Sin pedir perdón ni permiso alzó su voz para hacerse escuchar, arrebatando el derecho de palabra nada menos que a Daniel Ortega, quien gobierna Nicaragua desde el 2007.
Lesther Alemán, un joven de 20 años que estudia Comunicación Social de la Universidad Centroamericana, se convirtió el pasado miércoles en la voz del movimiento estudiantil que se opone a Ortega y que exige su salida del poder tras la fuerte represión a las protestas callejeras ocurridas durante el último mes, en las cuales han perdido la vida más de medio centenar de personas.
"Esta no es una mesa de diálogo. Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado", dijo Alemán, con voz firme, tras tomar la palabra durante la sesión de instalación del diálogo nacional que, bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal, busca una salida a la crisis política que sacude al país centroamericano.
"¿Por qué estoy hablando y por qué me salto la palabra suya? Porque nosotros hemos puesto los muertos, nosotros hemos puesto los desaparecidos, los que están secuestrados", señaló el joven para justificar su atrevimiento.
"Usted es el jefe supremo de la Policía Nacional y del Ejército de Nicaragua, por ello le pedimos que ahorita mismo ordene el cese de estos ataques, de la represión y de los asesinatos por parte de las fuerzas paramilitares, de sus tropas, de las turbas adeptas al gobierno", agregó.
Luego increpó a todo el grupo de representantes gubernamentales, entre los que también se hallaba la vicepresidenta —y cónyuge de Ortega— Rosario Murillo: "¿Pueden dormirse todos tranquilos? Nosotros no hemos dormido tranquilos. Estamos siendo perseguidos, somos estudiantes".
Alemán acusó al mandatario de haber "desbaratado" el país en apenas un mes, algo que —según aseguró— le tomó muchos años al exgobernante de facto Anastasio Somoza. "Nosotros conocemos la historia. Pero usted en menos de un mes ha hecho cosas que nunca nos imaginamos y que muchos han sido defraudados por eso", apuntó.
Vistiendo una camisa negra y luciendo una bandera de Nicaragua atada en su cuello, el joven afirmó que con las protestas callejeras se exige el fin de la represión y la liberación de los "presos políticos".
"No podemos dialogar con un asesino, porque lo que se ha cometido en este país es un genocidio y así será calificado", aseguró mientras sus compañeros presentes en la sala coreaban: "No eran delincuentes, eran estudiantes", en alusión a los jóvenes muertos en las protestas.
"Violencia irracional"
Ortega escuchó en silencio la intervención de Alemán, que fue transmitida por las televisoras nacionales, pero no porque tuviera la intención de otorgarle la razón a quien le increpaba.
Tras oír al estudiante, el mandatario nicaragüense cuestionó la ola de protestas ocurridas en el país durante el último mes y dijo que se trataba de una "violencia irracional".
"Violencia es la que se está ejerciendo en estos momentos, aterrorizando a las familias. Se asaltan negocios grandes, medianos, pequeños. Eso no lo hace un joven con conciencia, con valores. Cuando nosotros luchamos contra la tiranía somocista nunca asaltamos ni promovimos el asalto de negocios".
"Se infunde el terror en la población. Se destruyen edificios públicos que, a final de cuentas, le hacen daño al Estado y a todo el pueblo nicaragüense", señaló.
El gobernante también cuestionó los cortes de carreteras y señaló que estos generan problemas económicos al país y empujan al desempleo a miles de trabajadores.
En cuanto a la represión, Ortega negó que haya presos políticos o desaparecidos.
"Que me pasen ya la lista de cuántos desaparecidos y de cuántos presos políticos hay en este momento en Nicaragua. Que no se utilice la mentira. Que pasen la lista a los señores obispos de la Conferencia Episcopal y que ellos nos la trasladen y vamos a demostrarles que no hay un solo desaparecido y que no hay un solo preso. ¡Todos fueron liberados en su momento! La policía ha sido víctima de esta campaña", afirmó.
El mandatario también dijo que la policía tiene órdenes de no disparar y aseguró que ha habido muertos de todas las tendencias políticas, no solamente opositores.
"Tiene que haber justicia para todos: para los estudiantes de una filiación política y para los de otra filiación política, para policías, para trabajadores. La justicia no puede ser solo para unos. No es que sola de un lado vamos a ver los muertos, los muertos son de todos lados", señaló y apuntó que han invitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al país para que se investigue lo ocurrido.