El opositor se convirtió ayer en presidente electo en la segunda vuelta electoral en como sucesor de Cristina Fernández de Kirchner, luego de que el oficialista Daniel Scioli reconociera públicamente la derrota. "No sé cómo describirles lo que estoy sintiendo", se emocionó.

"Hoy es un día histórico, es un cambio de época", dijo el líder de Cambiemos tras confirmarse la tendencia irreversible que lo convirtió en el primer jefe de Estado elegido en una segunda vuelta en la historia del país.

Minutos después de que el oficialista Daniel Scioli reconociera la derrota, Mauricio Macri habló ante miles de militantes en el centro de convenciones de Costa Salguero, en la Costanera de Buenos Aires.

Mauricio Macri afirmó que no le va "a alcanzar la vida para agradecer".

"No sé cómo describirles lo que estoy sintiendo", se emocionó Macri al comenzar su primer mensaje como presidente electo. "Qué difícil, tanta emoción, tanta alegría", añadió.

"Gracias, gracias, gracias, gracias de verdad, por haber creído que juntos podemos construir la Argentina que soñamos. Estoy acá, jugado por todos los argentinos, para ayudarlos a que cada día vivan un poco mejor", dijo.

"Este país maravilloso que tenemos es uno de los países del mundo con más espíritu emprendedor. La razón es que nuestros abuelos, nuestros padres, cruzaron un océano y vinieron a otro continente buscando una oportunidad", señaló.

"Ahora nos toca a nosotros continuar esa posta. Hemos trabajado mucho en estos años. Hemos fortalecido la democracia, ustedes hicieron posible lo imposible con su voto", dijo ante los miles de seguidores.

Con el 99,17% de las mesas contabilizadas, Mauricio Macri obtenía el 51,40% de los votos por el 48,40% de su rival Daniel Scioli.

Mauricio Macri, de 56 años, ingeniero de profesión, que saltó de los negocios familiares al mundo del fútbol y de ahí a la arena política, prometió "pobreza cero", enfrentar y derrotar al narcotráfico, mejorar la calidad democrática y tener buenas relaciones con todos los países, en especial los latinoamericanos.

Globos, lluvia de papeles, música a todo volumen en el búnker de Cambiemos. Y unas cuantas cuadras de allí, en un hotel del centro de la capital argentina, la cara de la derrota: militantes del Frente para la Victoria deshechos en un mar de lágrimas.

Cristina Fernández, que tuvo una mala relación con Macri desde que en diciembre del 2007 ella llegó a la Casa Rosada y él a la Alcaldía de Buenos Aires, también llamó a su sucesor para felicitarle.

Según fuentes oficiales, la jefa de Estado, que tendrá que traspasar su banda presidencial al líder opositor, le convocó a un encuentro el próximo martes en la residencia oficial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires.

Fernández, de 62 años y cuyo futuro político es aún una incógnita, habló además por teléfono con la tercera esposa de Macri, Juliana Awada, que en pocos días se convertirá en la nueva primera dama de Argentina

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