Las evidencias indican que se trató de un ataque planeado que viola abiertamente la tregua anunciada en diciembre por las FARC y que hasta ahora, con varias muertes en enfrentamientos, se había mantenido. Estos son los escenarios que quedan planteados tras la muerte de los once militares en el Cauca.
Es una crisis, pero no se romperá el proceso. Se trata de uno de los momentos más complicados de los diálogos de paz, mucho más en una etapa en la que se han logrado avances nunca antes vistos. La violación del compromiso de diciembre puede llevar a replantear decisiones como la suspensión de bombardeos, pero el proceso se mantendrá porque se pactó negociar en medio de la guerra.
En todos los procesos de paz hay situaciones que ponen en jaque los diálogos. Un punto clave es la claridad que hagan las FARC en La Habana sobre este hecho, en el sentido de si fue una actuación avalada por el Secretariado y el Estado Mayor o una acción inconsulta de los frentes que actúan en el Cauca, que son de los más beligerantes. Si esto fuera así se pone en duda la capacidad de mando de la cúpula de las FARC.
Igualmente, los trágicos hechos tienen dos lecturas. Una primera, más estratégica, podría apuntar a forzar el cese bilateral que esa guerrilla siempre ha pedido porque les daría un respiro en la guerra. Esa opción está descartada.
La segunda, más local, apunta a debilitar la presencia del Estado y su control en una zona donde guerrilla y bandas se dedican abiertamente al narcotráfico.
Fuente: El Tiempo, Colombia / GDA