Los bolivianos irán el domingo a las urnas por segunda vez en menos de un año, en medio de un ambiente que no solo sigue igual de polarizado que la última vez, sino que ahora está afectado también por la pandemia. La incertidumbre de muchos ciudadanos por lo que pueda ocurrir tras la jornada electoral se ha traducido en largas colas afuera de gasolineras, mercados, casas de cambio y hasta puertas de Migración.
Durante el estallido social de fines del 2019, surgido tras unas fallidas elecciones anuladas por sospechas de fraude que provocaron la renuncia y huida de Evo Morales, Bolivia quedó sumida en el caos. Los bloqueos de carreteras provocaron desabastecimiento de alimentos y combustible en distintas ciudades, mientras que diversos episodios de violencia dejaron al menos 37 muertos y más de 800 heridos, según la Defensoría del Pueblo.
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- Quiénes son los candidatos favoritos para ganar las elecciones del domingo en Bolivia
- ¿Cómo ha llegado Bolivia a repetir las elecciones en menos de un año?
El conflicto político y social aún causaba estragos cuando el coronavirus llegó al país y obligó a suspender los comicios pendientes en dos ocasiones, lo que alargó la tensión y el descontento en las calles. Por eso, pese a la polarización, muchos bolivianos ven la jornada electoral del domingo como el inicio del final de la crisis, aunque todo parece indicar que será necesario un balotaje para conocer quién será el nuevo presidente.
Según las últimas encuestas, Luis Arce, delfín de Morales y candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), va primero en la intención de voto, seguido del expresidente Carlos Mesa (2003-2005), que postula por la alianza política Comunidad Ciudadana de centro derecha. En tercer lugar está el exlíder cívico Luis Fernando Camacho de Creemos. Los sondeos indican que es posible que haya una segunda vuelta entre Arce y Mesa, figuras que hoy representan la división en el país.
El Comercio conversó con la periodista boliviana Mery Vaca, subdirectora del periódico Página Siete, sobre el panorama previo a los comicios y de cómo se vivirán las que serán las primeras elecciones presidenciales en Sudamérica en medio de la pandemia.
- ¿Cómo está el ambiente en Bolivia a pocos días de los comicios? ¿Qué tan visible es la incertidumbre en la población?
Yo diría que se traduce en dos cosas. Por un lado, hay esperanza porque los bolivianos están deseosos de que toda esta polarización política que los ha mantenido enfrentados desde el año pasado se canalice a través del voto y así se puede encontrar una solución democrática e institucionalizada a la crisis política del país. Pero, por otro lado, también hay angustia e inquietud porque mucha gente cree que si los resultados no son del agrado de algún partido político, estos resultados podrían ser desconocidos y se intentaría denunciar fraude electoral.
#ANHInforma. En la Estación de Servicio San Pedro informa que el #abastecimiento de #GasolinaEspecial es normal. Piden a la población no alarmarse y no hacer filas en los #surtidores. pic.twitter.com/7S6GtdE2tC
— ANH Bolivia (@AnhBolivia) October 15, 2020
- ¿Los partidos han adelantado que eso podría ocurrir?
El MAS ha dicho que no confía en el trabajo del Tribunal Supremo Electoral y cuando se le ha preguntado si es que reconocerán los resultados, ellos han dicho que los van a reconocer siempre que no haya irregularidades ni fraude. Sin embargo, yo diría que este es un Tribunal Supremo Electoral creíble, que ha sido nombrado por pleno consenso de todos los partidos políticos, incluido el MAS, y, por lo tanto, no habría que temer un fraude electoral. Creo que las apreciaciones del MAS no se corresponden con la realidad.
- Hemos visto que conforme se ha ido acercando la fecha de las elecciones, muchas personas han comprado previsiones, principalmente alimentos y combustible. ¿Cuál es el mayor temor?
Sí, es verdad. Eso sobre todo ocurre en La Paz. Desde hace varios días se registran filas de vehículos en los surtidores para conseguir gasolina y llenar los tanques y, por otro lado, la gente está acudiendo con mucha más frecuencia a comprar alimentos a los mercados porque tiene el temor de que algún partido decida no reconocer los resultados de las elecciones y se genere violencia en el país.
Cuando hay violencia la principal zona afectada es la sede del gobierno porque se producen bloqueos alrededor, una especie de cerco a la ciudad, lo que impide sacar combustible de la planta que está ubicada en la ciudad de El Alto y llevar alimentos hacia la ciudad. Es por eso que la gente se pone un poco inquieta en esta circunstancia y recurre a proveerse de alimentos, pero no está faltando nada. No faltan alimentos, ni gasolina, solo que la gente está comprando en demasía en previsión de que algo pudiera pasar después de las elecciones.
El titular del ministerio de Gobierno, Arturo Murillo, lamenta la especulación de combustibles y alimentos. Asegura que no faltará ninguno de estos insumos tras las elecciones nacionales del 18 de octubre. pic.twitter.com/MvxR22oECt
— RTP Bolivia (@rtp_bolivia) October 15, 2020
- ¿Cuál es el mayor reto que tienen los candidatos?
Yo creo que el reto para todos es enfrentar esta situación de crisis, sacar al país de la situación de debacle política, económica y social en la que se encuentra. A diferencia de otros países, nosotros estamos enfrentando una crisis múltiple que no solo es económica, sino que también es política debido a la anulación de las elecciones el año pasado.
Hace falta una reconciliación nacional. En este momento tenemos una confrontación entre los sectores más radicales de la sociedad boliviana y lo que hace falta es reconciliación, encuentro y diálogo. Eso es lo que no se ha podido establecer durante los últimos años y el resultado es el que se está viendo: polarización, violencia, tensión. Por eso es importante que se busque la reconciliación, aunque obviamente cada candidato tiene su plan, su programa, pero yo diría que en líneas generales eso es lo que le toca al próximo presidente.
- ¿Cómo ha afectado la pandemia el desarrollo de estas elecciones? ¿Qué medidas se han tomado?
El voto en Bolivia es obligatorio. Hay medidas de bioseguridad claramente establecidas por el Tribunal Supremo Electoral. La gente tiene que ir a votar con mascarilla, con su propio lapicero, con lentes, tiene que mantener distancia. Se han aumentado los horarios de votación y se ha dividido a los votantes en dos grupos de acuerdo a la terminación del número de carnet, unos votan en la mañana y otros en la tarde.
Este 18 de octubre, para evitar aglomeraciones, se recomienda asistir a votar en horarios establecidos según la terminación de la cédula de identidad. #LaDemocraciaLaHacemosTodos pic.twitter.com/qhJwU8XhYQ
— TSE Bolivia (@TSEBolivia) October 14, 2020
Esas medidas podrían evitar o disminuir las posibilidades de contagio, pero lo que me parece más importante en ese aspecto es lo que ha pasado durante la campaña. Los partidos políticos, sobre todo el MAS, han hecho concentraciones masivas y es probable que las consecuencias de esas concentraciones se vayan a ver en un rebrote en las próximas semanas.
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