El Gobierno y la oposición de Nicaragua se darán una tregua el fin de semana, un mes después de haber comenzado con manifestaciones y protestas que dejan 63 muertos, mientras una misión de la CIDH investiga la situación de derechos humanos en el país.
El gobierno se comprometió en una mesa de diálogo a retirar de las calles a las tropas "antimotines, grupos de choque y simpatizantes", señalados por estudiantes como responsables de las muertes y heridos durante las manifestaciones de protesta.
Los opositores, que mantienen bloqueos de vías, deberán "aunar esfuerzos para propiciar las mejores condiciones para el diálogo y normalizar el tráfico", precisa el comunicado de la Conferencia Episcopal, mediadora y testigo en las pláticas entre las partes.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, explicó que el acuerdo logrado es lo máximo que se podía obtener hoy para crear un ambiente de no violencia para todos los nicaragüenses y garantizar la no represión y libertad de las manifestaciones pacíficas.
Previó a la tregua, que será efectiva el sábado y domingo, se produjeron choques entre manifestantes antigubernamentales y efectivos antimotines en distintos puntos del país.
La Universidad Politécnica (UPOLI) continúa ocupada por estudiantes desde el 19 de abril y éstos han dicho que no desalojaran el lugar. También se mantiene ocupada la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), mientras el transporte público es escaso en la capital y las clases están suspendidas en escuelas públicas y privadas.
Los movimientos en contra del gobierno del presidente Daniel Ortega comenzaron el 18 de abril pasado en protesta por un aumento en las cuotas de la seguridad social, pero luego extendieron sus demandas pidiendo la democratización del país y la renuncia del mandatario.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) reporta 63 muertos desde el inicio de las manifestaciones.
Exigencias de la CIDH
En su primera intervención en el país, la misión enviada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamado "al estado de Nicaragua" para el "cese inmediato de la represión de las protestas".
"Reiteramos nuestra condena mas enfática a las muertes, desapariciones y detenciones arbitrarias de manifestantes, activistas y periodistas que se han registrado en el país desde el inicio de las protestas", señaló Antonia Urrejola, quien está al frente de la misión.
El Cenidh, que se ha encargado de contabilizar a las víctimas, llegó a registrar cerca de 60 desaparecidos en los primeros días de protestas, "pero (ya) no es posible tener un número exacto", denunció en un informe emitido a finales de abril.
La entidad autónoma de la Organización de Estados Americanos (OEA) conminó al gobierno a adoptar medidas de carácter urgente para garantizar el libre ejercicio de la libertad de expresión, la reunión pacífica y la participación política de todas las personas.
"Se le recuerda (al Estado de Nicaragua) que el marco jurídico interamericano protege el derecho a la protesta pacífica y sin armas", indicó.
Sigue el diálogo
En medio de un clima de animosidad, la segunda reunión entre el gobierno y opositores se desarrolló a puertas cerradas y sin acceso a los medios de comunicación en el seminario de Nuestra Señora de Fátima.
Las pláticas continuarán el próximo lunes, día en que la CIDH emitirá un informe preliminar sobre sus observaciones.
Lester Alemán, de 20 años, dirigente del movimiento 19 de Abril y estudiante de Comunicación Social en la Universidad Centroamericana (UCA), dijo a la AFP que el presidente Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo deben entender "que el malestar no es de los estudiantes sino de todo el pueblo".
Agregó que el tema de fondo del diálogo nacional es la "salida" de Ortega "y la de todo el régimen".