TransMilenio.
TransMilenio.
/ Captura de pantalla Arriba Bogotá
El Tiempo de Colombia / GDA

Juan Esteban Alzate, de 15 años, era estudiante de bachillerato en la jornada nocturna del colegio distrital Fernando Mazuera en la localidad de Bosa. Según le contó a este diario su mejor amiga, Paula Martín*, el joven estudiante había abandonado la casa de su madre, quien también vive en Bogotá, en el barrio Bosa Centro de la misma localidad.

Según el relato de su amiga, Juan Esteban se había mudado de vivienda hace poco a vivir en el municipio de Soacha con su actual pareja sentimental, que era el otro sujeto que también los acompañaba el día de la fatal riña. De acuerdo con su testimonio, la familia del menor no se encuentra en Yopal (Casanare) sino que viven en Bosa y, al parecer, la relación había estado marcada por recientes discusiones debido a las decisiones que el menor había tomando.

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“Ellos tenían peleas como cualquier familia, pero creo que su relación no era tan buena debido a que Juan se había ido de la casa lejos a vivir con alguien. La mamá de él vive aquí muy cerca y aquí también vivía él hasta hace algún tiempo”, señaló la amiga de la víctima y testigo en el caso por homicidio.

Para los amigos de Juan Esteban, él era un muchacho juicioso y dedicado a su estudio que tenía muchos planes no solo personales sino en pareja. “Él solo se dedicaba a estudiar, no trabajaba. Su pareja, con la que vivía; él sí tenía un empleo formal”, señaló.

Respecto a lo ocurrido la noche del sábado 8 de octubre, Paula Martín señaló que ellos habían estado en el Chorro de Quevedo, en el centro de la capital, tomando fotografías y consumiendo un par de cervezas. “Nosotros sí tomamos pero no estábamos borrachos. Bajamos a eso de las 9:00 de la noche al TransMilenio para irnos a la casa y cuando cruzamos la puerta del bus él sin culpa le pisó el pie a un venezolano. Ahí se armó todo el problema”.

De acuerdo con el testimonio de la mujer, el atacante de Juan Esteban le repitió en varias ocasiones que debía pedirle perdón por haberlo pisado, a lo que el menor se negó, pues afirmó, según la testigo, que “pediría disculpas pero perdón no porque no había hecho nada grave”.

Esa negativa del joven desató la furia no solo del agresor sino de otra mujer que lo acompañaba y a la que le dijo que tanto Juan Esteban como su pareja y su amiga “estaban buscando problemas”. Acto seguido, cuenta Paula Martín, la mujer que acompañaba al agresor la tomó por el pelo y la tiró al piso pidiéndole que les pidiera perdón por el pisotón.

”Ella me agarró del pelo y me lanzó hacía atrás, ahí le grité a Juan Esteban que nos fuéramos y que no buscáramos problemas pero cuando me di cuenta el tipo se le había lanzado encima y le clavó el puñal en todo el pecho. Ahí fue cuando el TransMilenio paró y los delincuentes se fueron y nosotros quedamos con el otro testigo buscando como llevar a mi amigo a un hospital”.

Dice Paula también que cuando llegaron a donde la Policía estos no prestaron la ayuda correspondiente al caso y que por el contrario les gritaron y les dijeron que se calmaran mientras los delincuentes se escapaban. “Ellos no hicieron nada y Juan Esteban no alcanzó a llegar vivo al hospital”.

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