La lujosa casa que le allanaron a Báez, amigo de los Kirchner

Cinco hectáreas de bosque paradisíaco atravesadas por el río de Las Vueltas con una vista al cerro Chaltén que quita el aliento es otra de las propiedades acuñadas por el empresario Lázaro Báez, ubicada en el límite con la zona norte del Parque Nacional Los Glaciares.

Sin letreros, sin indicaciones, sin construcciones y sólo con una huella interrumpida por la montaña, las posibilidades de encontrar el terreno ayer eran casi nulas. Se trata de la parcela 71, Nº 2021 y/o parcela 71, zona norte, lote 181, Laguna del Desierto, tal como figuraba en la orden de allanamiento firmada por el juez federal Sebastián Casanello.

La doble denominación del terreno y la reticencia para brindar información de los organismos locales demoraron la ubicación del predio.

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Luego de cinco horas de infructuosa búsqueda catastral y antes de realizar un inesperado minitrekking durante 40 minutos sobre la falda de una montaña, la División Investigaciones Patrimoniales de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, junto a los tasadores, llegó hasta el medio de la nada, un bosquecito de lengas pintado de otoño en un lugar de privilegio.

Eran las 17:00 ( 3 p.m. hora peruana)  y desde hacía horas la población, de no más de 1000 personas en esta época del año, observaba con una mezcla de curiosidad y reticencia el repentino movimiento de periodistas y policías por el pueblo, que ayer parecía arrancado de un cuento de hadas que con sol radiante sin nubes mostraba el cerro Chaltén o Fitz Roy en todo su esplendor.

La ubicación catastral del terreno y las diferencias históricas de jurisdicción existentes entre la Nación y la provincia en el área de registro colaboraron con la confusión general. A diferencia de lo que ocurrió la última semana en Santa Cruz, los vecinos de El Chaltén hasta ayer se mantuvieron ajenos al raid de allanamientos encabezados por el fiscal federal Guillermo Marijuan, en la causa que intenta comprobar el lavado de dinero de parte de Lázaro Báez.

Las hectáreas que el empresario adquirió aquí completan una historia que desde hace años se repite en la localidad: la existencia de un puente Bailey sobre la calle Trevisán que atraviesa el río de Las Vueltas, pero no conduce a ningún lado. La leyenda urbana asegura que en 2009 la empresa que construía el pavimento de la localidad recibió una ampliación de obra y la orden de construir el inesperado puente. Es necesario atravesar el puente con vigas de madera que suenan al paso de los autos, bordear una huella durante dos kilómetros, dejar atrás la casa de Andrea Madsen -el primer poblador de El Chaltén- y cuando el camino se termina realizar una caminata durante 40 minutos. Todo el periplo, para llegar hasta el predio de Lázaro Báez.

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Un guardaparque guió a la comitiva hasta el lugar exacto. Cuando llegaron se encontraron con un equipo de La Nación y de Ahora Calafate, quienes con la ayuda de una antigua pobladora y un guía de montaña habían ubicado el predio y esperaban la llegada de la comitiva. Una vez en el lugar procedieron a establecer los límites y registrar con precisión la ubicación del predio. Nadie pudo mantenerse ajeno a la exuberancia del paisaje y la imponente imagen del cerro Chaltén.

Una inversión inmobiliaria, un exclusivo emprendimiento para el turismo internacional o quizás una de las tantas casonas de lujo desparramadas por las estancias que Lázaro Báez construyó por la Patagonia. Cualquiera pudo haber sido el destino del predio, que por ahora es una pieza más del rompecabezas patrimonial que Báez construyó y que ahora la Justicia investiga.

Así se completó anoche el séptimo allanamiento que las fuerzas federales realizaron en Santa Cruz en lo que fue el último, de esta primera etapa, según pudo confirmar La Nación. Los otros seis operativos se realizaron en las localidades de 28 Noviembre y Río Turbio, contra la Cordillera y en el límite con Chile.

Encontraron en ese raid judicial un complejo de cabañas en construcción, dos galpones abandonados y dos tinglados en los que los efectivos no pudieron ingresar.

Fuente: La Nación / GDA

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