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En la madrugada de este sábado 5 de noviembre, una noticia conmocionó a los habitantes del Suroeste antioqueño, en Colombia. La joven Paula Andrea Restrepo Parra fue encontrada con signos de violencia sexual y tortura en el corregimiento de Santa Rita del municipio de Andes.
Según informaron medios locales, la estudiante de 18 años fue hallada al borde de una carretera con graves lesiones, por lo que fue trasladada al hospital local, donde falleció horas más tarde.
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La joven había salido de la Institución Educativa del corregimiento en la tarde del viernes e iba camino a su casa. Sin embargo, nunca llegó y fue reportada como desaparecida. En ese momento, familiares y amigos iniciaron la búsqueda, que terminó hacia las 8 de la noche.
Ante el atroz crimen, las autoridades departamentales y locales desarrollaron un consejo extraordinario de seguridad en la zona para establecer las medidas que permitan esclarecer lo sucedido.
Medidas de las autoridades
Carlos Alberto Osortio, alcalde de Andes, rechazó categóricamente el homicidio de la joven. “La institucionalidad está reunida con el interés de que en el menor tiempo posible podamos dar con los responsables de este hecho”, apuntó el mandatario.
Por su parte, el secretario de Seguridad de Antioquia, Oswaldo Zapata, confirmó que un fiscal especializado de la unidad de vida de la seccional Antioquia de la Fiscalía General de la Nación dispuso de una serie de medidas para que, en un equipo conjunto, se puedan individualizar a los presuntos responsables.
Además, informó que la gobernación de Antioquia entregará 50 millones de pesos (10 mil dólares) por información que permita esclarecer lo sucedido.
“En relación con las informaciones que circulan en redes sociales sobre la presunta autoría de algunas personas, pedimos mucha prudencia y responsabilidad”, señaló el secretario, quien recordó que los canales para enviar información son los números 3185324229 y el 3124010248 de la Policía Nacional y el CTI.
Finalmente, el funcionario hizo un llamado para que la sociedad y las instituciones se unan en torno a la protección de la vida de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres.
