Redacción EC

, el juez federal que llevó a juicio a y a decenas de sus exfuncionarios del kirchnerismo, murió este martes, según confirmaron a “La Nación” fuentes de su entorno.

Bonadio, que estaba a cargo de la causa de los cuadernos de las coimas, tenía 26 años de carrera como juez federal de los tribunales de Comodoro Py.

El año pasado fue sometido a una intervención quirúrgica para removerle un quiste en el cerebro que lo mantuvo fuera de sus funciones durante varias semanas. Mónica, su secretaria, afirmó que el juez se encontraba en su casa del barrio porteño de Belgrano. “La última vez que hablé con él fue esta semana y lo escuché bien. Estaba en tratamiento”, afirmó hoy en diálogo con Radio 10.

Durante enero, Bonadio se había tomado licencia por vacaciones no gozadas. Y tenía previsto extenderla durante febrero, según consignó “La Nación” el domingo pasado. El Gobierno buscaba negociar con el juez su renuncia, ya que el oficialismo no tenía el número para impulsar la vía del juicio político y la destitución. Bonadio acumulaba varias denuncias por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura.

Su enfrentamiento con Cristina Kirchner

Cristina Kirchner en una imagen del 25 de febrero del 2019, cuando acudió a una citación del juez Claudio Bonadio. (JUAN MABROMATA / AFP).
Cristina Kirchner en una imagen del 25 de febrero del 2019, cuando acudió a una citación del juez Claudio Bonadio. (JUAN MABROMATA / AFP).
/ JUAN MABROMATA

Bonadio protagonizó varios enfrentamientos con Cristina Kirchner durante los últimos años. Hubo acusaciones cruzadas y provocaciones. “Pistolero, mafioso y extorsionador”, lo tildó la exmandataria durante una cadena nacional. Además, en su libro, Sinceramente, lo definió como “el sicario”.

El juez elevó a juicio más de cinco causas contra Cristina Kirchner, la citó a siete indagatorias en un solo día y le dictó nueve prisiones preventivas, seguidas de pedidos de desafuero al Congreso. La causa de los cuadernos de la corrupción, que estuvo a su cargo, ya fue elevada a juicio y está en manos del Tribunal Oral N°7, que debe aún fijar la fecha de inicio del proceso que tiene como protagonistas a la actual vicepresidenta y a importantes empresarios.

Además, Bonadio investigó a los hijos de la vicepresidenta, Máximo y Florencia. Cristina lo acusó de persecución política y lo calificó como el ejemplo del lawfare. Antes de desembarcar en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández dijo que Bonadio era uno de los jueces que iban a tener que explicar sus sentencias.

Claudio Bonadio en una imagen del 6 de julio del 2017. (AFP).
Claudio Bonadio en una imagen del 6 de julio del 2017. (AFP).
/ JULIAN ALVAREZ

Bonadio instruyó varias causas que incomodaron a la expresidenta, como los cuadernos de las coimas, Hotesur, Los Sauces, dólar futuro y la denuncia de Alberto Nisman vinculada al memorándum con Irán por el atentado a la AMIA.

El magistrado también investigó la tragedia de Once y procesó a exfuncionarios kirchneristas y empresarios actualmente condenados por el siniestro ferroviario, que causó 51 muertos.

Peronista, tenía vínculos con dirigentes de distintos sectores. También mantuvo encuentros con el papa Francisco.

Tuvo cercanía con allegados a militantes de Guardia de Hierro en los años 70 y en el inicio de la democracia se acercó al Frente de Unidad Peronista (FUP). Ahí conoció a Carlos Corach, ministro del Interior de Carlos Menem. Durante el menemismo fue subsecretario legal técnico de la Secretaría Legal y Técnica. En mayo de 1994, fue designado al frente del juzgado federal N° 11 de la Capital.

En los 90, el exministro de Economía Domingo Cavallo difundió la famosa “servilleta” en la que, según relató, Corach había anotado a los jueces que le eran fieles, entre los que incluyó a Bonadio.

En setiembre del 2001, Bonadio mató con una arma Glock calibre 40 a un delincuente durante un intento de robo en Florida. “Fue en defensa propia y de terceros. A mi amigo le habían disparado en la espalda”, sostuvo en agosto de 2015 durante una entrevista radial. A Bonadio le gustaba cazar y era instructor de tiro.

Fuente: “La Nación” de Argentina, GDA