Muerte de Nisman: el disparo se hizo a menos de un centímetro

Buenos Aires. El disparo que mató al fiscal del caso AMIA en Argentina, Alberto Nisman, fue efectuado a "una distancia no mayor a un centímetro" de distancia de su cabeza, según surgió de la autopsia realizada a su cuerpo, informaron hoy fuentes oficiales.

Viviana Fein, a cargo de la investigación del hecho, sostuvo que la pistola calibre 22 de la que partió el disparo estuvo apoyada en el parietal derecho de Nisman, por eso la distancia de disparo determinada por los peritos es "no mayor a un centímetro".

La bala ingresó sobre la oreja derecha del fiscal y se corresponde con el arma hallada en el lugar del hecho, a un costado del cuerpo de Nisman, en el baño del departamento que habitaba en un barrio exclusivo de esta ciudad.

Los datos obtenidos por la autopsia, dijo Fein, ubican la hora de muerte "alrededor del mediodía" del pasado domingo, aunque el cuerpo finalmente fue encontrado en horas de la noche.

En declaraciones al canal televisivo "Todo Noticias", Fein reiteró que de las pruebas recogidas en el departamento "no se infiere la participación" de otras personas en el hecho.

La muerte de Nisman, ocurrida cuatro días después de haber denunciado a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por el presunto delito de encubrimiento, conmociona a la sociedad argentina casi una semana después de ocurrida.

Pese a que la investigación todavía no pudo determinar si se trató de un suicidio o un asesinato, el gobierno volvió hoy a sostener la sospecha de un crimen en el que estarían involucrados sectores vinculados a los servicios de inteligencia. Así lo había expresado este jueves, en una carta pública, la jefa de Estado.

Para el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, detrás del caso se encuentra un mensaje "típico de las mafias".

El funcionario reiteró que la administración Kirchner es víctima de "estrategias de desestabilización sistemática" por parte de "grupos mediáticos concentrados" y "servicios de inteligencia que representan oscuros intereses".

En la investigación que llevaba adelante, Nisman había considerado que Kirchner y su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, lideraban una maniobra con el fin de garantizar la "impunidad" de los ciudadanos iraníes acusados de participar, en 1994, en el atentado terrorista contra la AMIA, la mutual judía, donde murieron 85 personas.

Los investigadores de la muerte de Nisman buscan reconstruir las últimas horas con vida del fiscal. Para eso le otorgó custodia a Diego Lagomarsino, un empleado de la fiscalía del caso AMIA que el día anterior al hallazgo del cuerpo llevó a Nisman el arma de fuego que acabó con su vida, según declaró.

Lagomarsino declaró en su momento que Nisman le había pedido el arma porque sentía miedo. El fiscal, según el testimonio de su colaborador, había sido advertido por el ex agente de inteligencia Antonio Stiusso acerca de los policías que lo custodiaban y las condiciones de seguridad de sus dos hijas.

El diario "Clarín" publicó hoy que el día previo a su muerte Nisman no estuvo vigilado en su casa, pese a que tenía asignada durante las 24 horas la protección de diez agentes de seguridad.

La fiscal del caso, Viviana Fein, ordenó que Lagomarsino sea vigilado por la Gendarmería y le impidió salir del país.