Luego de un megaoperativo realizado a las afueras de Montería entre el CTI de la Fiscalía y la Policía de Colombia se logró la captura del presunto asesino de Juan Esteban Alzate; el joven de 15 años que fue apuñalado en el pecho la noche del pasado 8 de octubre en uno de los articulados de TransMilenio.
La captura se da luego de que la noche del 12 de octubre EL TIEMPO conociera que el hombre, identificado como Gustavo Adolfo, alias Costeño, había sido plenamente identificado y que se había desplegado todo un operativo para poder lograr el arresto del hombre que se había fugado de Bogotá.
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Nuevos detalles sobre el crimen
Estefanía Ceballos, la madre del joven Juan Esteban, asesinado el sábado 8 de octubre, dio detalles del escabroso momento en el que atacan a su hijo y le quitan la vida. “Hablo porque quiero que se haga justicia. Mi hijo era un joven juicioso que solo se dedicaba a estudiar y que no tenía problemas con nadie”.
Dijo que el asesino le pidió de forma ofensiva y humillante que se arrodillara y que le pidiera perdón por haberlo pisado. “Eso fue terrible. De cuándo acá esa agresividad en el sistema”. Añadió que para poder llevar a cabo las honras fúnebres y hacerle la despedida final a su hijo tuvo que recibir ayudas.
También contó que cuando Juan Esteban fue atacado murió delante de su novio y una amiga. “Yo no sé si esto tuvo que ver. Pero el hecho de que mi hijo fuera homosexual no tenía por qué ser atacado de forma tan violenta. Desde los ocho años él tenía definida su orientación sexual”.
Recordó que todo inició en la estación Ricaurte. “Mi Juan Esteban se disculpó, pero cuando ya se dio cuenta que le estaban pidiendo que se tirara al piso, pues él se negó. Sí, lo encaró y ahí fue cuando el asesino sacó una navaja y, sin pensarlo, lo apuñaló en el pecho”.
La madre del joven dice que nunca olvidará el momento en que lo llamó la pareja de su hijo, llorando, a decirle que habían matado a su hijo. “Su voz, nunca la olvidaré. A mí se me desmoronó el mundo. Luego me dijeron que estaba en cirugía en el Santa Clara, pero no pudieron hacer nada. Mi hijo murió”.
Hoy este joven es llorado por sus cinco hermanos. “Es mentira cuando dicen que nuestra relación era mala. Él decidió irse a vivir con su pareja, y eso es respetable. Yo siempre fui papá y mamá para él. Siempre lo comprendí y lo ayudé. Él me visitaba mucho. Venía a almorzar o me pedía onces”. De hecho, el joven estaba validando tercero y cuarto de primaria en la jornada nocturna del colegio Fernando Mazuera.
Este terrible sueño acabó con la vida de un joven que soñaba con ser modelo y vivir en Estados Unidos. Quería trabajar y enviarle dinero a su familia para ayudarla. “Me quitaron a mi hijo, lo que más puede amar una madre, y por una pisada. Qué tristeza”.