Javier Valdez
Javier Valdez
Roger Zuzunaga Ruiz

A la periodista Miroslava Breach la asesinaron de ocho disparos cuando salía de su casa en Chihuahua, en el norte de . Ella trabajaba para los diarios “La Jornada” y “Norte de Juárez”. Investigaba sobre corrupción política, crimen organizado y narcotráfico. Sus últimas columnas apuntaron a las relaciones entre la política y el crimen organizado. Casi cuatro meses después, no hay detenidos por este crimen.

Sus asesinos no solo la silenciaron, también provocaron el cierre de “Norte de Juárez”, que se publicaba en Ciudad Juárez, la urbe fronteriza que en el 2009 fue ubicada como la más peligrosa del mundo al registrar 191 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Óscar Cantú Murguía, dueño y director de ese medio, dijo a El Comercio que solo reabrirá el diario cuando el caso de Miroslava esté judicializado y los autores intelectuales del crimen en prisión.

Pero Cantú nos es optimista sobre las pesquisas, pues nos cuenta que hay serias contradicciones en la investigación. En un primer momento –dice– las autoridades de Chihuahua informaron que los autores intelectuales ya estaban identificados, pero luego las federales ofrecieron recompensas para conseguir pistas sobre la identidad de los asesinos.

Según la ONG Reporteros Sin Fronteras, México es el tercer país del mundo más peligroso para ejercer el periodismo, detrás de Siria y Afganistán. El caso de Miroslava y de los otros cinco periodistas asesinados en lo que va del año –en el 2016 hubo diez, un récord– no dan señales de que la situación vaya a cambiar. Más si se tiene en cuenta que la impunidad rodea a estos crímenes: de los seis casos del 2017 solo en uno hay detenidos.

—Radiografía del crimen—

Datos recopilados por la ONG de defensa de la libertad de prensa Artículo 19 señalan que desde el 2000, son 106 los periodistas asesinados en México, mientras que 23 permanecen desaparecidos.
Además, Artículo 19 ha consignado que entre el 2009 y el 2016 hubo al menos 2.200 agresiones contra la prensa (ataques físicos, intimidación, amenazas, entre otros).

El Comercio
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En cuanto a los agresores, también según Artículo 19, en el 2016 el 53% fueron funcionarios públicos, el 16,2% personas particulares, el 7,3% miembros de partidos políticos, el 4% el crimen organizado y el 19% otros componentes de la sociedad.

¿Por qué se asesina a tantos periodistas en México? Artículo 19 señala que la impunidad alimenta el crimen.

Tania Reneaum, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en México, coincide con la ONG. “En México tenemos un índice de impunidad muy alto. Por cada 100 delitos solo se logra sancionar el 2%. Es decir, tenemos un índice de impunidad del 98%”, nos dice en diálogo telefónico.

“Cuando los hechos no se aclaran de manera correcta, las personas piensan que se puede hacer cualquier cosa porque nunca serán sancionadas”, enfatiza Reneaum.

Otro factor que impide que se resuelvan los casos es, según Reneaum, el claro vínculo entre algunas autoridades y la delincuencia organizada. “Por ello, no es de extrañar que detrás de los asesinatos haya impunidad. Hay actos de corrupción que no permiten llegar a la verdad. Ese binomio terrible no ha podido ser cortado en México”.

En Ciudad Juárez, mientras espera justicia para Miroslava, Óscar Cantú nos dice que ni en los peores momentos de la guerra criminal en esa urbe pensó en cambiar la línea editorial de su diario. “Al final, los que hacemos investigación somos los más vulnerables. Pero prefiero cerrar para cuidar a mis trabajadores y a la vez presionar para que se llegue a la verdad antes que rendirme”.

LOS PERIODISTAS ASESINADOS EN EL 2017:

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