"Recibiremos al papel como a la Virgen de Guadalupe"

GABRIELA QUEVEDO CASTAÑEDA (@gabrielaquev)

Juan Carmona, director de "El Impulso", cuenta las horas para que las 18 bobinas de papel, que le corresponden de la caravana enviada por Andiarios (Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos), lleguen a sus instalaciones.

La carga de 52 toneladas que se repartirán entre "El Nacional", el "Nuevo País" y el diario más longevo de Venezuela, en proporción a su tiraje, les dará a cada uno 8 días de circulación. La semana de tensión que tuvieron que pasar aguardando por este valioso insumo ya quedo atrás, como una treta más del chavismo.  

"En este momento, están terminando de cargar las gandolas (camiones)", indica Carmona desde su oficina en Barquisimeto, donde se imprime "El Impulso".  Lo que más le preocupa es que el papel llegue maltratado. "No sé cómo hayan manipulado en estos días a las bobinas, nuestro reportero destacado allá ha tomado unas fotos que evidencian que algunas están en mal estado". 

El director de este diario que, como otros, se ha visto obligado a reducir sus páginas (hasta setiembre salía con 36 páginas, y ahora solo llegan a doce) cuenta con que la carga llegue mañana al medio día. "La colectividad general, hasta los estudiantes están llamando para organizar el recibimiento de la caravana. Recibiremos al papel como a la Virgen de Guadalupe", asegura entre risas. 

La restricción de divisas y la engorrosa gestión para la compra de papel ha provocado una crisis que ha llevado a 13 diarios venezolanos a suspender su publicación. 

Los tres diarios más tradicionales de Venezuelas culminarán la semana con el cargamento que solidariamente han enviado los diarios colombianos. De acuerdo a la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) en las próximas semanas otros tres diarios se animarán a hacer otro envío. "Aún no se conocen los diarios que recibirán este papel, ni la cantidad que será enviada, ni cuando se enviará exactamente", contó Carmona el día de ayer. 

El Comercio ha mantenido comunicación con el director de "El Impulso" el miércoles y jueves, a la espera de la nacionalización de la carga de papel. Durante las comunicaciones se pudo recoger las impresiones y el sentir de un medio que agoniza por papel.  

LA RUTA DE LA CARAVANA
Entre Zulia, estado fronterizo con Colombia donde se encuentran la oficina de Aduanas que ha retenido el papel, y Barquisimeto, hay 6 horas y media de camino. Pese a ello, la caravana del papel se tomará cerca de 17 horas en llegar. Los encargados de están cumpliendo con las indicaciones de Andiarios: el papel no puede transitar de noche.

La asociación de diarios colombianos ha estipulado también que la carga viaje en caravana. Por ello, el primer diario en recibir el insumo será "El Impulso". 

"Barsuisimeto está en el centro occidente de Venezuela y Zulia, al noroeste, en la península de la Guajira, es decir, en la puntica de Colombia, en el extremo superior derecho de ese país", con estas referencias, Juan Carmona nos explica el recorrido que seguirán la empresa de carga contratada por "El Nacional", medio que fue elegido representante por los otros dos diarios.

"Luego bajan por el puente de Maracaibo, se vienen por la ruta que atraviesa Barquisimeto y después ya van para Caracas", añade Carmona.  

Mañana a las 2:00 p.m. trabajadores de "El Impulso", entre periodistas y personal de planta, jóvenes estudiantes y adultos, se concentrarán en la plaza del Obelisco, zona emblemática de la ciudad más poblada del estado de Lara. Desde allí acompañarán a la caravana hasta la sede del diario ubicado en la urbanización El Parque.

"El Obelisco está en el límite de la ciudad, todos caminaremos al diario que se ubica en el otro extremo, donde el personal recibirá y depositará las bobinas en el almacén", relata Juan Carmona. Este diario tiene doble valor sentimental para él, más allá de ser su director, la publicación es patrimonio de su familia.

"El Impulso" imprimirá ocho ediciones con el papel que salió de Colombia el 1 de abril apenas inicie mayo. Antes debe terminar el stock que ha comprado de vendedores internos, quienes les han permitido sobrevivir hasta ahora.