Sao Paulo (EFE)
Los relojes de casi todo Brasil serán adelantados una hora a la medianoche de hoy con el inicio del llamado "horario de verano", con el que se prevé ahorrar unos 278 millones de reales (114,1 millones de dólares) en el gasto energético, un 30,5 % menos que el ahorro de hace un año.
El cambio de horario afectará a los estados de Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná (sur); Sao Paulo, Río de Janeiro, Espíritu Santo y Minas Gerais (sudeste), Mato Grosso y Mato Grosso do Sul (occidente), Goias y al Distrito Federal de Brasilia (centro).
La medida estará en vigor hasta el próximo 22 de febrero, una semana más de la fecha inicialmente propuesta para su final.
El "horario de verano" se aplica desde la década de 1980 y reducirá de tres a dos horas la habitual diferencia de la mayor parte del país con el huso horario del meridiano de Greenwich (GMT).
Las autoridades apuestan por una reducción próxima al 5 % que se logrará en el consumo de energía durante ese período en las horas en que se registran los picos de mayor demanda.
De igual manera, la medida evitará gastos calculados en 4.500 millones de reales (unos 1.848 millones de dólares) en generación y mantenimiento de los sistemas de electricidad, además de la construcción de termoeléctricas que se requeriría manteniendo el horario actual.
El ahorro de agua de las hidroeléctricas, en estos días afectadas por la sequía que viven varias regiones del país, será del 0,4 %, según también los cálculos oficiales.
El horario local para la segunda vuelta electoral del próximo 26 de octubre, en las que se elegirá al presidente de la República y a los gobernadores de catorce estados, se mantendrá entre las 8.00 y 17.00 horas, independiente de la adopción o no de la medida.