Los empleados son vistos enterrando el ataúd de una persona en el cementerio de Vila Formosa, en las afueras de Sao Paulo. Brasil es uno de los países más golpeados por el coronavirus. (AFP / NELSON ALMEIDA).
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Redacción EC

Sao Paulo. [AFP]. “Es uno atrás de otro. Esto no para”, afirma uno de los sepultureros de , el mayor cementerio de (), vestido con un mono blanco y una máscara de tela cubierta con otra de acetato transparente para protegerse del .

El ruido de palas se mezcla con el de las excavadoras que desde hace semanas remueven tierra frenéticamente para abrir miles de nuevas fosas en este cementerio popular en el estado brasileño con mayor número de víctimas de la pandemia del nuevo coronavirus.

Nuestro promedio era de 30-35 [entierros] diarios; un día fuerte, 45. Actualmente estamos enterrando a 60”, dice James Alan, supervisor de uno de los equipos de sepultureros de este camposanto de 750.000 m2, que alberga los restos de 1,5 millones de personas y que es considerado también uno de los más grandes de América Latina.

Una pared extensa que lo recorre de punta a punta colecciona nombres, fotos, fechas y recuerdos. Pero los sepultureros nunca vieron tanta mortandad, de un tipo además que los implica física y emocionalmente.

“Todo cuidado es poco, no podemos llevar la vida como si fuese normal”, dice Carlos Gomes, encargado del transporte de los cuerpos cuya acta de defunción fue sellada con “D3”, código usado para identificar a los sospechosos o confirmados con COVID-19.

Gomes tiene 22 años y, aunque dice estar sano, se siente preocupado: “Este virus no tiene edad, aquí lo vemos, agarra y se lleva a cualquiera”, afirma mientras se coloca un segundo par de guantes.

Para atender la demanda, el cementerio recibió un refuerzo de empleados. Todos los que tienen contacto directo con los ataúdes deben llevar los monos blancos que contrastan con la tierra rojiza.

Lágrimas, gritos, cantos, oraciones y silencio. Los que fueron etiquetados como D3 no serán velados por sus familiares, que solo pueden asistir rápidamente al entierro, de menos de cinco minutos de duración.

No tienen derecho ni a ropa. Los envuelven en tres sacos en el hospital, la alcaldía trae el cuerpo, nos dan un horario y nos llaman, [trasladan a los difuntos] de cinco en cinco, no tienen derecho a nada”, dice Flavia Dias, que acompañó a una amiga cuyo padre falleció por COVID-19.

Pero algunos, ni compañía tienen. El señor Anízio fue enterrado en menos de dos minutos, sin que nadie apareciera para despedirse. “No ocurre con frecuencia, pero lo estamos empezando a ver”, dice uno de los sepultureros que, máscara al cuello, hace una pausa para fumar un cigarro.

Protesta en Sao Paulo, Brasil, para exigir más ayuda del gobierno del estado durante la pandemia de coronavirus COVID-19. (Foto: AFP/Miguel SCHINCARIOL)
Protesta en Sao Paulo, Brasil, para exigir más ayuda del gobierno del estado durante la pandemia de coronavirus COVID-19. (Foto: AFP/Miguel SCHINCARIOL)
/ MIGUEL SCHINCARIOL

“Esto es real”

Hay neblina en esta mañana de otoño en Sao Paulo. El estado, con 69.859 casos y 5.363 muertos, es el epicentro nacional del coronavirus. La pandemia ya dejó 18.859 muertos y contagió a 291.579 personas en este país de más de 210 millones de habitantes.

Las autoridades regionales y municipales anticiparon un feriado para este miércoles, buscando limitar la circulación de personas, que a pesar de la cuarentena parcial, aún ronda el 50%.

Esas medidas chocan con la prédica del presidente Jair Bolsonaro, que considera que las medidas de cuarentena y distanciamiento social pueden ser remedios peores que la enfermedad, por su impacto económico.

Esto es real, es un virus, se propaga mientras las personas no tomen conciencia de esto, de la importancia de la cuarentena”, se desahoga Alina Da Silva, de 37 años, trabajadora en un laboratorio.

Su padre, de 69 años, con quien convivía, falleció luego de tres semanas internado y de ser sometido a varios tratamientos, incluyendo la cloroquina, cuyo uso en fases iniciales de la enfermedad fue autorizada por el gobierno el miércoles, pese a que sus virtudes no se han demostrado aún clínicamente.

Lo más difícil es no haber podido abrazarlo (...) En mi cumpleaños, el 21 de abril, él haló mi oreja, fue el último contacto [físico] de mi padre”, rompe en sollozos.

Tras enterrar a su cuñado Fuad Said, fallecido a los 61 años, Adriana Dos Santos lamenta: “Creía que era exageración de los periodistas, que era una pelea política, decía ‘eso no existe’, es contra Bolsonaro, pero lamentablemente uno sólo se da cuenta cuando [el virus] llega a casa”.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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