Hace unos días, el político conservador mexicano Eduardo Verástegui llegó a Lima para promocionar el estreno en el Perú de “Sound of Freedom”. No fue un evento menor: el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, también celebró la llegada de la cinta que sorprendió al mundo al ubicarse como tercera en la taquilla estadounidense, solo detrás de “Oppenheimer” y “Barbie”.
Inspirada en las anécdotas del mormón Tim Ballard, exagente del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., la película se toma “licencias creativas” para hablar sobre el secuestro de menores para la explotación sexual.
Y es justamente esa lucha loable la que distrae de las ideas polémicas que sostienen sus protagonistas y promotores, así como de varias acusaciones a Operation Underground Railroad, empresa fundada por Ballard -quien la lideró hasta el último julio, según Vice- señalada de “distorsionar la naturaleza compleja del negocio del tráfico sexual”, “hacer poco para ayudar a sus víctimas [...] e incluso poner a los niños en peligro para hacerlos”.
En este artículo, recordamos aquello que se esconde detrás de la cinta que acaba de estrenarse en la cartelera local.
Delirios de QAnon
Para Jim Caviezel, protagonista de “Sound of Freedom”, “el imperio del adrenocromo” está impulsando la demanda de la trata de niños. Se lo dijo a Steve Bannon, otrora asesor del exmandatario estadounidense Donald Trump recordado por frases antisemitas, en el podcast “War Room”. Caviezel coincide con QAnon, grupo conspiracionista que se hizo presente en el asalto al Capitolio para defender a Trump y su supuesta misión: continuar “una guerra secreta contra pedófilos de las élites del Gobierno, las empresas y los medios de comunicación de EE.UU. que adoran a Satanás”, como recuerda la BBC.
En ese contexto es que se explica la presencia del adrenocromo: el mismo Caviezel lo define como una droga “10 veces más potente que la heroína” y cuyas propiedades místicas pueden “hacerte lucir más joven”. El monstruo se hace más grande porque QAnon asevera que se “extrae de la sangre de niños maltratados”.
Pero es mentira. Según la agencia EFE, dicho compuesto no se obtiene de humanos (es sintético), tampoco tiene efectos narcóticos y su “uso médico es para detener sangrados”.
Los delirios de Caviezel molestaron al director del filme, Alejandro Monteverde, quien contó a “Variety” que esas declaraciones “dañaron” la película. Aunque exagera: la discusión sobre “Sound of Freedom” parece obviar estos asuntos -así como que el mismo Caviezel apareció en una convención de QAnon en Las Vegas-. De hecho, ya se barajaría una secuela.
Forbes explica que tiene raíces en perspectivas antisemitas que acusan a las élites de Hollywood de adorar a Satanás y dirigir una enorme red de tráfico de niños. Según ellos, el objetivo es drenar su sangre, elaborar adrenocromo y así conservar su juventud.
Secuestro, trata y explotación sexual
Lo de Jim Caviezel podría parecer una mala coincidencia. Tal como lo afirma NPR, la cinta no hace referencias al adrenocromo. Pero sí Tim Ballard.
En una entrevista al profesor universitario e influencer conservador Jordan B. Peterson, Ballard declaró que era un asunto real del que fue testigo en África. “Es medicina de brujos. Ellos toman a los niños, les quitan sus órganos, su sangre y se la beben”, dijo. Sucede que a veces Ballard se distancia diametralmente de las acusaciones de QAnon que señalan a las élites hollywoodenses como líderes de la conspiración; pero otras, no tanto.
En una entrevista al portal Semana, Ballard recordó que “la parte central de la película es una operación que ocurrió en la vida real en Colombia, el 11 de octubre del 2014″. Y agregó: “Hay una demanda de millones de pedófilos y traficantes, hombres adictos. Hay millones de personas de diferentes posiciones [económicas] y todas los sectores, que no quieren que el mundo sepa de este secreto”.
Ese gran engaño mundial es destacado por el diario “El País”, que apunta que la cinta se colocó “en el epicentro de la conversación cultural y hasta política en Estados Unidos”, en lo que respecta a las “teorías que asocian a ciertas élites liberales con el tráfico de menores”.
Pero, ¿qué dicen las cifras?
Según las Naciones Unidas, en su Informe Global sobre la Trata de Personas, en los últimos 15 años “el número de niños y niñas” víctimas de trata de personas se triplicó. Además, según su investigación, las niñas suelen ser explotadas con fines sexuales, en tanto que los niños son utilizados para trabajos forzados. La extracción de órganos a veces suele ser una práctica.
Pero la ONU es más precisa: “En general, el 5% de las víctimas fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, el 38% fueron explotadas para trabajos forzados, el 6% sometidas a actividades delictivas forzadas, mientras que el 1% fue obligado a mendigar y en menor número a matrimonios forzados, extracción de órganos y otros fines”.
