El ministro de Economía de Argentina Sergio Massa, un peronista de centro-izquierda, y el líder ultraliberal y antisistema Javier Milei se medirán en una segunda vuelta por la presidencia el próximo 19 de noviembre, según los resultados parciales difundidos este domingo. Massa, un abogado de 51 años y candidato de la coalición Unión por la Patria, obtuvo 36,68 % de los votos frente a Milei, con 29,99 %, según el escrutinio de 99 % de las mesas. La candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, la gran derrotada de la jornada, que sumó apenas un 23,83 %. En los alrededores del comando de campaña de Unión por la Patria se escuchaban trompetas y tambores. Unas dos mil simpatizantes reunidos afuera gritaban “¡Massa presidente!”.
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“Massa hizo muy buena campaña, sobre todo al final. Conectó con la gente y el peronista se dio cuenta que enfrente está el enemigo del pueblo”, dijo a la AFP Jonatan Pagano, un albañil de 36 años.
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Dora Castro, una médica de 69 años, sostuvo que “siempre votar en democracia es una maravilla y queremos seguir viviendo así”.
Massa, la principal figura del gobierno de centro-izquierda argentino, optó por mantenerse en el cargo de ministro con la idea de que “la campaña es la gestión”.
Estas elecciones se vieron marcadas por la irrupción de Milei, quien era el favorito de los sondeos tras sacudir el tablero político de este país inmerso en una crisis económica que parece interminable, con una inflación de casi 140%.
“Estamos preparados para hacer el mejor gobierno de la historia”, declaró Milei al votar este domingo, día en que también cumplió 53 años.
Su llegada al centro electoral se produjo en medio de un tumulto de seguidores que lo aclamaron y le lanzaron flores.
Consolidar la democracia
En un ambiente más sosegado votó Massa en la localidad de Tigre, periferia de Buenos Aires.
“Hoy es un día que nos obliga a trabajar pensando en la consolidación de 40 años de democracia”, dijo a las puertas del centro electoral.
Bullrich, exministra de Seguridad y candidata de la alianza de centro-derecha Juntos por el Cambio, quedó en tercer lugar (23,71%).
Massa y Milei disputarán el balotaje el 19 de noviembre. Para ganar este domingo sin necesidad de una segunda vuelta tenían que obtener 45% de los votos, o 40% y una diferencia de 10 puntos con respecto al segundo colocado.
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Activo en la política apenas desde 2021, cuando fue electo diputado, Milei atrajo especialmente el voto de los jóvenes varones de clase media y baja, según los estudios de opinión, aunque su figura tiene arrastre en todos los sectores de la sociedad.
Esteban Montenegro, un vendedor de 24 años, fue uno de los votantes de Milei. “No es que le tenga toda la confianza del mundo, ni que piense que va a hacer bien todas las cosas, pero es el único que da propuestas”, dijo a la AFP.
Juan Negri, politólogo en la Universidad Torcuato di Tella, apuntó que la sociedad vive “un momento de mucha frustración” y atraviesa un “tiempo de antipolítica”.
Contra el statu quo
Milei plantea dolarizar la economía, “dinamitar” el Banco Central, reducir drásticamente el gasto público, eliminar el Ministerio de la Mujer y derogar la ley del aborto, entre otras propuestas.
Se le oponen en esta elección el ministro de Economía, Sergio Massa, de la coalición Unión por la Patria (peronismo de centro-izquierda), y la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, de la alianza de centro-derecha Juntos por el Cambio.
Pero tras integrar ambos gobiernos que no pudieron revertir el deterioro económico -Bullrich, el de Mauricio Macri (2015-19), y Massa, el de Alberto Fernández (2019-2023)- les cuesta captar nuevos votantes.
Juan Negri, politólogo en la Universidad Torcuato di Tella, apuntó que los votantes de Milei “no son todos ultraderechistas, ni están todos a favor de dolarizar o de eliminar los subsidios. Su adhesión es más una declaración de principios con la que dicen que están hartos de la clase política”.
Tercera economía de América Latina, históricamente la sociedad argentina se ha enorgullecido de su extensa clase media. Pero hace ya más de una década que no crece. En 2018 se comprometió con el Fondo Monetario Internacional a través de un préstamo por 44.000 millones de dólares que le exige una importante reducción del déficit fiscal.
“Este gobierno regala bicicletas, regala heladeras para conseguir el voto de la gente. Nosotros no queremos eso, queremos trabajar y progresar”, cuestionó Carlos Ferreira, militante de 36 años de La Libertad Avanza de Milei.
Además de la presidencia, los argentinos elegirán este domingo la mitad de los escaños a la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Las encuestas prevén que ninguna fuerza retendrá la mayoría parlamentaria.
