Petro, ‘Fico’ o Hernández: Colombia se enfrenta a unas elecciones históricas y complejas

Todo, en medio de una situación económica cada vez más complicada, además de una crisis derivada de la pandemia y de las violentas protestas sociales del 2021 que dejaron decenas de muertos, pero no varió en casi nada la postura del impopular presidente Iván Duque, el delfín de Álvaro Uribe.

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Hasta hace una semana, el plazo límite para realizar encuestas, Petro lideraba las preferencias con unos diez puntos de diferencia sobre Federico ‘Fico’ Gutiérrez, el candidato de la centroderecha, pero con Hernández pisándole los talones, convirtiéndose en la sorpresa de la campaña.

Petro, que es senador y fue alcalde de Bogotá, además de pasar por varios cargos públicos en las últimas décadas, carga aún la mochila de su pasado como guerrillero, en un país que ha soportado una sangrienta guerra interna desde hace medio siglo. Los acuerdos de paz suscritos bajo el gobierno de Juan Manuel Santos no trajeron la paz anunciada, y ahora Colombia sigue envuelta en violencia gracias a las bandas criminales, el narcotráfico, las disidencias de las FARC y el ELN, que sigue activo.

Gutiérrez, por su parte, arrastra el fantasma del uribismo, además del apoyo que ha estado recibiendo del presidente Duque, pese a que él no se cansa de repetir que se maneja solo. Por más que ha intentado despercudirse de ambos y de la carga negativa que suponen, ‘Fico’ representa -a pesar de varias propuestas sociales y económicas interesantes- a esa derecha que ha detentado el poder en los últimos años.

Y eso podría peligrar su paso a la segunda vuelta ante la arremetida de un candidato inesperado: el populista Rodolfo Hernández, el exalcalde de Bucaramanga que enarbola la bandera de la corrupción y que no tiene pelos en la lengua para decir que todos los políticos han sido simplemente ladrones, un discurso que ha calado significativamente en los votantes.

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Elecciones históricas

Pese a la incertidumbre por el segundo lugar, lo que es casi un hecho es que Petro obtendrá el primer lugar este domingo.

“En los últimos 200 años ha habido muy pocos gobiernos con cortes de centroizquierda, yo diría que en los últimos 30 años solo ha habido dos: el de Ernesto Samper y Juan Manuel Santos. Entonces, esta es la primera oportunidad real de la izquierda de llegar al poder”, comenta a este Diario desde Bogotá la analista senior de la consultora Control Risks, Silvana Amaya.

Aunque es probable que se realice una segunda vuelta, la expectativa sobre lo que podría pasar después de las elecciones está al tope, tanto para los que exigen un cambio en la dirección del país, como para los que temen esa vuelta de timón.

“Los colombianos están muy insatisfechos y piden un cambio. Hay un sentimiento muy fuerte de querer cambiar el statu quo, sobre todo teniendo en cuenta las protestas tan fuertes que hubo en Colombia en el 2019 y 2021″, agrega.

Al mismo tiempo, “la visión económica que tiene Petro es muy disruptiva”. Una de sus propuestas más complejas es frenar nuevas exploraciones en petróleo y minería para dejar que la economía de Colombia sea dependiente del carbón y el oro negro. No por gusto en su plancha presidencial está Francia Márquez, una reconocida activista ambiental.

“Colombia es un país petrolero. Entonces, pensar en este cambio del enfoque económico resulta muy preocupante porque no está muy claro con qué se va a reemplazar”, añade la analista.

“Hay varios Petro”, comenta por su parte el analista colombiano Iván Garzón Vallejo, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Chile. “No tiene la moderación de Boric o el carisma de Lula, sí tiene cierto delirio refundacional de López Obrador y cierto desparpajo, aunque con mejor retórica, que Castillo. Y hay diferentes Petro, porque yo creo que al verse tan cerca del poder se le ha subido el ánimo refundacional, sobre todo en propuestas económicas; además de esa actitud revanchista que él no oculta frente a las élites económicas y políticas de la derecha”, señala.

Se calcula que las propuestas de Petro -que para algunos también rallan en el populismo- podrían significar un gasto adicional de 15 mil millones de dólares para su financiación, lo cual no es poca cosa para un país cuyo déficit sigue subiendo y que está viviendo una inflación inédita.

Y este ánimo revanchista se ve en la injerencia que ha tenido el presidente Duque -aunque sin éxito- en el proceso electoral, algo que más bien ha tenido un efecto búmeran en la candidatura de Gutiérrez. “El gobierno de Duque pasará con un gobierno entre paréntesis en la historia de Colombia”, refiere Garzón Vallejo.

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La implosión del centro

Un detalle no menor en estas elecciones ha sido la manera en que la postura de centro se diluyó en la campaña. La candidatura de Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín como Gutiérrez, no caló en un país políticamente polarizado y con hambre de reformas. Por más que se presentó como la alternativa a Petro y Gutiérrez, el descontento hacia ambas posturas lo capturó Rodolfo Hernández con su discurso claro y directo y de crítica sin piedad a los políticos tradicionales.

“En las elecciones pasadas, Fajardo estuvo a solo 200 mil votos de pasar a segunda vuelta. Pero el centro se mostró muy fragmentado, implosionó y se dispersó, y hoy se ve como una candidatura más bien testimonial”, añade Garzón Vallejo. Ciertamente, apenas supera el 5% de intención de voto en las últimas encuestas.

Y como ya lo han ido demostrando las sucesivas elecciones en América Latina, el centro se ha vuelto una opción poco atractiva.

Así, con el centro en su mínima expresión, queda ver si los colombianos optan por el cambio que les propone Petro, con todos los interrogantes que representa; la incertidumbre populista de Hernández o el continuismo edulcorado de Gutiérrez.