Natalia Ponce de León, una de las casi 1.000 víctimas de ataques con ácido desde 2004 en Colombia, afirmó este jueves en el lanzamiento de un libro sobre su caso que no siente odio hacia quien destrozó su cara hace un año.
"No siento odio, (...) lo más importante es curar el alma, olvidar y dejar a un lado el odio y el resentimiento", aseguró la joven de 34 años en una rueda de prensa, a propósito del libro "El renacimiento de Natalia Ponce de León", de la periodista Martha Soto.
"Lo más duro es (...) ver mi cuerpo quemado, mi cara con una identidad borrada... Verme sin cara fue una tortura total", explicó Ponce de León sobre el momento en que, a finales de marzo del año pasado, fue a visitar a su madre en una zona acomodada del norte de Bogotá.
El libro en mención. (AFP)
Cuando el portero de la residencia le avisó que un exnovio la esperaba, la joven acudió, pese a extrañarse con el anuncio. En ese instante, fue atacada con un litro de ácido que le produjo quemaduras graves en la cara, las extremidades y el abdomen.
"Estuve entre la vida y la muerte, pero la energía y el amor que me dio mucha gente me paró (levantó)", explicó la joven con 15 cirugías a cuestas, a la espera de realizarse varias más.
Ponce de León es una de las al menos 924 víctimas de ataques con productos químicos corrosivos en Colombia desde 2004, según el estatal Instituto de Medicina Legal.
La práctica, que afecta sobre todo a mujeres, es castigada con bajas penas.
Vestida elegantemente de negro, con un sombrero y una máscara plástica, la joven se presentó ante los medios de comunicación para hablar de su tragedia y dar a conocer su propia fundación, con el fin de ayudar a personas en situaciones similares.
Natalia junto a su padre.
Ponce de León agregó detalles sobre su recuperación.
Su tratamiento consistió en una nueva tecnología a base de injertos de "piel de muerto procesada científicamente", explicó, desconocida aún en el país.
"La fundación es para que todas las víctimas de ataques de ácido reciban todo lo que yo he recibido, porque sí se puede salir de esto", señaló.
Su ataque, que causó conmoción, fue grabado por una cámara de seguridad.
En su momento, en las calles de la capital aparecieron vallas negras con la inscripción: "Todas somos Natalia" y se ofrecieron recompensas por la captura de su agresor.
Entonces, un conocido obsesionado con ella, Jonathan Vega, de 33 años, fue detenido y está siendo enjuiciado.
Fuente: AFP / GDA