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Redacción EC

La Paz. Una persona murió y más de 60 resultaron heridas durante violentos choques producidos este miércoles entre seguidores y opositores del gobierno de en la ciudad de , centro de , en nuevas protestas tras la cuestionada reelección del mandatario, informaron medios locales.

Limbert Guzmán, un estudiante de 20 años, ingresó con muerte cerebral en un hospital de Cochabamba tras sufrir graves heridas en unos enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente del país, Evo Morales. El joven se convirtió en la tercera víctima mortal por la violencia en Bolivia desde las recientes elecciones.

El parte médico indicó que el joven ingresó en el hospital Viedma con “traumatismo cráneo encefálico grave, fractura de base de cráneo y muerte cerebral”.

"Presentó un paro cardio respiratorio, que inmediatamente fue reanimado por más de 20 minutos y los esfuerzos fueron vanos falleciendo el paciente a horas 20:45″, hora local (01:45 GMT del jueves), señaló el informe.

La Defensoría del Pueblo de Bolivia, a través de Twitter, lamentó el fallecimiento “como consecuencia de los violentos enfrentamientos en el sector del puente Huayculi en la ciudad de Cochabamba”.

Demandamos al Ministerio Público investigue y se sancione a los responsables de su muerte”, escribió la Defensoría en la red social.

El joven fallecido era uno de los 34 heridos en una ola de violencia desatada durante esta jornada en la región central de Cochabamba.

El comandante general de la Policía de Bolivia, Yuri Calderón, explicó a los medios en La Paz que la mayoría de los heridos lo fueron por contusiones de palos y piedras.

El jefe de la Policía afirmó que los heridos se produjeron en choques entre grupos de manifestantes en los que fueron utilizados explosivos.

La región de Cochabamba registró desde primera hora de la mañana hasta entrada la noche graves enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente Evo Morales.

Ambos bandos se pelearon con piedras, palos y petardos, e incluso unos estudiantes lanzaron cohetes con bazucas artesanales. La televisora privada Unitel mostró que algunos de ellos portaban escudos metálicos para protegerse de los objetos que se lanzaban mutuamente.

Como efecto de los conflictos, la alcaldía del poblado vecino de Vinto, en manos del partido gobernante MAS, fue quemada. Su alcaldesa, Patricia Arce, fue acusada por una turba de vecinos de promover la violencia, trasladando campesinos progobierno, por lo que fue maltradada y humillada públicamente.

Una turba le cortó el cabello, la embadurnó con pintura roja y la obligó a caminar descalza por varios cuadras del poblado, mientras la gente le gritaba “¡asesina, asesina!”. La Policía logró rescatarla horas después.

En Cochabamba, los sindicatos de campesinos, principalmente de mujeres, comenzaron temprano una marcha para restablecer la circulación de vehículos en vías bloqueadas desde hace días por opositores.

“Evo, amigo, el pueblo está contigo” y “Evo no estás solo, carajo”, coreaban los manifestantes oficialistas, que luego chocaron contra universitarios opositores en la Plaza Bush y en otras zonas de Cochabamba.

También había protestas este miércoles en las ciudades de Santa Cruz (este), Sucre (sureste), Tarija (extremo sur) y Potosí (oeste) en contra de la reelección de Morales, en el poder desde el 2006.

En casi todas estas ciudades los opositores obligaron este miércoles a cerrar oficinas estatales, así como de empresas públicas, entre ellas la de telecomunicaciones Entel, la petrolera YPFB y la aerolínea BOA.

Los opositores inicialmente rechazaban los resultados de la votación del 20 de octubre, que dieron a Morales la reelección en primera vuelta, pero ahora demandan nuevos comicios y la renuncia del presidente y de todas las autoridades electorales.

En La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, los funcionarios del Servicio de Impuestos rompieron por la fuerza el cerco de opositores y comenzaron a atender normalmente.

La Agencia Nacional de Hidrocarburos advirtió sobre un posible desabastecimiento de gasolina de persistir los bloqueos de calles.

“Se imposibilita el abastecimiento de las estaciones de servicio y la posterior venta al consumidor final”, dijo la entidad en un comunicado.

Las marchas estaban convocadas por grupos de mujeres y productores de hoja de coca afines a Morales, por un lado, mientras que por otro estaban organizadas por trabajadores fabriles y otros sectores que piden la renuncia del mandatario por un supuesto fraude a su favor en las elecciones del pasado 20 de octubre.

Partidarios al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” y cocaleros marcharon hasta el centro de la ciudad.


Igualmente, la Coordinadora en la Defensa de la Democracia, la Federación de Trabajadores Fabriles y grupos como el denominado La Resistencia se movilizaron por varias zonas de Cochabamba.

Las protestas se suceden desde hace más de dos semanas en Bolivia después de que oposición y movimientos cívicos denunciaran fraude en el recuento de votos a favor del presidente, al que el órgano electoral dio vencedor para un cuarto mandato consecutivo.

La oposición y los comités cívicos del país no reconocen la victoria, exigen la renuncia de Morales y reclaman nuevas elecciones.

La pasada noche hubo al menos diez heridos en La Paz en disturbios entre simpatizantes del presidente que defienden su continuidad en el poder y detractores que demandan que renuncie.

— Violentos incidentes en La Paz y El Alto —

La ciudad de La Paz y su vecina de El Alto registraron la noche de este miércoles incidentes entre defensores y contrarios al presidente de Bolivia, Evo Morales.

Los incidentes en ambas ciudades se prolongaron hasta la medianoche, con choques con la policía, que empleó gases lacrimógenos para dispersar a los violentos.

El centro de La Paz fue el escenario de los enfrentamientos en una zona cercana a la sede del gobierno de Bolivia, donde el martes en la noche también hubo protestas con una decena de heridos.

Esta vez los disturbios se produjeron entre grupos de universitarios que exigen la renuncia del presidente, al que acusan de fraude a su favor en las elecciones del 20 de octubre, y mineros que defienden la victoria de Morales para un cuarto mandato.

Una fuerte lluvia contribuyó a dispersar a los grupos de violentos.

El ministro de Defensa de Bolivia, Javier Zavaleta, en declaraciones a los medios cerca del lugar, atribuyó “la escalada de violencia en el país” a un llamado del líder cívico Luis Fernando Camacho, que horas antes había llegado a La Paz con intención de entregar una carta a Evo Morales para que firme su renuncia.

Zavaleta culpó al líder del Comité Pro Santa Cruz de instigar a “grupos de choque organizados, que están viniendo a provocar”, a la vez que lo invitó a que “haga un llamado a pacificar y repliegue a estos grupos”.

En la vecina ciudad de El Alto también hubo enfrentamientos, que dispersó la policía con gases lacrimógenos, junto a la autopista que comunica esta urbe del altiplano con La Paz.

Un grupo de universitarios que había quedado bloqueado en el aeropuerto internacional de El Alto, por manifestantes afines a Evo Morales, pudo salir en la noche, según un comunicado del Ministerio de gobierno (Interior) de Bolivia.

Los universitarios, que permanecieron acorralados por varias horas, habían acudido en la tarde a recibir a Camacho, procedente de la ciudad boliviana de Santa Cruz.

Fuente: EFE/AFP

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