Bogotá. El presidente de Colombia, , anunció que en cuatro meses decidirá si continúa o suspende el proceso de paz con las FARC, lo que depende del cumplimiento por parte del grupo guerrillero de un acuerdo logrado hoy para disminuir la intensidad del conflicto armado.

"Vamos a estar vigilantes sobre lo que hoy se pactó. Y en cuatro meses, a partir de ahora, dependiendo de si las FARC cumplen, tomaré la decisión de si seguimos con el proceso o no", dijo Santos en una alocución por radio y televisión.

El jefe de Estado se refirió a un pronunciamiento conjunto de los negociadores de su gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes dijeron en La Habana que acordaron un plan para el desescalamiento del conflicto, en busca de llegar lo más pronto posible a un alto el fuego definitivo.

El anuncio fue hecho en la capital cubana, sede del proceso de paz desde noviembre del 2012, cuando las negociaciones pasan por un momento difícil ante la pérdida de apoyo de los colombianos, que se ha medido en encuestas, por el notable incremento de la intensidad del conflicto.

Santos señaló que después de llegar a acuerdos en los primeros puntos de la agenda, el proceso de paz llegó a una instancia en la que es necesario "comenzar ya a frenar las muertes, la destrucción y el dolor que deja cada día este enfrentamiento absurdo".

"En esta dirección, las FARC hoy se comprometieron a mantener la suspensión unilateral de todo tipo de acciones ofensivas. Y si ellos suspenden su ofensiva contra el país, nosotros también procederemos a desescalar las acciones militares", expresó.

Sin embargo, el mandatario advirtió que así como las Fuerzas Armadas acatarán la orden del gobierno de iniciar una gradual disminución de sus operaciones contra las FARC, también reanudarán la ofensiva ante un eventual incumplimiento guerrillero.

"Que quede claro: no vamos a desproteger ni un segundo a los colombianos", sostuvo.

Santos admitió que el proceso de paz ha tenido altibajos, pero salió en su defensa al insistir en que nunca antes una negociación con las FARC había llegado tan lejos con acuerdos preliminares.

Asimismo, reiteró que desde un comienzo el gobierno se trazó unas "líneas rojas" que no está dispuesto a pasar, entre ellas que no se discutirá el sistema democrático, el modelo económico, la propiedad privada ni el tamaño y futuro de las Fuerzas Armadas.

Al defender su negativa a estudiar una tregua bilateral desde el inicio de las negociaciones, como con insistencia han propuesto las FARC, Santos dijo que lo mejor era entablar las conversaciones en medio del conflicto.

"La experiencia nos ha demostrado que discutir desde el principio el cese al fuego hace que la negociación se centre en eso y no se avance en los temas de fondo. Porque no podíamos permitir que la guerrilla aprovechara de nuevo esos espacios para fortalecerse militar o políticamente. Porque, sin presión militar, se generaría un incentivo perverso para dilatar las negociaciones", afirmó.

Además, señaló que el objetivo principal del proceso de paz no es pactar una tregua bilateral, sino llegar a un acuerdo para el cese definitivo de hostilidades y la desmovilización de las FARC.

El presidente manifestó que si las partes llegan a un acuerdo sobre el tema de justicia transicional se podrá decir "sin lugar a dudas" que la negociación culminará con la firma de la paz.

"Tenemos que lograrlo, y, a pesar de las dificultades, que no niego, vamos a lograrlo, con el apoyo del país y del mundo entero, que también nos mira con esperanza e interés", dijo Santos sobre el eventual final del conflicto armado de cinco décadas de duración.

Fuente: DPA

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