El nuevo presidente debe asumir el 10 de diciembre por un periodo de cuatro años. En el padrón electoral están registradas 35,8 millones de personas, que podrán sufragar entre las 08H00 (11H00 GMT) y las 18H00 (21H00 GMT).
¿Quiénes son los candidatos favoritos?
Milei, el enemigo del Estado
Economista de ultraderecha y libertario, Milei trabajó en la actividad privada hasta hace dos años. Primero se dio a conocer en la televisión y luego se viralizó en las redes sociales, donde conquistó a los jóvenes con un discurso ‘anti-woke’ novedoso y disruptivo que se lleva por delante la agenda de derechos progresista.
Su cabellera abundante y despeinada, su retórica provocadora contra “la casta” del establishment político completan el personaje que sacude el statu quo.
Milei plantea dolarizar la economía, prohibir el aborto, permitir el porte de armas, reducir drásticamente los impuestos y también el gasto público. Hizo campaña alzando una motosierra encendida para simbolizar los recortes presupuestarios que planea hacer.
Son frecuentes las comparaciones con el expresidente estadounidense Donald Trump y el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, si bien ninguno fue tan lejos como para proponer “dinamitar” el Banco Central, que para Milei es “un mecanismo por el cual los políticos estafan a los argentinos”.
Tras ser elegido diputado en 2021, Milei rifó su salario, en un gesto de desprecio hacia las prebendas de los políticos. Publicó varios libros, pero ha sido acusado de plagiar párrafos enteros.
De 52 años, soltero y sin hijos, el amor por sus mastines ingleses es comidilla entre los argentinos. Consideraba a su fallecido perro Conan como un hijo y el dolor de su pérdida lo llevó a clonarlo en Estados Unidos, de donde le enviaron otros cuatro. Ellos y su hermana Karina conforman, según él mismo dice, su círculo afectivo más inmediato.
Massa, la oferta de unidad
Como ministro de Economía desde 2022, Sergio Massa lucha contra una inflación anualizada de casi 140%, la pérdida de valor de la moneda y el aumento de la pobreza (40%).
Culpa de la crisis la deuda con el FMI contraída por el gobierno anterior, la pandemia y la sequía. Pero su candidatura “se deteriora al ritmo de la economía”, dijo a la AFP Juan Negri, politólogo de la Universidad Torcuato di Tella.
Sin embargo, el abogado de 51 años, siempre dialoguista, apacible y sonriente, cuenta con sus más de 30 años de carrera política: ha basado su campaña en una promesa de unidad, en contraste con la disrupción enfervorizada que representa Milei.
Por esto su candidatura representa para votantes como Valentín Figarra, un estudiante de 20 años, una garantía de estabilidad: “Cuando gobierna el peronismo acá en Argentina la calle está tranquila (...) Los sindicatos son parte de este gobierno, entonces hay como una cierta convivencia”.
Compite como el candidato de Unión por la Patria, una alianza de varios sectores dentro del peronismo, entre ellos el de Cristina Kirchner, la vicepresidenta. Ella y el mandatario Alberto Fernández han estado notoriamente ausentes de la campaña presidencial.
Massa ha hecho y deshecho alianzas políticas. Creó en 2013 el Frente Renovador, un partido de centro como alternativa a Kirchner, a quien había acompañado como jefe de gabinete entre 2008 y 2009.
Hijo de inmigrantes italianos, creció en la periferia de Buenos Aires. Está casado y tiene dos hijos.
Patricia Bullrich, la mano dura
La candidata de la coalición opositora Juntos por el Cambio (derecha) se presenta como la mano dura para un país en crisis. “Es todo o es nada”, dice en sus mensajes publicitarios.
Politizada desde su adolescencia, Bullrich militó en la Juventud Peronista en los turbulentos años 1970, en plena actividad de la guerrilla Montoneros. Milei usó recientemente este dato para acusarla de haber puesto “bombas en jardines de infantes”, un comentario que llevó a la candidata a denunciar penalmente a su rival por calumnia.
La historia de su familia se enlaza con la de Argentina. Su bisabuelo Honorio Pueyrredón fue un destacado dirigente radical (socialdemócrata) y los Bullrich tuvieron la más importante casa de subastas de ganado en Buenos Aires en el siglo XIX. Su cuñado Rodolfo Galimberti fue un importante líder de Montoneros.
Fue ministra de Seguridad en el gobierno de Macri (2015-2019) y ministra de Trabajo en el de Fernando de la Rúa (1999-2001). Presidenta del partido PRO, de licencia por la campaña electoral, ha cultivado una imagen de mujer decidida e intransigente.
Tiene un hijo y su esposo actual es el abogado Guillermo Yanco.