Caracas, EFE
El gobernante venezolano, Nicolás Maduro, fue elegido el sábado presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en sutistución de su mentor y antecesor, el fallecido Hugo Chávez, aclamado también como "líder eterno y presidente fundador" de la agrupación donde se admite que atraviesa una crisis.
Estas fueron las dos primeras resoluciones adoptadas por los 537 delegados del PSUV que iniciaron el sábado el III Congreso partidista, una semana después de ser elegidos en votación directa por un porcentaje no precisado de los 7,6 millones de personas -un cuarto de la población nacional- que se asegura engrosan las filas del partido.
Este culto a la personalidad de Chávez parece seguir los pasos de la dinastía de los Kim en Corea del Norte, donde, por ejemplo, Kim Il-sung, fundador del país asiático, tiene el título de "Presidente eterno"
"Reconocemos al comandante supremo, Hugo Chávez Frías, como líder eterno y presidente fundador del PSUV en homenaje amoroso de quienes nos sentimos sus hijas e hijos y en reconocimiento a su inmensurable legado para esta y las generaciones futuras", afirmó una de las asistentes, según la agencia oficial AVN.
Maduro pidió en su discurso de rigor en la inauguración nocturna del III Congreso, celebrada en un teatro de Caracas, "debate libre y constructivo, acción creadora y unitaria", y a la par "máxima lealtad y disciplina" con él y su Gobierno, tras criticar a quienes en el PSUV se han convertido en "generales de la división".
"No es tiempo de jugar jueguitos que sirvan como fuerzas disolventes" a quienes "nunca han construido nada en esta vida" y siempre han estado en la retaguardia, pero "cuando les tocó ser generales han sido generales de la división", dijo Maduro sin precisar nombres.
"Hay muchos", añadió el gobernante y nuevo máximo líder del PSUV, que abren "pequeños boquetes a la cohesión de la revolución" y así son aplaudidos por "las galerías de la derecha" donde se apuesta "a que algún día el chavismo se desmembre desde adentro".
El Congreso del PSUV, que se clausurará el próximo jueves, fue antecedido por una sonada controversia en el seno chavista, hecha pública en una carta del exvicepresidente de Planificación Jorge Giordani a la política económica del Gobierno y al mismo Maduro.
Maduro está empeñado en refrescar "áreas vitales" del Ejecutivo a través de un "golpe de timón", según ha dicho, para intentar reducir una inflación anual de más del 60% y acabar con crecientes problemas de abastecimiento de productos de consumo masivo y encarecimiento de los mismos, entre otros problemas nacionales.
En este escenario de crisis nacional y partidista Maduro "no transmite liderazgo", da una "sensación de vacío de poder" y "abre el camino para la reinstalación de mecanismos financieros capitalistas", dijo Giordani en su carta del mes pasado.
Héctor Navarro, también ministro de Chávez en las carteras de Educación y Energía Eléctrica, se solidarizó con Giordani y ello le valió ser suspendido como integrante del comité central del PSUV y pasado al tribunal disciplinario.
El PSUV se creó a principios del 2008 como reemplazo del Movimiento Quinta República que llevó a la presidencia a Chávez en 1999. Desde entonces, ganó todas las elecciones en las que participó y siempre mostró una unidad inquebrantable.