Las protestas estallaron cuando unos estudiantes en Chile, el 18 de octubre, manifestaron por los aumentos de las tarifas del metro, que rápidamente se convirtieron en el brote más grave de disturbios sociales desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990. (Foto: AFP).
Las protestas estallaron cuando unos estudiantes en Chile, el 18 de octubre, manifestaron por los aumentos de las tarifas del metro, que rápidamente se convirtieron en el brote más grave de disturbios sociales desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990. (Foto: AFP).
/ JAVIER TORRES
Redacción EC

Santiago. [AFP]. Estudiantes de volvieron a protestar en el inicio del año escolar, saltando torniquetes en algunas estaciones del metro, en un momento en el que se revitalizan las manifestaciones sociales en .

Centenares de estudiantes secundarios se manifestaron en una decena de las 136 estaciones del subterráneo, que debieron cerrar sus puertas como medida de precaución.

Algunos de los que lograron ingresar, traspasaron los torniquetes de entrada, tal como lo hicieron en el inicio de las protestas sociales el 18 de octubre.

En la estación Quinta Normal del centro de Santiago, los estudiantes se sentaron en el borde del andén, provocando un “corte de la corriente eléctrica”, que obligó a suspender el servicio, informó la empresa Metro en su cuenta oficial de Twitter.

La policía desplegó decenas de agentes antidisturbios en las afueras de las estaciones de metro y las calles del centro de Santiago, donde grupos de estudiantes gritaron consignas en contra del gobierno del conservador Sebastián Piñera.

Las protestas se realizan en el marco de un llamado a reactivar, a partir del mes de marzo, las protestas sociales que los mismos estudiantes iniciaron en octubre, y que derivaron en violentas manifestaciones callejeras, saqueos, incendios y ataques al comercio, que han dejado 31 muertos.

Los estudiantes exigen una profunda reestructuración del sistema educativo chileno, junto con otras reformas sociales.

El gobierno chileno, junto a las autoridades del fútbol local, anunciaron la suspensión el partido entre Universidad Católica y Unión Española que debía jugarse por la sexta fecha del torneo criollo el viernes -día en el que se espera masivas protestas- ante la falta de policías que colaboren en la seguridad del partido. El resto de los encuentros se jugará con normalidad.

El lunes por la noche en varios puntos de Santiago y otras ciudades de Chile se registraron violentos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía, que dejaron unos 300 detenidos y cerca de 76 policías heridos.

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