GreenWave: una granja de peces en pleno océano

Por Sarah C. Baldwin
Para Sparknews

Un visionario, se podría decir, es alguien que puede tomar dos aspectos negativos y crear uno positivo aún mayor. Eso es lo que está haciendo Bren Smith, un nativo de Terranova que ahora tiene su hogar cerca de la ciudad costera de New Haven, Connecticut.

Como antiguo pescador comercial, Smith contribuyó con el agotamiento de las poblaciones de peces silvestres de los océanos y vivió la caída de la industria pesquera del bacalao. También es muy consciente de la devastación producida por la agricultura a gran escala. Combinando estas catástrofes y dándoles la vuelta, él mismo se ha reinventado como un "agricultor del océano". Y quiere que otros pescadores retirados, así como cualquiera que esté dispuesto a comprometerse, hagan lo mismo.

Smith cree que su modelo, que él llama el cultivo marino 3D, puede ayudar a alimentar a 7,4 millones de personas en todo el mundo y contribuir a sanar el medio ambiente. Su modelo es una granja submarina que utiliza no sólo el fondo del océano, sino toda la columna de agua, lo que le permite de manera efectiva tener un rendimiento máximo en un área mínima.

En una mañana fría y brillante de marzo, Smith, de construcción fuerte, infantil aunque con 40 y tantos  años, con la cabeza rapada y una barba de color óxido, subió a su barco de pesca, la Mookie, y se sumergió hasta la granja.

Dos metros bajo la superficie del agua, un sistema de cuerdas se suspende de unas boyas; a partir de estas cuerdas horizontales y otras verticales, se crea una cuadrícula tridimensional. El quelpo, un alga rica en nutrientes, plantados a lo largo de las cuerdas horizontales, están creciendo hacia abajo, hacia el fondo del océano. A intervalos en medio de las algas y a varias profundidades cuelgan redes de malla que contienen mejillones, vieiras, ostras, y, bajo el barro, las almejas.

La elección de los cultivos de Smith es tan estratégica como el propio sistema. Algas marinas, que pueden crecer casi tres metros en cinco meses, absorben el nitrógeno de la escorrentía agrícola y expulsa hasta cinco veces más CO2 al aire que las plantas terrestres; su alto contenido de minerales y vitaminas se puede cosechar para alimentar a personas y animales, o se convierte en fertilizante líquido o biocombustible. Una sola ostra filtra hasta 200 litros de agua al día, eliminando el nitrógeno del agua. Así,  la granja disminuye algunos efectos del cambio climático y la contaminación, mientras que produce alimentos, combustible, fertilizantes y piensos.

El resultado es una granja compacta que requiere exactamente cero aportes -sin fertilizantes, agua dulce o tierras áridas-  y que elimina una huella negativa.

Lo que da a este innovador modelo el impacto, no obstante, es la amplia visión de Smith. "La idea es crear ‘arrecifes’ que contengan 25 granjas, situadas en torno a un criadero y a un eje de mariscos para su procesamiento, con canales estables de distribución y reproducirlo cada 200 millas", explica. "Esto creará ‘terruños’ regionales –los Valles de Napa del océano- así como puestos de trabajo." Los arrecifes también actúan como protectores de las mareas de tempestad, lo que reduce el impacto de huracanes, y atraen a decenas de especies, desde lubinas rayadas hasta focas, reemplazando antiguas "zonas muertas" con prósperos ecosistemas.

Smith no puede hacer esto solo. Así que en 2014 creó GreenWave (Ola Verde), una organización no lucrativa diseñada para facilitar la reproducción de su modelo, así como la construcción de la infraestructura y la realización de I + D de nuevos productos a base de algas marinas. La organización tiene como objetivo formar una generación de agricultores del océano que ayudará a "restaurar los ecosistemas oceánicos, mitigar el cambio climático y crear puestos de trabajo azul-verdes... mientras se proporciona alimentos sanos y locales a las comunidades."

Para ser elegible como aprendiz GreenWave, uno debe tener 30.000 $ para invertir (menos en otras partes del mundo), un barco y 20 acres. Los suministros de organización permiten el apoyo de orientación, formación de la semilla a la cosecha, el engranaje libre y la comercialización, y garantiza que comprará el 50 por ciento de los cultivos de un agricultor durante los primeros años de funcionamiento. Smith también tiene previsto publicar un manual de código abierto para que cualquiera pueda replicar el modelo en cualquier parte del mundo.

Smith no quiere limpiar sólo el agua y el aire. También pretende limpiar nuestros hábitos alimenticios, como él dice, "llevando el marisco hasta el plato" y fomentando los vegetales marinos como algas. Tal revolución alimentaria requerirá hacer algas versátiles y agradables al paladar y Smith está trabajando con reconocidos chefs de Nueva York para hacer precisamente eso. También está desarrollando un camión de comida que llevará la "cocina de algas" de los restaurantes de lujo a las calles, así como una tienda al por menor llamada Beyond Fish (Más allá de pescado). En New Haven, GreenWave posee una cooperativa de su criadero y un caladero de mariscos; la ventas de algas y crustáceos (junto con donaciones privadas y del gobierno) ayuda a financiar la organización no lucrativa.

GreenWave ha recibido solicitudes para iniciar granjas en todos los estados costeros de los EE.UU., así como en Canadá, Sudáfrica y Asia. Smith no puede satisfacer la demanda, por lo que seleccionó algunos lugares emblemáticos: "Terranova, porque era el corazón de la pesquería de bacalao, y California debido a que la concesión de permisos es tan complicado, que es un buen reto para nosotros". También trabaja en Trinidad y Tobago.

Así de ambiciosa es la determinación de Smith para crear una revolución económica. "La vieja economía se basa en la arrogancia del crecimiento a toda costa, aprovechándose de la contaminación y el rechazo de compartir las ganancias económicas con el 99 por ciento de los estadounidenses", escribió recientemente en un ensayo online. En él, describe su historia como una de "redención ecológica" y expone su credo: "cultivar alimentos de la manera correcta, proporcionar buenos empleos de clase media, restaurar los ecosistemas y alimentar al planeta."

Smith ve una oportunidad ante la crisis. "Soy optimista porque la madre naturaleza se ha unido al campo de batalla", dice. "Cada vez que hay una tormenta o sequía se crea un abanico de alternativas. Debemos preguntarnos, ¿tenemos una alternativa en la que confiar?".