"El Universal" de México / GDA
El obispo de la Diócesis de Aguascalientes, México, José María De La Torre, de nuevo se pronunció en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, porque dijo que al aprobarse ese tipo de uniones, se abriría el camino para que más adelante se permita que las personas se casen con animales.
A menos de 15 días de que llamó "invertidos" a los homosexuales, reiteró su rechazo a las bodas de hombres con hombres o mujeres con mujeres, porque sería abrirle la puerta a un experimento social muy peligroso.
"El día de mañana cualquier cosa va a ser familia, pero ya no va a ser familia verdad y si por ahí vamos, el día de mañana se podrá casar un señor con un perrito o con una perrita y van a poder adoptar perritos, dar herencia a los perritos y así, o sea que se abre la puerta a un experimento social peligrosísimo", dijo el religioso.
En defensa a la familia tradicional, la iglesia trata de hacer entender la ley natural, comentó en rueda de prensa.
Ante las manifestaciones de la comunidad gay que le pide "se abstenga de discriminarlos" y respete sus derechos humanos, el obispo admitió que no es nadie para juzgarlos.
"Yo no les dije invertidos, yo estaba hablando de la inversión de valores, que si la legislatura pronuncia una ley que denigra a la familia, pues eso invierte los valores", acotó.
Empero, destacó su compromiso para apoyar a las personas a que retomen el camino del bien.
En el Congreso local se debate una iniciativa para legislar en Aguascalientes el matrimonio entre personas del mismo sexo, a la vez la comunidad gay promueve amparos para que se permitan las uniones civiles entre parejas del mismo sexo en esta entidad.
El jerarca de la Iglesia Católica conminó a los diputados a pensar en su familia, y en la población que no olvida a quienes atentan o destruyen la institución de la familia.