Santiago. Comandos policiales ingresaron hoy al Ministerio de Educación en Chile y desalojaron a 30 escolares que habían ocupado el recinto, exigiendo educación gratuita y de calidad.
La operación, que los jóvenes calificaron de "represión", dejó seis detenidos, según el jefe de la unidad de Fuerzas Especiales, prefecto Óscar Salazar.
La dirigenta estudiantil Lorenza Soto, quien lamentó los hechos, denunció que varias jóvenes "fueron víctimas de manoseos al momento del desalojo".
La protesta ocurrió en momentos en que gobierno y oposición negocian sendas reformas tributarias y educacionales, para responder a las exigencias estudiantiles.
EL PROBLEMA CAPITAL
La demanda por educación gratuita, que estalló en las masivas protestas iniciadas en el 2011, es una de la principales preocupaciones ciudadanas, según las encuestas.
Las familias chilenas, que deben pagar hasta 900 dólares mensuales en las universidades públicas para que sus hijos estudien, deben endeudarse en miles de dólares para financiar esos estudios.
La crisis, que desde el 2011 dejó miles de estudiantes detenidos y dos muertos en protestas, divide posiciones dentro y fuera del oficialismo.
MARCADA DESIGUALDAD
Las demandas estudiantiles, que en el 2011 fueron apoyadas incluso por una treintena de estudiantes de liceos en huelga de hambre, están ligadas a la desigual distribución del desarrollo en el país.
Por ejemplo, en los hogares más pobres sólo un 65% de los jóvenes logra terminar el colegio antes de los 24 años, según cifras oficiales.
En oposición, en los hogares más ricos, los jóvenes de ese grupo de edad han tenido uno a dos años de estudios superiores a esa misma edad.