El secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) emitió hoy una histórica e insólita condena por el atentado cometido por una de sus unidades el 16 de enero en el suroeste del país y anunció "correctivos disciplinarios" para los autores del ataque.
En un inesperado comunicado redactado en las Montañas de Colombia, los máximos jefes del grupo terrorista expresaron su "repudio" por un ataque contra la población civil, que dejó un muerto y más de cincuenta heridos en Pradera, departamento del Valle del Cauca.
Aunque la cúpula rebelde defendió que los autores "jamás tuvieron la intención de ocasionar algún daño a la población civil", también aclaró que esta circunstancia "no excluye su responsabilidad por la falta de previsión de los efectos contra ella".
El 16 de enero, un día después del fin de la tregua unilateral declarada por las FARC con motivo de las fechas navideñas, una de las unidades del grupo terrorista hizo estallar una moto con explosivos el centro de Pradera.
La declaración hecha por hoy por los insurgentes supone un giro en su estrategia militar, ya que nunca habían hecho tan explícito el rechazo a que la población civil se vea afectada en sus ataques, tal y como lo pide el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
"Así no se hace la guerra, esa no es la filosofía ni la orientación política o militar que nos caracteriza", agregaron los jefes de las FARC.
Correctivos disciplinarios
El Secretariado también ha anunciado "correctivos disciplinarios" para el mando de una de las unidades que componen el Bloque Móvil Arturo Ruiz, los autores del ataque.
Los únicos precedentes que existen en los que el grupo terrorista asumió el error de sus actos fue en 1998, con el asesinato de tres indigenistas estadounidenses, y en el 2007, con la muerte de once diputados regionales del Valle del Cauca secuestrados.
El experto en conflicto armado Ariel Ávila explicó que la condena pública efectuada hoy se enmarca dentro del proceso negociador que las FARC y el Gobierno discuten desde noviembre del 2012 en La Habana. "Necesitan dar confianza, por esto lo hacen", matizó.
La condena fue recibida con cautela por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que en su momento consideró una "infinita torpeza" el atentado rebelde y que hoy "valoró" el paso efectuado.
En el otro extremo se ubicó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien suele efectuar el papel más duro del Ejecutivo en contra de las FARC. "El reconocimiento de actos de terrorismo es una acto de cinismo y sinvergüencería", manifestó.