Cómo hizo Massa para lograr una sorprendente remontada en las elecciones en Argentina

El triunfo del oficialista Sergio Massa con casi siete puntos de ventaja sobre el economista libertario Javier Melei fue la sorpresa de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Argentina. Ambos disputarán el balotaje el próximo 19 de noviembre.

Massa, de 51 años, es el actual ministro de Economía de Argentina en el Gobierno del peronista Alberto Fernández. Es señalado de ser uno de los causantes de la grave crisis por la que atraviesa el país, que registra una inflación interanual de casi 140 % a setiembre y un nivel de pobreza que se sitúa en 40,1 %. Nada de ello impidió su enorme remontada con respecto a lo que consiguió en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto pasado.

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En las PASO, Massa obtuvo el 21,43 % de los votos, mientras que Milei consiguió el 29,86 %. Por ese antecedente y por los resultados de las encuestas publicadas antes de las elecciones del domingo 12 de octubre el libertario era el gran favorito para ubicarse en el primer lugar, con una clara ventaja, aunque insuficiente para evitar el balotaje.

Pero ocurrió todo lo contrario. Al 99% de las mesas escrutadas, Massa, de la formación Unión Por la Patria, consiguió el 36,68 % de los votos; mientras que Milei, de La Libertad Avanza, logró el 29,98 %. Así, el peronismo sumó unos 2 millones de votos más que los conseguidos en las PASO. Además, recuperó ocho de las provincias donde había perdido en agosto. ¿Por qué Massa logró esta inesperada remontada?

De acuerdo con un análisis de los resultados hecho por el diario La Nación, Massa ganó de lejos en la provincia de Buenos Aires y recuperó votos en el norte del país. Mientras que Milei retuvo 10 distritos electorales de los 16 que ganó en las primarias de agosto.

En la provincia de Buenos Aires, Massa superó el 43% de los votos. Ello apuntaló su victoria a nivel nacional, pues con respecto a las PASO aumentó su caudal electoral en más de 10 puntos porcentuales en el distrito electoral que aglutina el 40% del padrón del país, precisa La Nación.

Milei solo mejoró un punto porcentual en la provincia de Buenos Aires. Mientras que Patricia Bullrich, que se ubicó en el tercer lugar el domingo, se hundió al menos 6%, indica el diario argentino.

La Nación citó otros ejemplos de la remontada de Massa. En Tucumán el peronista consiguió 45% de los votos, cuando en las PASO apenas había superado el 30%. Mientras que Milei obtuvo el 13 de agosto más del 35% y el domingo mantuvo ese apoyo, pero Bullrich perdió más de siete puntos porcentuales y quedó en 14%.

En la provincia de Jujuy, Milei mantuvo el apoyo que consiguió en las primarias, pero Massa aumentó su rendimiento en 11 puntos porcentuales y trepó al 31% de los votos. Bullrich, que había sacado el 23% en las PASO, ahora no llegó al 20%.

Massa le arrebató Río Negro a Milei, pues alcanzó el 37% de los votos -en las PASO obtuvo el 26%- y el libertario quedó segundo con el 33%, pese a que venía de obtener el 37% en las primarias.

¿Pero cuál fue la estrategia de Massa? Según los analistas, logró unificar el voto del peronismo, la fuerza política que ha dominado Argentina en las últimas décadas.

Durante las PASO, los analistas interpretaron que a Massa le convenía más competir en segunda vuelta con Milei antes que con Bullrich, que por eso no atacaba al libertario. Las propuestas radicales de Milei eran más fáciles de derrotar que un programa encabezado por la candidata de centroderecha.

La Nación explicó cómo fue el último tramo de la campaña para la primera vuelta: Patricia Bullrich prometía orden y un sistema bimonetario como alternativa a los múltiples tipos de cambio vigentes en el país. Por su parte, Javier Milei apelaba a la dolarización y a no intentar un “cambio con los mismos de siempre”. Ambos iban por un ajuste: Juntos por el Cambio (Bullrich) enfocado en el Estado; y La Libertad Avanza en lo que Milei denomina “la casta”.

Las propuestas de sus rivales dieron pie a Unión por la Patria a sembrar la idea de que “vienen por todo, vienen por tus derechos”, remarca La Nación.

Vienen por tus derechos también se puede interpretar como van por los subsidios, por tu bolsillo. La Nación indicó que en Argentina hay 18,7 millones de personas que de alguna forma reciben dinero del Estado, entre jubilados, pensionistas, beneficiarios de planes sociales, pensiones de gracia, etc. Además, hay unos 3,8 millones de empleados públicos. A decir de los peronistas, todo eso está en peligro si no gana Massa.

