La felicidad colectiva que reviven los argentinos en el primer aniversario de la conquista del Mundial de Qatar-2022 de fútbol opera como un bálsamo para la crisis económica y la crispación política que vive el país un año después.
“El fútbol es nuestra religión, lo único que nos une”, dice Claudio Godoy, de 62 años, después de ver “Muchachos”, uno de la producciones audiovisuales que celebran el título.
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Películas, libros, publicidades, videos en redes sociales y repetición televisiva de goles y partidos enteros devuelven a los argentinos a los días en los que, liderada por Lionel Messi, la Albiceleste consiguió su tercera estrella mundialista tras 36 años.
Cuando la pobreza se encamina al 50% y la inflación galopa hacia el 200%, con un nuevo gobierno que aplica devaluación, recortes y aumentos de tarifas, hinchas ataviados con la camiseta argentina se multiplican en las calles y se confunden en los cines.
“Muchachos”, del director Jesús Braceras, rompió un récord de concurrencia para producciones locales. Junto con “Elijo creer”, también nacional, reunieron unos 800.000 espectadores en tres días desde el estreno, el 7 de diciembre.
En “Campeones”, una serie de TV, Messi confiesa: “Después de estar tantos años sufriendo, hoy que estamos viviendo un momento especial, quiero disfrutar”.
“Vi la final como diez veces, pero en estos días necesitaba revivir toda esta felicidad”, dice saliendo de una sala de cine porteña Raúl Campos, de 34 años.
Un año atrás, entre cinco y seis millones de personas invadieron las calles para recibir a la selección campeona del mundo.
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Unidad y felicidad
“Hay una conexión muy apasionada que parece mostrar al fútbol como la mayor prenda de unidad de los argentinos”, reafirma Braceras a la AFP.
Su guión, en el que un hijo relata su experiencia mundialista a un padre fallecido, incorpora publicaciones de hinchas en redes sociales durante Qatar-2022 que describen, entre angustias, cábalas y risas, la pasión nacional por el fútbol.
El director recibe a diario mensajes de personas a quienes la película “lleva a un lugar que fue de felicidad plena” y destacan a los valores de la familia y los amigos como una característica central de la sociedad argentina.
“Este mundial me pegó desde lo emotivo, fue el primer mundial sin mi viejo”, evoca Mariano González, de 42 años, que vio los filmes con su hijo Félix, de 6.
El relato en off de “Muchachos” dice desde la pantalla: “Somos hijos de todas las veces que nos dijeron que no”.
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Razones extradeportivas
En diciembre de 2022, según el cineasta, confluyeron varios elementos para generar ese fenómeno de algarabía y coincidencia social que los argentinos se vuelcan a revivir hoy.
A los continuos fracasos deportivos y las frustraciones mundialistas de Messi, heredero hasta ahí sin corona de Diego Maradona, el gran ídolo del fútbol argentino fallecido en 2020, hay que sumarle motivaciones extradeportivas.
“La sucesión de crisis económicas que nos fueron golpeando, una pandemia. Hubo muchos elementos que, juntos, hicieron que sucediera esto, totalmente diferente y único”, reflexiona Braceras.
Reunidos nuevamente en un cine convertido en grada, los argentinos suspenden su credulidad y, como si no supieran el final, reviven a oscuras la electrizante carrera de la Argentina de Messi hacia el título, con silencios afligidos en cada revés y festejos exaltados en cada gol, hasta el éxtasis final del empate 3-3 y el triunfo por penales 4-2 sobre Francia.
El portero Emiliano “Dibu” Martínez se disputa los aplausos con Messi. Los abucheos se concentran en los rivales neerlandeses de la semifinal y en el francés Kylian Mbappé.
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“No volverá a pasar”
Jugadores, periodistas, ‘influencers’ e hinchas de Argentina, campeón mundial en 1978, 1986 y 2022, con tres subcampeonatos mundiales (1930, 1990 y 2014) y 15 títulos de Copa América, coinciden en el optimismo que generan los triunfos.
El “hincha de la selección” argentina, históricamente visto como poco pasional en los estadios, “se empezó a parecer al hincha del club, más tribal. Es algo relativamente nuevo”, explica el sociólogo deportivo Rodrigo Daskal, a la AFP.
¿Qué hubiese pasado si Argentina perdía la final con Francia? “Algo parecido pero con menos intensidad, una multitud agradecida por el esfuerzo”, afirma Daskal, y recuerda los festejos en Italia-90, cuando Argentina cayó en la final ante Alemania 1-0.
Hace un año, analistas insistieron en que las divisiones en la política argentina se superarían si la sociedad cerrara filas como lo hizo detrás de Messi y sus compañeros.
“Lo que aglutina es el fútbol, su emoción permite ver que hay algo, que se llama nacionalidad -acepta Daskal-, pero no es trasladable a otras dimensiones. Esa lógica es fantasiosa”.
La felicidad colectiva que vivió Argentina el 18 de diciembre de 2022 “fue algo diferente y único”, coincide Braceras. Y vaticina: “Creo que no volverá a pasar”.
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