La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció el domingo a su cargo en medio de una grave crisis política disparada por las acusaciones de fraude que sufrió tras ser reelecto en los comicios de octubre.
Como el vicepresidente Álvaro García Linera también dimitió, las normas bolivianas indican que la presidenta del Senado, la oficialista Adriana Salvatierra, sería la nueva presidenta provisional.
Sin embargo, Salvatierra anunció que también renunciaría al cargo, por lo que sería el turno de la senadora Jeanine Añez, quien confirmó ante la televisión boliviana que está dispuesta a asumir la presidencia.
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“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios del 20 de octubre.
Morales dijo que con su renuncia se consuma “el golpe de Estado que hemos venido denunciando desde el 21 de octubre”, un día después de los polémicos comicios, “con el ataque” a la sedes del Tribunal Electoral.
Inmediatamente después del anuncio, las calles de La Paz se convirtieron en un carnaval, con el estallido de petardos y miles de manifestantes ondeando banderas tricolores bolivianas (rojo, amarillo y verde).
“Estoy renunciando, enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa”, afirmó Morales en su mensaje televisivo.
El mandatario, que asumió el poder en 2006, había ganado las elecciones del 20 de octubre. Sin embargo, una inexplicable pausa en el conteo de votos de casi un día, provocó acusaciones de fraude y generó protestas de la oposición, huelgas y bloqueos de carreteras.
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La renuncia, anunciada por televisión, se produjo horas después de que el líder indigenista llamara a nuevas elecciones, presionado por un informe difundido en la madrugada del domingo por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el que señalaba que había encontrado “irregularidades” en los comicios de octubre.
Morales llegó en la tarde a bordo del avión presidencial al aeropuerto de Chimoré, en el centro del país, acompañado del vicepresidente Álvaro García Linera, quien también renunció a su cargo y a la presidencia del Congreso.
En las redes sociales se especula que Morales viajaría al exterior, muchos dicen que a Argentina.
En Chimoré Morales ganó notoriedad a finales de la década de 1980 como combativo líder de los productores de hoja de coca, un cultivo tradicional.
Morales, de 60 años y en el poder desde 2006, había ganado la reelección en las cuestionadas elecciones de octubre, pero la misión de auditoría de la OEA detectó numerosas irregularidades, en un informe divulgado este domingo.
En las horas siguientes, Morales perdió el apoyo de las Fuerzas Armadas y de la Policía, mientras miles de personas exigían su renuncia en las calles.
“El golpe de Estado se ha consumado”, dijo el vicepresidente Álvaro García Linera, sentado al lado de Morales, quien también anunció su dimisión.
Las Fuerzas Armadas de Bolivia y la Policía Boliviana pidieron este domingo al presidente Evo Morales que renuncie a su cargo para pacificar al país, sumido en una crisis política y social desde las elecciones generales del pasado 20 de octubre.
El comandante en jefe de la institución castrense, Williams Kaliman, y el comandante de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, leyeron por separado sendos comunicados, sugiriendo el primero y pidiendo el segundo la renuncia de Morales.
Kaliman leyó un comunicado en las oficinas del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas en la zona sur de La Paz en el que la institución se pronunció “ante la escalada de conflicto que atraviesa el país, velando por la vida, la seguridad de la población, la garantía del imperio de la Constitución”.
“Luego de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia”, indica la nota.
Los militares también pidieron “al pueblo boliviano y sectores movilizados deponer las actitudes de violencia, desorden entre hermanos, para no manchar con sangre, dolor y luto a nuestras familias”.
En un video difundido por la Policía Boliviana, Calderón también leyó un comunicado en el que expresó que la institución se suma “al pedido del pueblo boliviano de sugerir al señor presidente Evo Morales presente su renuncia para pacificar al pueblo de Bolivia en estos duros momentos que atraviesa nuestra nación”.
El jefe policial dio este mensaje "al pueblo de Bolivia" y a sus "camaradas que están movilizados" desde el sábado en la unidad antimotines cerca de la plaza Murillo, sede de los palacios de Gobierno y Legislativo.
Horas antes de pronunciarse en este sentido, los militares anunciaron operaciones aéreas y terrestres contra grupos armados, tras producirse varios ataques a caravanas de autobuses con detractores del presidente Morales.
Por su parte, el comandante de la Policía anunció que acompañarán las acciones de la Fiscalía General del Estado en el anunciado procesamiento de los miembros del Tribunal Supremo Electoral por “presuntos hechos irregulares” en las elecciones.
El Ministerio Público advirtió en un comunicado de que las irregularidades “muy graves” detectadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) en la auditoría al proceso electoral boliviano pueden conllevar “ilícitos penales y electorales vinculados al cómputo de los resultados oficiales”.
La OEA emitió a primera hora del día un informe que advierte de serias de irregularidades en el cómputo de resultados de los comicios, tras los que el órgano electoral dio vencedor a Morales para un cuarto mandato consecutivo.
El presidente comunicó posteriormente, aunque sin citar el reporte del organismo internacional, que habrá nuevas elecciones en aras de “pacificar” el país, inmerso en una grave crisis desde que al día después de la votación comenzaran las sospechas de fraude.
Al menos tres personas han fallecido y 421 han resultado heridas desde entonces en enfrentamientos ente partidarios y detractores del mandatario, según datos de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
Fuente: EFE / Reuters