Mientras la indignación en México por el asesinato de la niña Fátima Aldrighett sigue creciendo, la repartición de culpas entre autoridades por el crimen sigue moviéndose de un lado para otro.
La pequeña de 7 años fue encontrada sin vida el 15 de febrero, con huellas visibles de violencia, a unos 3 kilómetros de la escuela de la que desapareció cuatro días antes en el sureste de Ciudad de México.
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La menor había asistido a clases y como todas las tardes, iba a ser recogida por su madre en la puerta de la primaria Enrique C. Rebsamen, en la alcaldía Xochimilco.
En lugar de eso, la menor fue entregada indebidamente a una mujer con la que la niña no tenía relación. Y las falencias de investigación tras su desaparición también pusieron en evidencia las fallas de las autoridades de justicia.
“Hay una cadena de negligencias en instituciones. Para poder cambiarla, tenemos que saber la verdad, desde el principio hasta el final”, admitió el lunes la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Y a esto se suman las denuncias de maltrato hacia Fátima que las autoridades de protección infantil conocieron desde hace varios años.
Autoridades de diversas instituciones han explicado qué es lo que hicieron, pero el reclamo de justicia ha arrojado luz sobre cómo su actuar fue, en el menor de los casos, omiso.
1. La entrega de la niña
Fátima Aldrighett cursaba el primer año de primaria en el turno vespertino de la escuela primaria Enrique C. Rebsamen, ubicada en el barrio Santiago Tulyehualco, en el sureste de Ciudad de México.
Lo usual era que su madre, María Magdalena Anthon, fuera a recogerla para llevarla a casa. Pero el martes 11 de febrero tuvo un retraso que le impidió llegar a las 18:30 horas, cuando su hija salía de clases.
Las versiones de qué pasó después han variado desde el fin de semana hasta este martes.
Los primeros reportes decían que la niña estaba afuera de su escuela, esperando a su madre, y entonces fue tomada por un hombre. Luego se determinó a través de videos de vigilancia de las calles que en realidad la que se la llevó fue una mujer de aproximadamente 45 años, quien vendía frituras cerca de la escuela.
Pero la alcaldesa Sheinbaum y el jefe de los servicios de Educación Pública en Ciudad de México, Luis Ernesto Fernández, dijeron este martes que la niña no estuvo en la calle esperando a su madre, sino que fue entregada a un adulto, en este caso, la mujer que es buscada como sospechosa.
El lunes, Fernández dijo que investigarían cuál fue la actuación de las autoridades de la escuela, que entregaron a la menor a alguien no autorizado, pues las normas dictan que hay una tolerancia de 20 minutos para que un alumno sea recogido tras la salida, o de lo contrario debe ser custodiado a una fiscalía.
“El menor tiene que ser llevado a la agencia del Ministerio Público y estar acompañado en todo momento por autoridades del plantel. La obligación de los directivos y maestros es entregar a la niña o niño a alguien acreditado y en ningún momento se deja al niño afuera de la escuela”, recordó el funcionario.
El director del colegio, Telosforo Flores, declaró que hizo “todo lo que estuvo a su alcance” en este caso.
2. La investigación tras la denuncia
Sheinbaum explicó el lunes que la cadena de negligencias “tiene que ver desde la escuela y la primera denuncia”, pero también involucra a los ministerios públicos y la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México y cómo se afrontó el caso.
Para la alcaldesa, los errores deben identificarse “desde el momento en que ocurre (la desaparición) hasta el momento en que se encuentra el cuerpo de Fátima”.
La familia acudió a una fiscalía regional para denunciar la desaparición, pero presuntamente -esto está bajo investigación- fueron informados que debían pasar 72 horas para investigar el caso.
El peregrinaje de los denunciantes los llevó hasta la Fiscalía Especializada en Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas, donde finalmente se emitió una alerta Amber con la foto y los datos de la niña.
La ficha de desaparición, sin embargo, no fue compartida en las principales redes sociales de las instituciones de Ciudad de México. La familia imprimió y distribuyó copias por su cuenta en la zona.
“No es posible que hayan pasado tantos días y que la familia haya sido la que haya dado las pistas, que haya tenido que dar todo el trabajo para que se encontrara hoy a Fátima. No es posible que se hayan perdido horas fundamentales para dar con ella. Fátima pudo haber sido encontrada con vida pero nadie nos hizo caso”, dijo Sonia López, tía de la niña.
La fiscal general Ernestina Godoy informó que habrá una “investigación detallada” de cómo procedieron las diversas autoridades al recibir la denuncia de desaparición de Fátima. Hasta este martes se tenían identificados de 10 a 12 funcionarios.
En tanto, Sheinbaum anunció este martes que a partir de ahora la alerta Amber será activada inmediatamente tras detectarse la desaparición de una menor, incluso desde la escuela, como en este caso.
3. Las denuncias de maltratos
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Ciudad de México informó el lunes que desde hace 5 años había recibido dos denuncias por malos tratos sobre Fátima Aldrighett.
El primer reporte, de noviembre del 2015, fue interpuesto por “un cercano a la familia” para denunciar “problemas en el círculo familiar, descuido y maltrato emocional hacia un niño y dos niñas, una de ellas de iniciales F.C.A.A., que entonces tenía dos años de edad”.
Trabajadoras sociales realizaron una intervención con la niña y la madre el mismo mes, según un comunicado del DIF CDMX, y se dio por cerrado el caso en febrero del 2016.
En la denuncia de julio del 2017, Sonia López -la tía de la menor- volvió a reportar “que existía descuido y negligencia generado por la progenitora y padrastro, y solicitó orientación para el proceso de guarda y custodia de sus sobrinos”.
El DIF asegura que le proporcionaron la información solicitada y después de eso no hubo más comunicación.
“Había un problema de salud mental (en el entorno familiar) y no se le dio la atención, es algo que ya se había reportado, que ya habíamos pedido (…) Fátima estuvo en una situación muy vulnerable de la que alguien se aprovechó”, dijo López a la prensa el lunes.
Vecinos entrevistados por el portal Animal Político dijeron que no era evidente algún problema de salud mental de la madre de la niña, María Magdalena Anthon, pero sí que su temperamento era inestable: “Parecía que tenía un problema de nervios”.
La publicación de esta información por parte del DIF también fue criticada en redes sociales, pues algunos consideraron que era información que revictimizaba a la familia y a la menor.
¿Qué más se sabe del caso?
Cámaras de seguridad pública y de vigilancia privada han mostrado que una mujer se llevó a Fátima de la escuela tomada de la mano y caminó con la niña por varias calles de la zona.
Unos minutos después, ambas suben a un vehículo color blanco que las llevó hasta un domicilio del barrio Nativitas, donde las autoridades detectaron rastros de ADN de la niña tras un registro de la vivienda.
Los ocupantes de la vivienda fueron interrogados, pero la mujer de entre 42 y 45 años no ha sido localizada.
El recorrido completo no quedó registrado pues varias cámaras de la zona no estaban en funcionamiento.
Son las últimas pistas de la menor. A partir de ese momento nada se supo de ella, hasta la tarde del sábado 15 de febrero en que vecinos del barrio Los Reyes, en la alcaldía de Tláhuac, encontraron su cuerpo.