Ecuador: caricaturista Bonil rectificará viñeta sancionada

El caricaturista del diario "El Universo" Xavier Bonilla, que firma como Bonil, aseguró el lunes que está dispuesto a rectificar una caricatura que fue objetada por el gobierno que demandó al dibujante una rectificación y que, además, significó una sanción monetaria al periódico.

El dibujante hizo tal anuncio de la rectificación en una plaza del centro capitalino, sentado junto a la estatua de Don Evaristo, comediante ecuatoriano ya fallecido y que es reconocido como un ícono del humor de los quiteños.

"Esta ley está diseñada para que te corten la cabeza primero y después solicites el pegamento, entonces habrá que rectificar y poner las comillas", aseveró Bonil.

Precisó que "es muy difícil rectificar una caricatura, aquí se reducirá a poner comillas...".

Afirmó que lo sucedido con su dibujo "es la comprobación de lo que considero es un abuso de poder" y que calificó como "un mensaje de amedrentamiento" de parte de las autoridades.

El presidente Rafael Correa, en su tradicional cadena sabatina de radio y televisión, dijo que "lo que hizo Bonil fue una infamia", y lo llamó un "cobarde disfrazado de caricaturista".

La gráfica realizada por Bonil en "El Universo" muestra el allanamiento policial al domicilio del asesor de un legislador de oposición, como parte de una investigación que realiza la fiscalía. Al pie del dibujo, el caricaturistacolocó un texto según el cual la documentación decomisada por la policía eran denuncias de corrupción reunidas por la oposición.

Tras un reclamo de Correa, la Superintendencia de Información y Comunicación (Supercom), inició una investigación "de oficio" y sancionó a Bonil con la rectificación de la caricatura en un plazo máximo de 72 horas. Al diario le aplicó una multa del 2% del promedio de facturación de los últimos tres meses. Aún no se conoce la cifra.

Correa en el 2011 querelló contra tres directivos de diario "El Universo" y uno de sus periodistas por difamación. El juez de la causa los sentenció el pago de 42 millones de dólares, que quedó sin efecto cuando el mandatario decidió perdonar a los acusados.