La recta final de las elecciones presidenciales en Ecuador se ha convertido en días de consternación e incertidumbre tras el asesinato del candidato Fernando Villavicencio. El remezón ha sido especialmente duro para el entorno y el equipo de campaña del exdiputado y periodista, quien había advertido que era amenazado por su discurso contra el crimen organizado y la corrupción.
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“Fernando era, como decimos nosotros, mi pana. Yo lo conocía de mucho antes, entonces es también una pérdida personal horrorosa en este infierno de violencia”, dice a El Comercio Andrea González Nader, compañera de fórmula de Villavicencio por el movimiento “Construye”.
Aunque poco después del crimen, ocurrido el miércoles 9, se anunció que ella sería la nueva candidata a la presidencia, finalmente ese lugar lo tomó el periodista Christian Zurita, cuya postulación está a la espera de ser confirmada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, a quien González Nader acusa de ser un obstáculo para la participación de su proyecto en las elecciones de este domingo 20.
—Usted iba a asumir la candidatura presidencial, pero un impedimento legal hizo que mantuviera su postulación a vicepresidenta. ¿Cómo fue ese proceso para usted?
Después del asesinato de Fernando, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador no se pronunció en ningún sentido ni nos contactó. Tuvimos que emitir una misiva con varias preguntas, que fue ingresada, incluso yo tuve que escribir una carta a organismos internacionales que velan por la democracia para que presionaran al CNE a fin de que nos respondan esa carta en la que preguntábamos qué se podía hacer, si ciertas alternativas eran pertinentes. O sea, todas las directrices para continuar el luto, pero respetando la memoria de Fernando, cuya propuesta está en la papeleta y quiere participar. Los representantes del CNE no se pronunciaron y, más bien, dieron una entrevista en un canal en la que dijeron que mi candidatura como presidenta no procedía porque la postulación era irrenunciable, es decir, que yo no podía renunciar a mi candidatura de vicepresidencia para reemplazar a Fernando.
—¿Cómo tomó usted esta decisión?
Muchos juristas nacionales indicaron la falta de promoción de los derechos como tal, porque la Constitución dice “podrá reemplazar”, lo cual deja abierta la candidatura para que si Fernando en su defecto ganara, pues la persona que estuviera en su lugar fuera yo, lo cual también está en la Constitución, porque básicamente en la Carta Magna de Ecuador la única función de la vicepresidencia es reemplazar de manera permanente o temporal y asumir aquellas tareas que el mandatario le delegue. En el caso de Fernando, él repitió muchas veces en campaña que él a mí no me iba a delegar nada, sino que yo iba cogobernar con él. Éramos muy amigos y nos habíamos dividido esta labor de recuperar el país en muchos sentidos.
—¿Cuál es su principal crítica al ente electoral? ¿Cómo está siendo su accionar?
El CNE básicamente se ha vuelto un obstáculo para que nosotros participemos, incluso el domingo último, que fue el día del debate, no se nos permitió entrar ni siquiera como oyentes, pese a que Christian [Zurita] ya había entregado formalmente sus papeles en el CNE para que sea él el candidato. Y repito, la negación a mi candidatura se anunció en los medios, ni siquiera nos dieron una contestación formal a la carta emitida a 48 horas del asesinato de Fernando. Entonces estamos empezando a temer que este proceso no se realice con la paz y la democracia que se necesitan, porque el CNE no es un organismo en el cual los ecuatorianos confían.
"Estamos empezando a temer que este proceso no se realice con la paz y la democracia que se necesitan".
—Aún está pendiente que la candidatura del señor Zurita sea validada por las autoridades electorales. ¿Qué tiene que ocurrir para que la candidatura del movimiento “Construye” llegue a buen término?
En este momento estamos esperando que venzan las 48 horas de procesos de impugnación posibles. Se entiende que hay 48 horas para que cualquier otro candidato impugne la candidatura de Christian Zurita, lo cual espero que, por el bien de la democracia de este país, no ocurra. De los candidatos a presidente, cuatro nos presentaron sus condolencias, se portaron como personas en búsqueda de la paz, incluso con ellos firmé un acuerdo de gobernanza para que se respete la decisión del pueblo, sea quien sea el que gane, y hagamos un esfuerzo porque haya gobernanza. Pero definitivamente no creo que los otros dos candidatos que claramente no han demostrado ser parte de la protección de este proceso democrático vayan a impugnar.
—¿Hay algún riesgo de que su agrupación no participe en las elecciones de este domingo?
Ninguno. Ya los papeles y los requisitos que necesitaba Christian para ser candidato oficialmente se han presentado en el CNE. Lo hicimos a tiempo, pese a que no recibimos ayuda y ahora estamos dentro de las 48 horas antes del cierre de campaña que sería el jueves 17. El CNE ha dicho en entrevistas que tenemos hasta el sábado para poder inscribirnos, lo que es un golpe durísimo al proceso electoral cuando tenemos un país en zozobra, un país que necesita directrices y ver orden. Si ya el asesinato de Fernando es algo impactante y que conmueve profundamente a la democracia de la región, la forma en que se está comportando el CNE en Ecuador está convirtiendo la situación en algo inmanejable.
—¿Cómo ha marcado la figura del señor Villavicencio y su terrible asesinato esta elección?
