Desde que renunció al poder y salió de su país, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha tuiteado con prisa y sin pausa. Por eso, no es sorprendente que poco después de aterrizar el jueves en el aeropuerto de Ezeiza, en Argentina, el líder indígena lanzara una pregunta fundamental: “¿Puedo usar el Twitter?”.
Morales realizó la interrogante al jefe de gabinete de la Cancillería argentina, Guillermo Justo Chaves, en una sala reservada del aeropuerto. El funcionario argentino, siguiendo las órdenes del canciller Felipe Solá, asintió, pero le pidió al exmandatario que no hiciera apariciones públicas hasta que no se reuniera con el presidente Alberto Fernández, reveló el diario “La Nación”.
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Morales lanzó sus primeros tuits en Argentina el mismo jueves. En ellos agradeció a México “por salvarme la vida y por cobijarme” durante el mes que pasó ahí y comunicó su arribo a Argentina "para seguir luchando por los más humildes y para unir a la Patria Grande”.
El exmandatario continuó tuiteando este viernes, aunque esta vez lanzó fuertes mensajes sobre la situación política de Bolivia.
“El gobierno de facto de Añez, Camacho y Mesa pretende volver al pasado. Hablan de privatizar y entregar nuestras empresas estratégicas a las transnacionales. Están preparando el retorno del FMI. El pueblo boliviano junto al #ProcesoDeCambio luchó por recuperar nuestros RRNN”, fue uno de los primeros tuits.
“Algunos comandantes de las FFAA que juraron ante mí la defensa de la Patria y la Constitución, hoy condecoran a golpistas que masacraron a los humildes en Sacaba, Senkata y otros lugares de Bolivia, con pretexto de recuperar la democracia. Felizmente no son todos los militares”, escribió por la tarde.
Nada de eso estaría fuera de lo normal si no fuera porque el gobierno de Argentina le pidió expresamente a Morales que se comprometiera a no hacer declaraciones políticas en el país.
Morales llegó el jueves a Buenos Aires, donde pidió ser acogido como refugiado y no como asilado político. ¿Cuál es la diferencia? Para empezar, el asilo político es otorgado por los gobiernos a individuos de otros países para proteger su integridad física y no es necesario que justifiquen su decisión. En el caso de los refugiados se considera un estatuto más amplio, tiene carácter humanitario y se deben argumentar las razones para otorgar esa condición que le dará al beneficiario mayores derechos, pero también más obligaciones.
Según explica “La Nación”, la Ley General De Reconocimiento y Protección al Refugiado (Ley 26.165) indica en su artículo 16 que “todo refugiado que se encuentra en el país tiene la obligación de respetar la Constitución Nacional, las leyes y los reglamentos vigentes, así como las medidas que se adopten para el mantenimiento del orden público”.
El nuevo canciller argentino, Felipe Solá, dijo el jueves que Morales será “libre de moverse” durante su estancia en Argentina y defendió la situación de refugio al considerar que el Gobierno “de facto” de Jeanine Áñez -al que Alberto Fernández no reconoce- “no le da las condiciones necesarias” para su vuelta al país.
Sin embargo, Solá advirtió que el Ejecutivo argentino no quiere que Morales -que fue nombrado por su formación política, el Movimiento al Socialismo, jefe de campaña para las nuevas elecciones en el país para el 2020- ni el resto del equipo que lo acompaña “usen” a Argentina para hacer política y hagan “declaraciones públicas” de campaña.
“El reglamento exige una serie de pautas, como dejar asentado dónde va a fijar domicilio. Además, queremos de Evo el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina. Es una condición que le pedimos nosotros. El grado de libertad es una cosa, y el grado de compromiso político es otra”, afirmó el jueves el ministro de RR.EE. Solá.
“Es un compromiso político, no lo dice la ley”, enfatizó.