El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto a su esposa Cilia. (Foto: EFE)
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto a su esposa Cilia. (Foto: EFE)
Redacción EC

El presidente de , Nicolás Maduro, estimó hoy que el nuevo proceso de diálogo político durará un año y aseguró que su Gobierno trabajará para, en ese tiempo, lograr un "acuerdo de paz" con la "oposición violenta", a la que culpa por la crisis política y económica del país.


"Creo que con esfuerzo en un año pudiéramos llegar a acuerdos integrales o acuerdos parciales para garantizar la vida en paz de Venezuela", dijo el mandatario durante un acto proselitista que fue transmitido de manera obligatoria en todas las emisoras de radio y televisión.

La llamada revolución bolivariana y la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunciaron este jueves que se reunirán en Santo Domingo el 1 y 2 de diciembre próximo para comenzar una nueva ronda de negociaciones y buscar una salida a la situación en el país petrolero.

Maduro celebró la reanudación de las conversaciones directas con interlocutores de la MUD y aseguró que la delegación de su Gobierno hará todos los esfuerzos para alcanzar "como hubo en Colombia, un acuerdo de paz con la oposición violenta venezolana".

Asimismo, pidió al antichavismo mantenerse en la mesa de conversaciones, que ha sido suspendida en varias ocasiones desde el año pasado por el supuesto incumplimiento de los acuerdos.

Espero que "la oposición no vuelva a la violencia insurreccional, a la guarimba (protesta violenta), quiero que se mantenga en el clima electoral", agregó el líder chavista que también culpa a la disidencia por las más de 120 muertes que dejaron las manifestaciones que sacudieron al país entre abril y julio.

La agenda

Maduro dijo que su principal exigencia es que la oposición cese el boicot contra la economía y le pida a Estados Unidos que levante las sanciones financieras.

En tanto, su jefe negociador, Jorge Rodríguez, afirmó en República Dominicana que el oficialismo también planteará el reconocimiento a la Asamblea Constituyente que rige al país como un suprapoder desde agosto pasado.

Previamente, la oposición manifestó que su principal objetivo es obtener garantías para las elecciones presidenciales de diciembre del 2018.

Esto, tras denunciar irregularidades en los comicios de gobernadores de octubre, que ganó ampliamente el chavismo, lo que llevó a sus principales partidos a marginarse de las votaciones de alcaldes del próximo 10 de diciembre.

Maduro también le exigió a la oposición "un acuerdo para que haya elecciones presidenciales con garantías económicas".

Exhortó al presidente del Parlamento, Julio Borges, y al negociador Luis Florido, a que "se comprometan a hablar con el gobierno de Estados Unidos y exigir que levante" las medidas que prohíben a ciudadanos estadounidenses negociar nueva deuda pública venezolana.

"Esa es la exigencia que lleva Venezuela a la mesa de diálogo", subrayó Maduro, indicando que "así haríamos unas elecciones presidenciales quizá a finales del año que viene con tranquilidad económica".

Gustavo Velásquez, representante de la opositora Mesa de Unidad Democrática de Venezuela, leyó, en representación de la oposición, un comunicado para reiterar que los objetivos son "elecciones limpias, atención a la emergencia humanitaria y liberación de los presos".

"Estas son las únicas razones por las que hemos promovido este proceso", recalcó.

La MUD, fracturada por diferencias internas, suspendió su participación en esa cita exigiendo la presencia de los cancilleres, escogidos como garantes durante pláticas mantenidas en septiembre en Santo Domingo.

Para la cita de diciembre, la oposición eligió como acompañantes a los cancilleres de México, Chile y Paraguay, mientras el gobierno designó a los de Bolivia, Nicaragua y un tercer país que se anunciará el viernes.

Las partes retomaron los contactos tras protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.

Fuente: EFE/AFP

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