Este lunes, Gustavo Petro cumple un año al frente del primer gobierno de izquierda de Colombia. Pero su primer aniversario no llega con fanfarria, sino con un inmenso escándalo que incluso podría costarle la presidencia. Su hijo mayor, Nicolás, ha señalado que recibió dinero de personajes ligados al narcotráfico y el contrabando, y que parte de ese dinero terminó en la campaña electoral de su padre.
MIRA: ¿Qué puede pasar con Gustavo Petro ahora que su hijo afirmó que entró dinero ilegal a su campaña?
Nicolás Petro fue una pieza clave de la campaña en el norte de Colombia, en el departamento del Atlántico, e incluso fue elegido diputado regional. Pero la implicación de su exesposa, Daysuris Vásquez, en el desvío de dinero opaco -y una infidelidad de por medio, para ponerle más sazón a la novela- motivó que ella revelara a la prensa en marzo pasado los millonarios gastos del primogénito del presidente.
Desde entonces, el mandatario se desmarcó de su hijo y pidió que se le investigara. El pasado fin de semana, Nicolás y su expareja fueron detenidos, pero él decidió colaborar y prendió el ventilador para salpicar a quien pudiera -sobre todo al presidente- para obtener beneficios penitenciarios.
Es un escándalo del que recién se están conociendo detalles, pero que ha puesto en vilo a todos los colombianos. Al respecto, conversamos con Martha Soto, jefa de la Unidad Investigativa del diario “El Tiempo”.
—¿Cómo afecta a Gustavo Petro, y a la gobernabilidad en Colombia, las revelaciones de su propio hijo?
Sin lugar a duda, este es un nuevo escándalo en las entrañas del propio gobierno, y en este caso es literal porque se trata del hijo mayor del presidente, que va a complicarle la gobernabilidad a tan solo un año de haberse posesionado como jefe de Estado. ¿Qué se espera? Pues se venía hablando desde hace rato de un ajuste en los alfiles que acompañan al presidente en su gabinete, y seguramente ahora con estos nuevos señalamientos tendrá que hacer un esfuerzo adicional para poder impulsar la agenda legislativa que tiene prevista. El presidente está acorralado desde el punto de vista personal, pero en todo caso se ha mostrado muy tranquilo de cara al país porque dice que está seguro de que en su campaña no entraron dineros ilegales y que va a respetar las investigaciones. El 7 de agosto se cumple un año de su primer mandato y es posible que en ese discurso -que todos los colombianos estamos esperando- sepamos qué viene para el país.
—¿Este es el escándalo político más serio en la historia reciente de Colombia después del Proceso 8 mil que complicó al gobierno de Ernesto Samper? ¿Podemos compararlos?
Si bien el escándalo de corrupción de Odebrecht acá en Colombia todavía sigue vivo, no pasó como en Perú o en otros países que escaló hasta las presidencias de la República. Entonces, este caso es comparable con el escándalo del proceso 8 mil, por la infiltración de dineros del narcotráfico en la campaña de Ernesto Samper, pero con una gran diferencia, que en este caso el principal testigo es ni más ni menos el hijo mayor del presidente.
- En 1995, la Justicia colombiana inició una investigación contra el entonces presidente Ernesto Samper por haber recibido dinero del narcotráfico en su campaña electoral.
- El propio Samper fue sometido a un proceso en el Congreso. Tras una estratégica defensa, el proceso quedó archivado y se quedó en la Comisión de Acusaciones Constitucionales de la Cámara de Representantes.
- No obstante, buena parte de su mandato estuvo implicado en las investigaciones.
—Apenas salieron las denuncias en marzo, el presidente dijo en una entrevista que no había criado a Nicolás, luego señaló que él debía enmendar sus errores, pero cuando fue a buscarlo al búnker después de su detención, Nicolás no quiso recibirlo. ¿Le será más difícil al presidente defenderse de su propio hijo?
Es un tema complicado no solo para Gustavo Petro como presidente sino también como padre. Desde diferentes orillas se está pidiendo que la institucionalidad se respete, que se deje actuar a la justicia, y Nicolás Petro tendrá que entregar evidencia que corrobore lo que ya dijo en su ampliación de indagatoria de indiciado, como se dice técnicamente. Pero lo que sí es claro es que hay una persona que une a Nicolás con su padre: se trata de Máximo Noriega, padrino político de Nicolás Petro y también el coordinador de la campaña “Petro Presidente” en la costa. Todo parece indicar, por los audios que exhibió la fiscalía en las audiencias, que él estaba enterado del ingreso de dinero que también se estaban utilizando para algunos actos de campaña. Algunos dicen que era notoria la inversión que se estaba haciendo en la costa en periódicos, en vallas publicitarias y en grandes eventos con incluso 15 mil personas, y que nadie sabía quién lo financiaba. Acá hay varios interrogantes sobre si la campaña se dio o no se dio cuenta de lo que pasaba en la costa, que a nivel de votación fue definitiva para que Gustavo Petro esté sentado ahora en la Casa de Nariño.
—Petro incluso ya nombró a su representante legal para su eventual defensa. ¿Qué es lo que se espera que pase en el Congreso? ¿Se avizora un juicio político? ¿A eso se van a dedicar los legisladores ahora?
Hasta el momento la Fiscalía no ha hablado de compulsarle copias a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, que es el ente idóneo para este tipo de investigaciones cuando está involucrado un presidente. Sin embargo, ya hay congresistas que están anunciando que van a interponer acciones para que la comisión abra una investigación. Ya se ha dicho que se va a acumular con otra investigación previa que ya existía, así que vamos a esperar cómo avanza por dos vías: una en la justicia ordinaria y otra en la Comisión de Acusaciones, donde hay un tono político. El presidente asegura que su hijo ha sido presionado, pero Nicolás Petro ha salido a desmentirlo de manera enfática, incluso en la propia audiencia, señalando que su decisión de colaborar con la justicia es voluntaria y libre.
- Según la Fiscalía, Nicolás Petro recibió dinero de Samuel Santander Lopesierra, excondenado por narcotráfico y conocido como el ‘Hombre Marlboro’; Gabriel Hilsaca, hijo de un empresario vinculado a paramilitares; y Óscar Camacho, un empresario de Cúcuta.
- Por ello, el hijo del presidente ha sido acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
—Este no es el único escándalo del gobierno de Petro. Hace algunas semanas se supo de escuchas ilegales de su exjefa de gabinete y su exembajador en Venezuela también dijo que entró dinero ilegal en la campaña. ¿Cómo se sigue sosteniendo su discurso de cambio y de lucha anticorrupción?
Las conductas penales son individuales y el presidente no puede responder por lo que hagan terceros, es muy difícil endilgarle las conductas de otras personas. Algunos señalan que era notorio lo que estaba pasando con Nicolás Petro y por eso la familia se había distanciado, la propia madre le había asegurado que algunas de las casas que tenía parecían de mafiosos. Había varias alarmas que se estaban prendiendo y la gran pregunta es si nadie se dio cuenta en el entorno presidencial.
—¿Con este escándalo se empodera el uribismo?
Yo creo que eso lo sabremos en las urnas en las elecciones regionales de octubre, pero sin duda alguna termina golpeando a la izquierda y ese proyecto que estaba encarnado en Gustavo Petro. Pero la derecha también llega golpeada por una imputación de cargos que se ha hecho a un miembro del Centro Democrático (uribista), que es Oscar Iván Zuloaga, por el caso Odebrecht.