(Foto: AFP)
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Redacción EC

Otro caso de pederastia destaca en , esta vez se trata de un menor de 8 años que fue repetidas veces abusado sexualmente por el conductor de la movilidad escolar. Este sujeto le contagió el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). 

Llevado con engaños al baño de la escuela ubicada en Guayaquil, el niño fue violado en al menos cinco ocasiones. Por temor, el menor no lo contó a sus padre, ya que su agresor lo amenazó de muerte.

Sin embargo, el VIH empezaba a hacerse presente en el niño. Continuas fiebres y un cuadro de neumonía crónica lo llevaron a un centro médico donde tras varios análisis el virus fue detectado en la sangre del menor. Otro examen más detectó lesiones físicas por abuso sexual.

Ante ello, sus padres lo cambiaron de escuela y el niño empezó un rigurosos tratamiento de retovirales en el área de Infectología de un hospital público de Ecuador.

Al mismo tiempo, los progenitores del  menor empezaron  un dilatado proceso judicial en contra del agresor. Quien tras tres años de haber sido denunciado sigue libre.

La denuncia fue realizada el 16 de julio de 2014 en la Fiscalía de Guayas. Recién el pasado 25 de agosto se realizó una audiencia de llamamiento a juicio.

La justicia ecuatoriana resolvió que el conductor  de la movilidad escolar no fuera detenido y que solo se le dictaran medidas cautelares, como: no acercarse al menor, ni a ligares frecuentados por este, así como la prohibición de salida del país.

“Este señor continuó trabajando en la institución pública. Según los documentos que hemos revisado, el agresor tiene VIH desde el 2008. Esto quiere decir que tal vez no sea el único caso y a lo mejor hay más niños que por temor no han denunciado”, explicó a El Comercio de Ecuador Abdalá Bucaram Pulley, quien desde el 24 de octubre asumió la defensa del caso junto con Pedro Granja y la Federación de Abogados del Ecuador.

Hoy el niño -quien por protección se mantiene en el anonimato- tiene 11 años y  un reto en la vida: sobrevivir. Su defensa pide un proceso más acelerado, ya que su agresor sigue libre y representa una amenaza para la sociedad.

“El abusador tenía acceso total al plantel y se aprovechaba de la confianza de los niños. El pequeño le contó a su padre que era amenazado, le había dicho que si alguien se enteraba atentaría contra su vida y la de su familia. Por eso el niño siempre estuvo callado”, detalla Bucaram.

Por su parte, Pedro Granja dijo en un video compartido en redes sociales que el niño “fue violado en repetidas ocasiones por un funcionario de su escuela fiscal. Han pasado tres años y el violador sigue libre. Pero eso no es todo, además de violarlo le transmitió el virus del sida. El niño está muy mal, está muriendo. El abogado del defensor del pederasta es Eduardo Franco Loor, el mismo abogado que tiene Jorge Glas Espinel”, afirma.

Granja dijo también que el menor “no tenía abogado porque sus padres no tenían ni para comer”. Este sería el caso número 70 qu eel abogado atiende contra un pederasta en Ecuador. "Hace tiempo dije que contra esta gente habría que aplicar un proceso penal de tercera velocidad”, concluyó.

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