“En Aerolíneas Argentinas se editó un video en el que se lo presentaba (a Massa) como la única opción, ya que el resto ‘querría cerrar la línea de bandera’; en los trenes les aseguraron a los pasajeros que sus tarifas se dispararían de $56 a $1.100 en todas las pantallas; y así fue en cada uno de los rincones del sector público, donde el ‘aparato’ de comunicación funcionó a la perfección. La macroeconomía y el déficit de US$3,5 millones que suponen los trenes estatales quedaron muy lejos para una población sumida en la desesperanza y el cansancio, que revelaron todos los sondeos que reflejan el clima de época del 2023″, escribió en La Nación el periodista José del Río.

A fines de agosto, Massa también anunció una serie de medidas para enfrentar la devaluación y la aceleración de la inflación, algo que fue interpretado por los especialistas y por sus opositores como un intento del Gobierno por ganar votos para el candidato oficialista de cara a las elecciones de octubre.

A esas mediadas la oposición denominó “Plan Platita”. La Nación explica que Massa decretó el reintegro del 21% de las compras en supermercados, sin importar si es un alimento de la canasta básica, un electrodoméstico o un producto suntuario. Postergó el aumento de las tarifas de energía y de transporte; decretó un bono de 20.000 pesos para desempleados y otro de 94.000 pesos para trabajadores informales; lanzó un alivio fiscal para trabajadores autónomos; un refuerzo mensual para jubilados; una suma fija para empleados del sector privado; refuerzos en la Tarjeta Alimentar y Potenciar Trabajo, y un nuevo programa Previaje, entre otras medidas.

Si se hace una simple suma, se diría que Milei ya tiene asegurada la victoria el 19 de noviembre, pues por cuestiones ideológicas los votos de Bullrich tendrían que ir al libertario, con lo que superaría el 50%. Pero la situación no es tan fácil. Además, los antecedentes dan cuenta de que en el pasado Massa se ha acercado a la centroderecha hasta contibuir con una victoria presidencial.

El domingo en la noche, tras conocerse los resultados, Milei fue el primero en pronunciar un discurso. Dijo que era “un día histórico” por haber logrado, en solo dos años de existencia de su partido, “disputar el poder a lo más nefasto que dio la historia moderna”, el kirchnernismo, que “es lo peor que le ha pasado a la Argentina”.

Luego siguió Massa, quien convocó a “un Gobierno de unidad”, y afirmó que, con él, “la grieta se acabó” a partir del 10 de diciembre, cuando debe asumir el próximo presidente de Argentina.

“Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poner punto final a la idea de la destrucción del otro, a la idea del amigo/enemigo. Si hay algo que ha quedado claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa”, dijo.

Se opta entre “un país que nos abrace a todos o un país del sálvese quién pueda”, añadió.

También pidió el voto de quienes se inclinaron por la abstención en primera vuelta.

En la celebración de Massa no estuvieron el presidente Alberto Fernández ni la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien se lleva mal. Tampoco los mencionó en su discurso.

Pero Massa no siempre estuvo alejado del kirchnerismo. En el 2007 la entonces presidenta Cristina Kichner lo nombró jefe de Gabinete, tras la renuncia de Alberto Fernández. Massa estuvo dos años en el cargo.

En el 2009 volvió a la alcaldía de Tigre, desde donde empezó a perfilar su futuro político.

Formó su partido, el Frente Renovador, con el que compitió para las elecciones del 2015 contra la corriente kirchnerista del peronismo.

En las presidenciales de ese año Massa se enfrentó a Daniel Scioli, llamado a ser el sucesor de Cristina Kirchner, y Mauricio Macri, el candidato de la derecha.

Massa quedó tercero con el 21% de los votos, detrás de Macri y Scioli, quienes pasaron a segunda vuelta.

En la segunda vuelta Massa apoyó a Macri, quien terminó ganando la elección y se convirtió en presidente de Argentina.

“Yo con el kirchnerismo no voy ni a la esquina, porque lo único que el kirchnerismo tiene que explicar en esta etapa es campos, hoteles, aviones… yo no tengo nada que ver con eso... Nunca más, para mí es una etapa terminada”, dijo Massa en el 2015, cuando señaló a Cristina Kirchner de buscar inmunidad parlamentaria ante una eventual condena por corrupción cuando esta se presentó a las elecciones para el Senado.