Un guardia carcelario de Ecuador fue asesinado este martes cuando había terminado su turno y se dirigía a su domicilio, según confirmó el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, la agencia penitenciaria del Estado encargada del control de las cárceles ecuatorianas.
El SNAI señaló en un comunicado que brindará todas las facilidades a las entidades encargadas de las investigaciones para determinar las causas de este asesinato, que se produce en medio del “conflicto armado interno”, declarado por el Gobierno para combatir a las bandas del crimen organizado, a las que ha calificado de grupos “terroristas”.
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El guardia asesinado cumplía sus funciones en la cárcel de Sucumbíos, provincia amazónica fronteriza con Colombia, que no fue parte de la serie de siete prisiones donde la pasada semana se registraron motines de forma simultánea, con alrededor de 200 funcionarios de prisiones tomados como rehenes por los reclusos, que ya fueron liberados, salvo uno que resultó muerto.
El fallecido fue identificado como uno de los guardias del cuerpo de seguridad del SNAI que pereció en circunstancias aún no esclarecidas, aparentemente durante un tiroteo.
Durante el desarrollo de los motines también se registraron al menos tres presos fallecidos mientras que por lo menos otros 87 se fugaron, la mayoría de las cárceles de las ciudades de Esmeraldas y Riobamba, de los que 32 han sido recapturados según las autoridades.
Sin embargo, siguen fugitivos tanto José Adolfo Macías Villamar ‘Fito’, líder de la banda criminal ‘Los Choneros’, como Fabricio Colón Pico, uno de los cabecilla de la banda ‘Los Lobos’ y señalado por la fiscal general, Diana Salazar, de presuntamente planear un atentado contra ella.
Los motines comenzaron el martes de la pasada semana, simultáneamente con una oleada de violencia atribuida a las bandas del crimen organizado, que incluyó el secuestro y asesinato de policías, artefactos explosivos, vehículos incendiados y la toma de un canal de televisión en la ciudad de Guayaquil por parte de un grupo de 13 hombres armados, ahora detenidos.
La espiral de violencia se desató cuando el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se disponía a avanzar con su ‘Plan Fénix’, con el objetivo de recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas dominadas por las bandas del crimen organizado, donde han sido asesinados más de 450 presos desde 2020 en una serie de masacres carcelarias entre grupos rivales.
Esa violencia también se ha trasladado desde hace al menos cuatro años a las calles, hasta hacer de Ecuador uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios que rondó los 45 por cada 100.000 habitantes en 2023, la más alta desde que se tiene registro.
Así, a raíz de estos episodios, Noboa declaró el “conflicto armado interno” en Ecuador para combatir al crimen organizado, a cuyas bandas clasificó como actores beligerantes no estatales y grupos terroristas a ser neutralizados por Policía y Fuerzas Armadas.
Antes de ello ya era frecuente que el crimen organizado asesinara periódicamente a agentes de las fuerzas del orden así como a jueces, fiscales y políticos que buscaban combatir a estas mafias, como sucedió en 2023 con los crímenes del alcalde de Manta, Agustín Intriago, y del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
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