posiblemente la corresponsal de El Comercio en Colombia, habrían sido espiados en las interceptaciones telefónicas ilegales que realizaron por más de un año un grupo de militares, que tenían como objetivo a los negociadores de paz que el Gobierno desarrolla con las FARC desde noviembre del 2012 en La Habana, Cuba.
La noticia fue revelada por la cadena Univisión que afirma que tuvo acceso a más de 2.600 comunicaciones entre los portavoces de las FARC Hermes Aguilar y Bernardo Salcedo, con periodistas de agencias internacionales y corresponsales.
Según Univisión Los correos incluyen solicitudes de entrevistas e información en general a miembros de las FARC que forman parte de la delegación de las conversaciones de paz en Cuba.
“Ninguno de los correos conocidos por esta cadena contiene comunicaciones de los negociadores. De acuerdo con una fuente militar, la oficina de intercepción podría haber recolectado varios miles de otros correos pertenecientes a varios miembros del alto mando de las FARC”, detalla la cadena de televisión.
“Es preocupante para el tema de la escucha de periodistas, porque pone en riesgo la reserva de la fuente y por ende la libertad de prensa” dijo a El Comercio Simone Bruno, presidente de la Asociación de Prensa Internacional en Colombia.
El pasado lunes, la revista Semana reveló la existencia, en un barrio de Bogotá, de un centro de inteligencia e intercepción de teléfonos, smarthphones, correos electrónicos y Whatsapp. La red de espionaje había sido montada en setiembre del 2012, ocho días después de que el presidente Juan Manuel Santos anunciara el inicio de los diálogos con las FARC y era manejada por un grupo de militares activos a mando de un oficial perteneciente al batallón de Inteligencia Técnica del Ejército.
Santos dijo que estas prácticas ilegales eran “inaceptables desde cualquier punto de vista” y ordenó investigaciones a fondo, sin resultados hasta el momento.