El sábado, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, fundador y líder histórico del Cártel de Sinaloa, sacudió la política en México al publicar una carta donde aseguró que llegó a Estados Unidos secuestrado por Joaquín Guzmán López, el hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Dijo que fue traicionado cuando iba a participar en una reunión con el gobernador del estado de Sinaloa Rubén Rocha Moya y el rival político de este, Héctor Melesio Cuén, que terminó siendo asesinado. Ahora la Fiscalía General de la República anunció que está considerando presentar cargos judiciales por traición a la patria y otros delitos contra quienes entregaron al capo.
La carta de ‘El Mayo’ fue divulgada por su abogado Frank Pérez. Tras conocerse la versión del narco, el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a la presidenta electa Claudia Sheinbaum salieron a pronunciarse públicamente.
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“Deseo decir desde el principio que no me entregué y que no vine voluntariamente a Estados Unidos. Tampoco tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Al contrario, fui secuestrado y traído a Estados Unidos por la fuerza y contra mi voluntad”, dice la carta.
“Joaquín Guzmán López me pidió que asistiera a una reunión para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado. Yo estaba enterado de una disputa en curso entre Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex diputado federal, alcalde de Culiacán y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), sobre quién debería dirigir esa institución. Me dijeron que además de Héctor Cuén y el gobernador Rocha Moya, también estaría presente en la reunión Iván Guzmán Salazar”.
“El 25 de julio acudí al rancho y centro de eventos llamado Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, donde se llevaría a cabo la reunión. La reunión estaba programada para las 11:00 a.m. y llegué un poco antes. Vi a un gran número de hombres armados con uniformes militares verdes que supuse que eran pistoleros de Joaquín Guzmán y sus hermanos. Me acompañaban cuatro miembros del personal de seguridad, de los cuales dos se quedaron fuera del perímetro. Los dos que entraron conmigo eran José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, miembro de mi equipo de seguridad desde hacía mucho tiempo”.
“Mientras caminaba hacia la zona de reuniones, vi a Héctor Cuén y a uno de sus ayudantes. Los saludé brevemente antes de entrar a una sala que tenía una mesa llena de fruta. Vi a Joaquín Guzmán López, a quien conozco desde que era un niño, y me hizo un gesto para que le siguiera. Confiando en la naturaleza de la reunión y en las personas implicadas, le seguí sin vacilar. Me condujeron a otra habitación oscura”.
“En cuanto puse un pie dentro, me tendieron una emboscada. Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me colocó una capucha de color oscuro en la cabeza. Me ataron y esposaron, y luego me obligaron a meterme en la caja de una camioneta. Durante todo este calvario, me sometieron a malos tratos físicos, que me causaron lesiones importantes en la espalda, la rodilla y las muñecas. Después me llevaron a una pista de aterrizaje a unos 20 o 25 minutos de distancia, donde me obligaron a subir a un avión privado”.
“Joaquín me quitó la capucha de la cabeza y me ató con bridas al asiento. En el avión no había nadie más que Joaquín, el piloto y yo. El vuelo duró entre 2 ½ y 3 horas, sin escalas, hasta que llegamos a El Paso, Texas. Fue allí, en la pista, donde los agentes federales estadounidenses me detuvieron. La idea de que me entregué o cooperé voluntariamente es completa e inequívocamente falsa. Me trajeron a este país por la fuerza y bajo coacción, sin mi consentimiento y contra mi voluntad”.
“Estoy consciente de que la versión oficial de las autoridades del estado de Sinaloa es que Héctor Cuén fue baleado la noche del 25 de julio en una gasolinera por dos hombres en motocicleta que querían robar su camioneta. Eso no es lo que ocurrió”.
“Fue asesinado a la misma hora, y en el mismo lugar, donde yo fui secuestrado. Héctor Cuén era amigo mío desde hacía mucho tiempo, y lamento profundamente su muerte, así como la desaparición de José Rosario Heras López y Rodolfo Chaidez, a quienes nadie ha vuelto a ver ni a saber de ellos. nadie ha vuelto a saber de ellos”.
“Esto es lo que ocurrió y no las historias falsas que circulan”, dijo ‘El Mayo’ Zambada.
¿Por qué la investigación por traición a la patria?
Efectivamente, ‘El Mayo’ Zambada fue detenido el 25 de julio en Texas junto a Joaquín Guzmán López tras bajar ambos de un avión privado. Durante varios días, Estados Unidos no confirmó ni desmintió las versiones que circularon sobre las circunstancias del arresto. Hasta que el pasado 9 de agosto, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, informó Zambada llegó al país “contra su voluntad”, y que fue entregado por Guzmán López.
