El presidente de Chile, Gabriel Boric (izquierda) y el diputado Miguel Mellado Suazo (derecha). (Foto: AFP)
El presidente de Chile, Gabriel Boric (izquierda) y el diputado Miguel Mellado Suazo (derecha). (Foto: AFP)
Agencia EFE

El diputado chileno , representante del partido derechista , reconoció este viernes ser el autor de la grabación y filtración de una reunión privada con el presidente de la República, , apenas una horas después de decir públicamente que este tipo de acciones son “lamentables” porque “se quiebran las confianzas”.

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En una carta enviada al mandatario 24 horas después de que estallara el escándalo, y en medio de una investigación, de advertencias sobre la ilegalidad de la acción y de la posibilidad de sanciones y desafuero para quien fuera el autor, Mellado Suazo trató de justificarse asegurando que desconocía la prohibición explícita de grabar expresada al inicio de la reunión.

“A dicha reunión y como todos los asistentes observaron, no estuve presente en la primera parte en donde se comentó la prohibición de grabar”, afirmó Mellado, quien grabó los últimos diez minutos en los que aparecenlas conclusiones y compromisos realizados por el Presidente a la Macrozona Sur’.

Según su escrito, “le pareció relevante guardar para recordar, ya que en su opinión “era importante dar conocimiento de estos puntos a mi región y que no quedaran en el olvido”.

No tenía nada distinto a las declaraciones públicas que hicieron asistentes a la reunión” ni “frases que denostaran a los presentes”, prosiguió en su justificación antes de pedir disculpas, “asumir esta responsabilidad” y estar “disponible para conversar con el Presidente, si así lo estima conveniente”.

La carta salió a la luz horas después de que la Fiscalía Regional de la ciudad costera de Valparaíso, en la que se produjo la reunión secreta, confirmara el ingreso el mismo jueves de una denuncia realizada por la ministra del Interior, Carolina Tohá, en contra de quienes resultaran responsables de la filtración.

La Fiscalía recordó, además, que los hechos podrían constituir un delito, sancionado en el artículo 161 del Código Penal y que todos los antecedentes serían derivados a la Unidad Regional Anticorrupción.

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LA OPOSICIÓN CAMBIA EL RELATO

Al igual que la ministra Tohá, también presentó una denuncia previa a conocerse el autor de la filtración el diputado de ultraderecha Mauricio Ojeda, quien dijo sentirse vulnerado porque él entregó antecedentes personales en el encuentro.

Sin embargo, una vez que Mellado admitió su culpa, el secretario general de su partido, Diego Schalper, salió en su defensa valorando su acción política y tratando de reducir la acción a un simple error.

“El diputado ha sido y es uno de los diputados más valientes y persistentes en la defensa de su región y en la denuncia del terrorismo en la zona. Eso le ha valido sobrellevar amenazas graves, cosa que ha hecho con coraje, decisión y perseverancia, afirmó en redes sociales.

“En su comunicado confiesa su error, asume su responsabilidad y se manifiesta disponible a hacerse cargo. Estoy seguro que actuará en ese marco. Porque lo conozco, sé que obró de buena fe. Como par y amigo, estaremos a su lado en ese caminar, porque todos cometemos errores”, quiso justificar.

En la misma línea de defensa se posicionó el diputado del partido de extrema derecha UDI, creado en dictadura, Cristhian Moreira, quien afirmó “que nada es más grave que volar puentes y torres de alta tensión con explosivos”.

Mientras que el propio Ojeda, duro en su primera denuncia, se sumó a la teoría del error y la alabanza de Mellado.

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ELEVADO A LA COMISIÓN DE ÉTICA DEL PARLAMENTO

Una vez conocida la confesión, el presidente de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados, Nelson Venegas, confirmó que el caso será elevado a esta instancia ya que “evidentemente, estamos frente a un hecho de la mayor gravedad”.

Estamos hablando de una situación que ya de por sí es poco ética, el grabar a una persona sin su consentimiento es poco ético e ilegal”, pero “aquí estamos hablando de un diputado de la República que graba al presidente de la República, en una conversación privada y que versa sobre temas que incluso tienen que ver con la seguridad nacional”, fustigó.

“Este tema lo expondré frente a la Comisión de Ética el próximo martes, porque siento que debe ser, a lo menos, acogido este requerimiento, para que la Comisión de Ética determine si es sancionable o no una conducta que por lo menos yo considero que debe ser investigada como corresponde”, concluyó.

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