Dos aviones de Sky Airline también recibieron amenazas de bomba

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Chile recibió el jueves tres llamadas anónimas donde se aseguraba que tres aviones comerciales portaban bombas en su interior.

De acuerdo a Carabineros, se trata del vuelo de Latam 2369 que partió en Lima y tuvo que ser desviado hasta el aeropuerto de Pisco. El vuelo de Sky Airline 524-proveniente desde Mendoza- recibió una advertencia por explosivo, pero no aterrizó de emergencia porque la llamada de amenaza ocurrió, a las 13.25 hrs., cuando la aeronave ya había aterrizado. Y el vuelo Sky Airline 162 que partió en Santiago con dirección a Calama, fue alertado y tuvo que regresar al aeropuerto de la capital tras el aviso de bomba.

Al aeropuerto de Santiago llegó personal del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) quienes, apoyados de canes detectores de bombas, evacuaron el vuelo que se quedó en el suelo, descartando el aviso. La operación tardó cerca de una hora y quince minutos, informaron desde la policía. 

La misma situación ocurrió en las ciudades de Rosario y Pisco, tras la coordinación con las policías locales. 

"El Ministerio Público ha dispuesto un trabajo investigativo a través del departamento OS-9, quienes están haciendo todas las diligencias para establecer quienes efectuaron estas llamadas; poder identificarlos y ponerlos a disposición de un tribunal porque no es una broma llamar y hacer este tipo de amenazas", afirmó el mayor Diego Rojas, del Departamento Comunicaciones de la institución, agregando que este tipo de llamados no son comunes. 

"La DGAC recibió llamados con amenazas de bombas de tres vuelos. Se hizo la coordinación, y se actuó conforme a protocolo. Dos de estos vuelos fueron desviados al Perú y Argentina y el tercero, que iba con dirección a Calama se devolvió al aeropuerto, donde fue sometido a revisión por el Gope", señaló Carabineros en un comunicado.

Los pasajeros afectados están siendo reubicados, mientras que el Aeropuerto de Santiago funciona con normalidad.

Fuente: "El Mercurio" de Chile, GDA