Inseguridad, narcotráfico y crisis económica: así llega Ecuador a las elecciones anticipadas

El asesinato del candidato Fernando Villavicencio marcó un antes y un después no solo en la campaña electoral, sino también en la exigencia de los ciudadanos para que se enfrente con eficacia y se detenga de una vez la ola de violencia.

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En las calles de Quito, el crimen ocurrido el 9 de agosto sigue siendo un tema de conversación muy actual.

Unos días antes del asesinato de Villavicencio, el alcalde de Manta, Agustín Intriago, fue ultimado por sicarios.

El miedo a la criminalidad también está llevando a la autocensura, como es el caso de un analista político que se abstuvo de declarar para este diario sobre la coyuntura política y de seguridad en Ecuador aduciendo que temía por su integridad física.

El crimen organizado y el narcotráfico golpean especialmente en la costa, en ciudades como Guayaquil, Durán y Esmeraldas.

La guerra entre bandas de sicarios por la supremacía en el negocio del narcotráfico, controlado principalmente por cárteles mexicanos, ha elevado la tasa de homicidios hasta los 25 por cada 100.000 habitantes, uno de los más altos de Sudamérica.

Pero no solo las mafias mexicanas Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación están entre los principales generadores de la violencia. Según las autoridades ecuatorianas, en el país tienen presencia el colombiano Cártel del Pacífico y la mafia albanesa.

De acuerdo con Insight Crime, Ecuador tiene una ubicación estratégica para el tráfico de cocaína. Y con el boom de la producción del alcaloide en Colombia y los cambios en los patrones globales de consumo, el país ha crecido en importancia para mercados tradicionales, como Estados Unidos, y mercados emergentes en Europa y Asia.

Los datos de incautación de cocaína confirman esta situación. En el 2015, las autoridades ecuatorianas incautaron 63 toneladas de cocaína. En los dos años siguientes, se decomisaron más de 80 toneladas por año. En el 2018, a raíz del Proceso de Paz en Colombia, solo se confiscaron 35 toneladas. Pero en el 2019 los decomisos volvieron a crecer, y en 2021 el país batió un récord con el decomiso de 210 toneladas de cocaína. En el 2022 registró decomisos por casi 180 toneladas de cocaína, detalla Insight Crime.

El problema no solo está en las calles, las cárceles en Ecuador están dominadas por las mismas bandas que se matan a diario.

Desde el 2021 hubo once masacres prisiones en Ecuador que han dejado más de 400 muertos, la mayoría en Guayaquil.

La violencia ha llevado a muchos ciudadanos con poder adquisitivo a extremar sus propias medidas de seguridad, ya sea blindando sus carros o comprando chalecos antibalas.

Un carro puede ser blindado por 20.000 dólares, mientras que por chaleco antibalas y casco se puede pagar 280 dólares.

De acuerdo con el portal Primicias, solo en Guayaquil hay 16 empresas dedicadas al blindaje de carros.

En mayo de este año, Primicias calculó, basado en datos de las empresas, que unos 20.000 vehículos blindados circulan en Guayaquil, mientras que a escala nacional hay unos 50.000.

Ahora, los 8 candidatos que compiten por la Presidencia cerraron sus campañas con la promesa de luchar contra la inseguridad.

A decir de los analistas locales, una de las consecuencias de la ola de criminalidad es la crisis económica que vive el país.

El Banco Central de Ecuador redujo su expectativa de crecimiento para este 2023 de 3,1% a un 2,6%.

Según el instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en diciembre 2022 la pobreza estaba en 25,2% y la pobreza extrema en el 8,2%.

Además, el 70% de la población económicamente activa está desempleada o tiene un empleo informalidad.

La Unicef ubica a Ecuador como el segundo país de América Latina y el Caribe con mayor incidencia de desnutrición crónica infantil con el 27,2%.

Según datos del Banco Mundial, la inversión extranjera directa como porcentaje del Producto Bruto Interno llega solo al 1% de media en los últimos 20 años, apenas 890 millones de dólares, muy por debajo de otros países de la región.

Ecuador también experimenta una reducción de los ingresos producto de la venda del petróleo. Según el Ministerio de Finanzas, las arcas públicas recibieron entre enero y julio 991 millones dólares del petróleo, frente a los 2.307 millones del mismo período del 2022.

Y en este contexto de caída en los ingresos producto del crudo, este domingo los ecuatorianos también deberán responder a una consulta sobre explotación de petróleo en la selva del Yasuní, que es una reserva amazónica.

“¿Está usted de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43 indefinidamente en el subsuelo?”, es la pregunta que deberán responder los electores.

La explotación petrolera en el Yasuní se inició hace 10 años, cuando Rafael Correa era presidente. En el área explotada hay 230 pozos que producen 57.000 barriles de petróleo diarios. El año pasado generaron una utilidad neta de 1.200 millones de dólares.

¿Cuál es el reto para el próximo presidente? El analista político y director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo Mauricio Salvador-Alarcón le dijo a El Comercio que para reactivar la economía, las condiciones del país pesan mucho. Agregó que con seguridad jurídica y con seguridad física es posible que se vuelva a tener algún incentivo para que llegue inversión extranjera y la nacional, y poder así reactivar sectores económicos que están parados.