De igual forma, USA Today cita el estudio “Sex Trafficking of Minors in the U.S.: Implications for Policy, Prevention and Research”, que asevera que menos del “10% del tráfico de menores involucra el secuestro”.
Y no es lo único a tener en consideración.
Sobre Operation Underground Railroad (OUR), “The Washington Post” recuerda que “también ha sido acusada de distorsionar la naturaleza compleja del negocio del tráfico sexual, de hacer poco para ayudar a sus víctimas a pesar de sus dramáticos videos mordaces e incluso poner a los niños en peligro para hacerlos”.
El medio agrega que OUR dice trabajar con “organizaciones para garantizar que las víctimas obtengan apoyo a largo plazo”, pero que no es así. El portal Foreign Policy (FP), citado por el “Post”, cuestiona al “pequeño grupo dirigido por mormones” y afirma que su capacidad es mucho menor a la que ostentan. El “Post” agrega: “FP informó que un gran grupo de niñas dominicanas que el grupo rescató en el 2014 volvieron a estar solas una semana después”.
“The Washington Post” también halló otras mentiras en las argumentaciones de Tim Ballard. Uno de sus verificadores de datos, “no encontró evidencia para la afirmación de Ballard de que 10.000 niños son introducidos de contrabando a Estados Unidos para tener relaciones sexuales anualmente, un argumento que habría llegado al discurso del Estado de la Unión de Trump en el 2019″.
Pero Ballard no es el único que comparte información inexacta o sin evidencia.
Eduardo Verástegui es otro.
El político mexicano está vinculado a la ultraderecha mundial, respaldado tibiamente por Donald Trump, recientemente condecorado por el alcalde de Lima, unido al candidato presidencial argentino libertario Javier Milei y al dictador de El Salvador,
El Salvador y Costa Rica sí se comprometen a luchar contra la trata de niños. @SOFMovie2023. Gracias, presidentes @nayibbukele y @RodrigoChavesR, por el ejemplo en esta lucha que estamos abrazando y que vamos a ganar. Gracias por su compromiso y su valentía. Juntos somos más… pic.twitter.com/K00ABkhSFv— Eduardo Verástegui (@EVerastegui) August 12, 2023 ">Nayib Bukele, en la supuesta lucha contra la trata, lo demostró en Twitter X. El 10 de abril del 2023, escribió: “Sin duda alguna, la homosexualidad está vinculada con la pedofilia”.
Sin duda alguna, la homosexualidad está vinculada con la pedofilia.
— Eduardo Verástegui (@EVerastegui) April 10, 2023
Verástegui, quien también rechazó la vacuna contra el coronavirus (“No me he vacunado ni me voy a vacunar. No confío en las personas que están detrás”), también niega la existencia del calentamiento global (“El cambio climático es otra gran mentira”).
El cambio climático es otra gran mentira. Con esto no quiero decir que no debemos de cuidar de nuestro planeta.
— Eduardo Verástegui (@EVerastegui) January 1, 2022
Familia, de Sur a Norte y de Norte a Sur, @SOFMovie2023 sigue creciendo. El movimiento contra la trata cubre ya las Américas completas, desde Alaska hasta Argentina. Hoy, hemos firmado en Buenos Aires un compromiso más contra la trata de niños para explotación sexual y tráfico de… pic.twitter.com/vXC3skzqVT
— Eduardo Verástegui (@EVerastegui) August 19, 2023
¿Todo es un reality de TV?
La periodista mormona Meg Conley ha compartido en varios medios (incluido Vox) su experiencia con Operation Underground Railroad. Fue en el 2014 cuando Tim Ballard -cercano a su padre, entonces recientemente fallecido- la contactó para reportear sobre una inmersión para salvar a varios niños. Según ella, Ballard le dijo que lo hacía por orden de Dios. Le creyó, se sumó y pronto viajó a República Dominicana.
“Un equipo de cámaras filmó todo porque Ballard parecía tener la intención de lanzar una serie de televisión sobre sus esfuerzos contra la trata de personas y necesitaban imágenes [...] Esta fue una misión de rescate, pero también un reality show”, escribió.
Según Operation Underground Railroad (OUR), dijo Conley, las autoridades locales no tenían las capacidades para tomar acción, así que ellos “encontraron a personas dispuestas a traficar niños y organizar una ‘fiesta’ con todos los niños que pudieran encontrar, cuantos más, mejor”. La idea era simple: la policía esperaría a que se grabara el intercambio de dinero para entrar al lugar, mientras ella “mantenía [a los menores] cómodos junto a la piscina” e “inflaba globos para crear un ambiente de fiesta”.
Así llegó un bus con 26 niños y adolescentes.
