La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) ecuatoriano, Diana Atamaint, habla durante una conferencia de prensa sobre la convocatoria a elecciones en Quito el 17 de mayo de 2023. (Foto de Rodrigo BUENDIA / AFP)
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) ecuatoriano, Diana Atamaint, habla durante una conferencia de prensa sobre la convocatoria a elecciones en Quito el 17 de mayo de 2023. (Foto de Rodrigo BUENDIA / AFP)
/ RODRIGO BUENDIA
Agencia EFE

acelera la búsqueda de candidatos, una vez que la confirmó la disolución del Parlamento decretada por el presidente, , y que el Consejo Electoral inició el proceso para las elecciones extraordinarias de presidente, vicepresidente y legisladores.

Aunque aún debe ser conocido por el pleno del Consejo Nacional Electoral, su presidenta Diana Atamaint, avanzó que las elecciones -a las que debe convocar hasta el próximo miércoles- podrían desarrollarse el 20 de agosto.

De ser necesario un balotaje, éste tendría lugar el 15 de octubre, por lo que, en noviembre, Ecuador ya tendría integrados el Ejecutivo y el Legislativo, según los cálculos de Atamaint.

Mientras tanto, y por orden Constitucional, el conservador Lasso gobernará mediante decretos-ley y será la Corte Constitucional la que avale o no los relacionados con temas económicos.

En medio de un juicio político en su contra, Lasso optó el miércoles por la herramienta constitucional de la “muerte cruzada”, invocando “grave conmoción interna y política”, por lo que disolvió el Parlamento, de mayoría opositora, y pidió elecciones generales.

El jefe de Estado no esperó al resultado de la votación de la moción de censura en la Asamblea, donde la oposición lo acusaba de un supuesto delito de peculado (malversación), que él negaba.

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TABLERO ELECTORAL

Uno de los nombres que suena como posible precandidato es el del exasambleísta Fernando Villavicencio, quien ha fijado ya en su cuenta de Twitter un mensaje en el que asegura que desde el Parlamento luchó contra la corrupción y las mafias.

“Esto no puede quedar aquí, tenemos que continuar”, dijo antes de invitar a los ecuatorianos “a continuar en esta tarea, identificando claramente que el enemigo común es la mafia del narcotráfico, (...) los delincuentes de cuello blanco”.

“Me comprometo con todos ustedes a traer justicia y paz para reactivar la economía”, señala en un video.

De su lado, Esteban Torres, del opositor Partido Social Cristiano (PSC), apuesta por un gran frente de reconstrucción nacional del centro a la derecha, enfocado en las necesidades de todos, especialmente en temas de seguridad.

El líder del PSC, Jaime Nebot, no se ha pronunciado sobre una eventual candidatura, pero en un comunicado en que señala que aceptan “bajo protesta” el fallo de la Corte Constitucional, apunta: “Ni Lasso ni Correa. Progreso en libertad para el Ecuador”.

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UN CORREÍSMO FUERTE

Las elecciones extraordinarias encontrarán al movimiento político del expresidente Rafael Correa (2007-2017) en su mejor momento al haber quedando como la principal fuerza política del país en los comicios locales de febrero pasado.

Correa tilda de “inconstitucional” la disolución de la Asamblea por considerar que no había “conmoción interna”, y cree que Lasso opto por la medida para evitar la censura en el juicio político, pero sostiene que “lo mejor para la Patria es tener elecciones”.

El correísmo no ha mencionado aún posibles precandidatos, pero Andrés Arauz, quien perdió ante Lasso en el balotaje de 2021, habla de la necesidad de construir una coalición, un “bloque histórico”, que cobije a diversos movimientos sociales, incluidos los indígenas.

De su lado, el expresidente ecuatoriano Lenín Moreno (2017-2021) sostiene que “es la hora ciudadana” y ha pedido “cabeza fría” para que no se repita el triunfo del correísmo de las elecciones locales del pasado 5 de febrero.

Moreno, que se distanció del correísmo al llegar al poder tras haber sido vicepresidente de Correa, consideró que hay que “entender el momento, privilegiar lo verdaderamente importante: libertad, democracia, institucionalidad, respeto y bienestar ciudadano”.

“Para ello se requiere (es condición no opción): unidad, organización, sincronicidad y, sobre todo, humildad y desprendimiento. Lo tenemos claro o repetimos lo de febrero”, dijo.

Según Correa, la “ficha de la derecha” será el exvicepresidente de Moreno, Otto Sonnenholzner, quien el pasado miércoles señaló que “esta crisis es resultado de la irresponsabilidad de una clase política que ha puesto sus intereses por encima de las necesidades de los ecuatorianos”.

“El país no merece más división e inestabilidad. Se debe recuperar la calma y trabajar por fortalecer la esperanza de un verdadero cambio”, dijo.

De su lado, el excandidato presidencial, Yaku Pérez, avanzó que mantiene reuniones con organizaciones sociales para definir una postura y no descartó diálogos, “pensando en el país”, con el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Leonidas Iza, cuyo nombre también suena como presidenciable.

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