En esta imagen se aprecia al hombre que trabajó como vendedor de globos y logró graduarse de la universidad. (Foto: Eduardo Chamé / Facebook).
En esta imagen se aprecia al hombre que trabajó como vendedor de globos y logró graduarse de la universidad. (Foto: Eduardo Chamé / Facebook).
Redacción EC

Se ha convertido en un ejemplo de que cuando se quiere, se puede. es un hombre de que durante mucho tiempo estuvo trabajando como vendedor de globos. Gracias a ello, pudo pagar varias cosas, entre ellas, su carrera universitaria. Él, tras haberse graduado, decidió contar su de superación.

A través de una , donde adjuntó una foto viral de cómo se ganó el pan de cada día y cómo luce ahora, el muchacho empezó agradeciendo a Dios, a su familia y a todos los padres que alguna vez le compraron globos. “Gracias a ellos pude pagar mis pasajes, inscripciones, libros, alimentos”, recalcó.

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“No todos tenemos las mismas oportunidades. Muchas veces toca trabajar doble, bajo el sol, bajo la lluvia e ir a estudiar cansado, desvelado y cuestionando si realmente valdrá la pena tanto esfuerzo, y ahora puedo asegurar que vale la pena porque hoy día siento una gran felicidad por llegar hasta este momento que muchas veces me parecía eterno”, añadió Eduardo, quien con mucho esfuerzo se graduó de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), donde estudió, según su perfil de la mencionada red social, Licenciatura en Contaduría.

Mira aquí la foto viral

En esta imagen se aprecia a Eduardo Chamé trabajando como vendedor de globos y cómo él luce ahora. (Foto: Eduardo Chamé / Facebook).
En esta imagen se aprecia a Eduardo Chamé trabajando como vendedor de globos y cómo él luce ahora. (Foto: Eduardo Chamé / Facebook).

El protagonista de esta historia también aprovechó la ocasión para dedicarles unas palabras a todas aquellas personas que se burlaron de él por su trabajo como vendedor de globos, dando un claro ejemplo de cómo uno debe de reaccionar ante una situación así.

No hay trabajo vergonzoso

“Al mismo tiempo quiero expresarle a todos aquellos que alguna vez se burlaron de mí, que no hay trabajo vergonzoso, que cuando se quiere salir adelante, uno debe trabajar en lo que sea. Los vendedores ambulantes somos personas que también tenemos sueños, que estamos forjando nuestro futuro. Por ello hay que respetar y valorar el trabajo por muy humilde que sea, porque más adelante ese vendedor al que hoy rechazas será el profesionista que mañana tú puedas necesitar”, sentenció Eduardo, quien no deja de recibir muchos comentarios de personas orgullosas por su logro.

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