Mientras jugaban y nadaban, Conley conversó con las traficantes -”muchas de ellas no parecían muy mayores a los niños”-. Y así empezó la redada y las cámaras empezaron a grabar. Los niños lloraban, pero le pareció necesario y siguió apoyando la causa.
Hasta que se dio cuenta de que OUR no operaba de manera adecuada.
“Anne Gallagher, a quien el Departamento de Estado de EE.UU. llamó ‘la principal experta mundial en el derecho internacional sobre la trata de personas’, publicó un ensayo en el que critica las tácticas de OUR. Argumentó que sus redadas mostraban una ‘alarmante falta de comprensión sobre cómo se deben abordar y desmantelar las sofisticadas redes de tráfico criminal’ y calificó las operaciones de OUR como ‘arrogantes, poco éticas e ilegales’”, recuerda Conley.
¿Sabían lo que hacían? Según Conley, no: “Todos querían salvar a los niños, pero nadie sabía realmente nada”. Y en las reuniones en las que participó el asunto principal era recaudar fondos, no tomar acciones concretas para salvar a más niños.
¿Y los niños que ella ayudó a salvar?
Conley contó: “Me dijeron que dos de los niños habían sido traficados por primera vez ese día. A nadie le pareció ocurrírsele que Operation Underground Railroad pudiera haber creado la demanda [...] Luego pregunté a dónde los habían llevado. Solo me dieron respuestas vagas. Me dijeron que el cuidado posterior no era su enfoque, pero que estaban asociados con personas que lo hacían bien”.
Y el de Conley no es el único testimonio sobre las inconsistencias de las redadas de Operation Underground Railroad.
Un artículo de “Vice”, que contó con el testimonio de dos personas que fueron parte de una operación en la frontera entre Haití y República Dominicana, también dio cuenta de las irregularidades. Ambas fuentes afirmaron que Ballard sostenía que en ese lugar encontrarían a un niño secuestrado, y que se basaba en una fuente confiable: “una psíquica de Utah”.
“Él no tomaba las decisiones de forma táctica. Las tomaba como si se tratara del productor de un reality de TV. Y entonces empiezó a correr por el pueblo como un idiota. Las cámaras lo siguieron. Estaba llamando la atención sobre sí mismo”, contó uno de los informantes.
El estudio detrás de la cinta
Daniel, Jordan, Jeffrey and Neal Harmon son las mentes detrás de “Sound of Freedom”, cinta que se proyectó en “el Capitolio y en el club de golf de Donald Trump”. Y como apunta “The Washington Post”, su discurso de venta es claro: en uno de sus trailers se ve a Jim Caviezel diciendo: “Reserve sus boletos hoy y puede enviar el mensaje de que los hijos de Dios ya no están a la venta”.
Los hermanos Harmon lideran la productora Angel Studios, y son dueños de un historial que “incluye una bancarrota y una demanda de varios estudios de Hollywood”. ¿Una demanda? No es una exageración: ellos fueron acusados por Disney, 20th Century Studios, Lucasfilms y Warner Bros. en el 2016 de editar sus películas, vender los productos adulterados y ganar dinero con ello.
Todas las partes llegaron a un acuerdo en el 2020.
En ese sentido, “Sound of Freedom” también es un producto que, a pesar de venderse como una verdad alarmente, la adultera a su conveniencia. Polaris, organización que lucha contra la trata citada por el “Post”, afirma que la trama de la cinta “se parece poco a la realidad en la que las víctimas a menudo son manipuladas por abusadores que conocen de maneras que no pueden ser resueltas con rescates heroicos”.
Para ellos, se trata de una forma de inducir “al error”.
Pero eso no parece detener a los involucrados con “Sound of Freedom”. “El País” apunta a que Donald Trump -quien recibió a Eduardo Verástegui, Jim Caviezel y a Tim Ballard en su casa de Nueva Jersey- “ya nombró” a Ballard como “consejero de una comisión” de su nueva etapa como aspirante a presidente de Estados Unidos.
El pasado miércoles 19 de julio conversé con el expresidente de los Estados Unidos @realDonaldTrump sobre el grave problema de la trata de niños para la explotación sexual. Luego de ver la película @SOFMovie2023 y sabiendo que Estados Unidos es el mayor consumidor de sexo con… pic.twitter.com/GItOYuoUhI
— Eduardo Verástegui (@EVerastegui) July 21, 2023
Porque para el expresidente, su regreso a la Casa Blanca tendrá un significado adicional que coincide con la agenda de la cinta: “Acabaré inmediatamente con la pesadilla de la frontera de Biden, que los traficantes explotan con niños y mujeres vulnerables. Pediré al Congreso que todo aquel que se dedique al tráfico infantil en la frontera sea juzgado de forma inmediata con la pena de muerte”, sostuvo.