¿Por qué la maternidad adolescente es creciente en México?

La falta de oportunidades para el desarrollo personal, de acceso a los servicios de salud y los estereotipos de género son algunos de los factores que influyen a la hora de que los adolescentes en decidan tener hijos, informó la organización Save the Children.

En su reporte "Embarazo y maternidad en la adolescencia", la organización subraya la carencia de alternativas a la que se enfrentan muchos jóvenes mexicanos para desarrollar otros proyectos de vida, lo que motiva que dos tercios de los embarazos de adolescentes sean deseados.

Una cifra que aumenta en aquellas regiones marcadas por la pobreza, donde la planificación del embarazo asciende hasta el 40% de los casos.

Lejos de disminuir, los datos relativos a la maternidad adolescente han ido en aumento. Entre los años 2000 y 2006 sí se logró una reducción de más del 8%, pero entre 2007 y 2012 se registró un incremento del 15% en estos embarazos.

En muchas ocasiones, "ser madre te da un mayor estatus dentro de tu comunidad", indica a Efe Nancy Ramírez, coordinadora de Incidencia Política y de Campañas de Save the Children.

Un planteamiento que no sorprende si se tiene en cuenta que la Encuesta Nacional de Juventud de 2010 desvela que la mayoría de adolescentes de 12 a 19 años está de acuerdo con la frase "la función más importante de la mujer es ser madre".

DURA REALIDAD 
"Tengo pareja y vive conmigo, estudia la secundaria y tiene 14 años [...] el bebé fue planeado, decidimos no cuidarnos para tener un hijo", dice el testimonio recogido por el informe de Araceli -nombre cambiado para proteger a la menor-, una sinaloense, en el noroeste, de 16 años.

Cuando llega el niño, la mujer es quien "se queda con la responsabilidad del cuidado de los hijos, mientras que el padre puede seguir cursando los estudios", apunta Ramírez.

Y es que, a la hora de analizar el abandono de los estudios medios superiores, el 11,8% de las adolescentes menciona el embarazo como primera causa para dejar la escuela, mientras que en el caso de los varones, el porcentaje baja hasta el 2,3%.

En las menores de 15 años, el embarazo promueve que el 30,7% de ellas abandone los estudios.

Las implicaciones de tener un hijo a edad temprana, ya sea de forma deseada o no, no quedan ahí.

Además de que se refuerza la posibilidad de que se replique el ciclo de pobreza para quienes pertenezcan a familias menos favorecidas, las embarazadas adolescentes corren más riesgos de cara a su salud.

RIESGOS MORTALES
Según la coordinadora de , "las adolescentes, en términos fisiológicos, no están listas para tener un bebé", lo que implica un mayor riesgo de mortalidad, para la madre y para el bebe, o que estos últimos nazcan con bajo peso.

Además, el 9,2% de los embarazos de adolescentes concluye con un aborto inseguro, los cuales constituyen la cuarta causa de mortalidad materna en el país.

La organización llama la atención sobre el desigual acceso a los métodos anticonceptivos a lo largo del país.

Por ejemplo, el 73% de las adolescentes sexualmente activas en el sureño estado de Chiapas indicó haber estado embarazada al menos una vez en su vida.

Lo cual la asociación vincula con el hecho de que en Chiapas la prevalencia de métodos anticonceptivos entre estas adolescentes es del 35,5% (la media nacional se sitúa en un 59%).

Más allá de que el sector salud garantice la accesibilidad a los anticonceptivos, las estrategias requeridas para prevenir los embarazos tempranos deben ser "integrales", para que cubran además aspectos como la estigmatización de los adolescentes, la desigualdad y las escasas oportunidades laborales que, en general, tienen los jóvenes en México.

Actualmente está en marcha, además de la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes, el Programa de Becas de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas (Promajoven).

Este programa federal proporciona incentivos a las adolescentes -una cantidad de 850 pesos, unos 48 dólares al mes- para que continúen sus estudios.

Sin embargo, la efectividad de esta iniciativa, en el mejor de los casos, ha sido de un 22 % (que representa el número de mujeres becadas que acaban el curso escolar), denota Save the Children.

De poco sirven estos incentivos económicos, considera Ramírez, si luego no hay guarderías para cuidar a los niños cuando las madres están en la escuela o si estas sufren violencia y discriminación en las aulas por parte de sus compañeros o los propios profesores, considera Ramírez. 

MIRA MÁS VIDEOS DE PLAY...

Contenido sugerido

Contenido GEC