La Fiscalía mexicana anunció la noche del domingo que está estudiando la posibilidad de presentar cargos por traición a la patria contra Guzmán López o cualquier persona implicada en el supuesto complot para llevar a Zambada a Estados Unidos.
Específicamente, informó que había abierto una investigación penal “por los posibles delitos de fuga ilegal, uso ilícito de aeropuertos, violación a las leyes de migración y aduanas, secuestro, traición a la patria y cualquier otro que resulte aplicable”.
La agencia AP indicó que la inusual investigación por traición a la patria, como respuesta a la captura de un narcotraficante por cuyo arresto ofrecía Estados Unidos una recompensa de 15 millones de dólares, se basa en un artículo del Código Penal mexicano que establece penas de hasta 40 años de cárcel por ese delito.
Ese artículo tipifica como traición a la patria atacar a México en nombre de una potencia extranjera, servir a un ejército extranjero, y también establece que la norma le alcanza a “quienes secuestren ilegalmente a una persona en México para entregarla a autoridades de otro país”.
La AP indicó que esa última cláusula fue motivada por el secuestro de un médico mexicano buscado por su presunta participación en la tortura y asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena.
El doctor Humberto Machaín fue secuestrado en suelo mexicano en 1990 y entregado a las autoridades estadounidenses, lo que enfureció entonces a México, recordó AP.
AMLO y Sheinbaum respaldan al gobernador de Sinaloa
El lunes, AMLO cuestionó la política estadounidense de detener a narcos. ¨¿Por qué no cambian esa política?”, preguntó.
AMLO también rechazó las las versiones que vinculan al gobernador Rocha, que es de su partido, Morena, con el narcotráfico. “Llegamos [al poder] con la moral en alto, no llegamos dejando trozos de dignidad en el camino, no nos ayudaron los narcotraficantes ni los criminales de cuello blanco... No somos corruptos”, manifestó el presidente.
“En Estados Unidos hay algunos grupos que no quieren entender que las cosas han cambiado y que quieren seguir interviniendo, socavando, tratando de dominar”, siguió AMLO.
Por su parte, Rocha negó haber estado presente en la reunión donde fue secuestrado Zambada. “Si dijeron que iba a estar yo, pues mintieron, y si les creyó, pues cayó en la trampa”, sostuvo el 10 de agosto durante una visita de AMLO y Claudia Sheinbaum a Sinaloa.
Antes, el gobernador había asegurado que él no estaba en Sinaloa el día del secuestro de Zambada y el asesinato de Cuén. Manifestó que tomó un vuelo a Los Ángeles alrededor de las 9 de la mañana del 25 de julio, dos horas antes de la reunión supuestamente pactada con El Mayo.
El periodista Marcos Vizcarra, de la revista Espejo, informó que tuvo acceso a las bitácoras de vuelo y publicó que Rocha tomó un avión de la empresa privada Servicio Ejecutivos Aéreos Viz, del exdiputado priista Jesús Vizcarra y sus hermanos, junto a dos de sus cuatro hijos y dos nietos.
Para enredar aún más las cosas, la Fiscalía General del Estado de Sinaloa publicó el lunes un video en el que se observa el momento en el que Héctor Melesio Cuén es asesinado a balazos en la noche del 25 de julio.
En la grabación se ve cuando llega el vehículo de Cuén a cargar gasolina a una estación y luego aparecen dos sujetos a bordo de una motocicleta. Uno de ellos se baja, abre la puerta del copiloto y dispara al político para luego huir, mientras que el conductor del vehículo avanza sin retirar la manguera del tanque.
Con este video, el gobernador busca desbaratar parte de la versión publicada por El Mayo en su carta.
En tanto, la presidenta electa Claudia Sheinbaum pidió el lunes no estigmatizar al estado de Sinaloa y aseguró que el Gobierno no tiene complicidad “con nadie”.
“Esta idea de estigmatizar a Sinaloa, a quien nació, a quien vive, a quien trabaja en Sinaloa, es algo con lo que no estamos de acuerdo, el mismo Badiraguato (cuna del Cártel de Sinaloa y del gobernador), que si ahí nació uno u otro narcotraficante. ¿Qué tiene que ver con la gente honesta, trabajadora que vive en ese municipio o en otros de Sinaloa?”, manifestó durante una rueda de prensa.
“Le creemos al gobernador, es un compañero del movimiento desde hace tiempo, tiene un enorme apoyo popular en Sinaloa, la gente lo quiere mucho, él dio su explicación de frente, directo, y nosotros vamos a seguir apoyando a Sinaloa”, señaló Sheinbaum.
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