Fernando fue un candidato que siempre desafió abiertamente a las mafias, al crimen organizado y a los políticos involucrados en ello. Desde que se postuló para la Asamblea, él era un candidato que evocaba mucho a que los buenos nos hiciéramos sentir, porque efectivamente creemos que los buenos somos más. Y el asesinato de Fernando conmovió a personas no solamente alrededor del país, sino incluso a nuestros inmigrantes que están en otros países. He encontrado a personas que me han dicho ‘no puedo dejar a mi mamá sola porque no para de llorar. Nunca conoció a Fernando, pero no para de llorar’. Ese día, incluso antes de que se dictara el estado de excepción, se cancelaron varios eventos masivos porque era un shock a nivel nacional por el nivel de violencia y el mensaje que significaba el asesinato a un candidato presidencial en la capital. Te soy sincera, jamás pensé que iba a suceder en Quito. Nosotros recorrimos el país entero, fuimos a los lugares más peligrosos, donde sabemos que están las bases de los grupos delincuenciales organizados y jamás nos imaginamos que en Quito pudiera pasar algo así.
"Éramos muy amigos y nos habíamos dividido esta labor de recuperar el país".
—¿Cuál era el ánimo de Fernando Villavicencio con respecto a la elección en los días previos a su muerte?
Él me llamaba en la mañana cuando conversábamos de la estrategia del día y me decía, ‘vamos a ganar, pelada. ¿Sí sabes?, vamos a ganar’. Yo le decía ‘yo sé, yo sé, por eso te tienes que cuidar, no me vas a dejar sola’. Estas eran las conversaciones que teníamos porque, si bien las encuestas difieren mucho, aquí en Ecuador hay mucho de lo que se llama el voto vergonzante donde dices que vas a votar por uno, pero votas por otro. Las encuestas se vuelven locas, pero en lo que sí estaban todas de acuerdo es en que íbamos subiendo y creo que eso tenía preocupada a mucha gente de poder conectada con la narcodelincuencia.
—¿Cómo ve las opciones de su partido en este nuevo escenario?
Es muy difícil para mí predecir algo que antes tenía un orden, por lo que nos ha hecho el CNE. Estamos a pocos días de las elecciones, el no dejarnos participar en el debate, el no dejarnos tener una voz, el hecho de que yo, que construí el plan de gobierno con Fernando, que lo escuché y armamos durante tres meses un discurso a la par, no pueda representarlo, no pueda hablar de sus ideas, no pueda hablar de lo que habíamos construido es realmente durísimo para nosotros, para todo su equipo de trabajo. Nosotros decíamos que sin Fernando no hay debate y que Fernando ya había ganado el debate porque él fue asambleísta y pidió siempre por intereses de todos, ya que él no tenía partido, no tenía agenda partidista. Que no nos hayan dejado participar en el debate y que intenten silenciar nuestras propuestas e incluso cogérselas porque por lo menos dos candidatos nos dieron el crédito, pero otros dos no, es realmente amargo. El país se pierde de mucho si yo dejara que esto pase.
—Christian Zurita ha acusado al ente electoral de seguir la tarea de sicarios de silenciar a Villavicencio. ¿Secunda esta afirmación?
No lo descarto, pero en realidad el comportamiento del CNE ha causado reacciones similares, incluso a nivel internacional. Asesinaron a un candidato presidencial a poco más de una semana de las elecciones. Lo más lógico sería que el ente electoral acompañara a nuestra lista en su proceso, agilizara todo de la manera más conveniente para que las personas de Ecuador sientan que se está cumpliendo con los derechos, con la democracia, pero no han contestado ni siquiera por escrito una carta enviada hace más de cuatro días. Como candidata a la vicepresidencia he escrito cartas en español y en inglés, tanto a Parlasur como al Consejo Nacional Electoral colombiano, que tiene conexión con el Parlamento Andino, y con algunas organizaciones de DD.HH. para que le insistan al CNE de Ecuador que mantenga el proceso democrático, que acepte la candidatura de Christian Zurita y que no nos vayan a penalizar por no asistir a un debate donde no nos dejaron entrar.
—A la vista de los últimos acontecimientos en Ecuador, ¿qué está en juego para Ecuador en estos comicios?¿Cómo lo resumiría usted?
Es muy difícil para mí decírtelo porque las reglas del juego cambiaron con el crimen de Fernando. El país estaba buscando un presidente honesto, valiente y efectivo, que pueda hacer las cosas en un año y medio, que las promesas no sean cosas que se puedan cumplir en cuatro o cinco años, porque acá el Gobierno de turno elimina todo lo del anterior, y Fernando era el que tenía el trabajo más avanzado, con todas las denuncias y toda la información que él maneja todavía, porque esa es información que existe. Me imagino que el país se va a volcar por alguien con mano firme, pero también con información, con criterio, que haya probado que puede denunciar y dar golpes duros a este narcoestado que quiere tomarse la nación, porque quiero pensar que todavía no somos un narcoestado. Te soy sincera, yo creo que los tentáculos de esto han llegado tan profundo que aparte de querer silenciar las ideas de Fernando, lo cual no va a pasar, quieren silenciarnos a todos los demás, entonces esto no se va a quedar así.