Cómo empezó la tragedia en Ciudad Juárez y por qué México se ha convertido en la policía migratoria de EE.UU.

Horas después de la tragedia, la migrante venezolana Viangly Infante Padrón le contó a la agencia AP que su esposo estaba en ese centro de reclusión. Él había sido detenido el lunes por agentes de inmigración junto con otros 67 migrantes. Muchos de ellos se dedicaban a pedir limosna o lavaban ventanas de autos en semáforos de Ciudad Juárez, cerca de la frontera con El Paso, Texas, en Estados Unidos, el objetivo final de los migrantes.

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La mujer recordó que vio a los agentes de inmigración salir corriendo del edificio cuando comenzó el fuego. Más tarde observó cómo sacaban los cuerpos de migrantes en camillas y envueltos en mantas de emergencia.

“Estaba desesperada porque veía un cadáver, un cuerpo, un cadáver, y no lo veía por ninguna parte”, explicó a la AP Infante Padrón sobre los momentos de angustia que vivió al no saber nada de su pareja.

Finalmente, su esposo, Eduard Caraballo López, sobrevivió con lesiones leves. Ella piensa que está vivo porque iba a ser liberado y estaba cerca de una puerta.

El Instituto Nacional de Migración (INM) de México dijo el martes que el incendio comenzó en una zona de dormitorios y confirmó que en esa zona había 68 hombres.

Los migrantes que perdieron la vida eran de Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela.

Este miércoles, el presidente mexiacano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) encargarse de la investigación.

También dijo que su Gobierno “no oculta nada”. “No hay ningún propósito de ocultar los hechos, ningún propósito de proteger a nadie, no se permite en nuestro Gobierno la violación de derechos humanos, ni se permite la impunidad”, aseveró.

Tal como lo dijo el martes, AMLO reiteró que la principal teoría sobre la causa de la tragedia es que los migrantes incendiaron la estación al enterarse de que iban a ser deportados.

Miles de migrantes se están quedando varados en Ciudad Juárez porque la política de Estados Unidos de inmigración no les permite cruzar la frontera para solicitar asilo.

Esta situación está provocando molestia entre los residentes de Ciudad Juárez, que ya no toleran ver a los migrantes bloqueando los pasos fronterizos o pidiendo limosna.

Según cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), durante el último año fiscal, que terminó el 30 de setiembre, más de dos millones de personas fueron arrestadas tratando de cruzar la frontera, un 24% más con respecto al año anterior. De ese total, casi de 500.000 eran ciudadanos venezolanos, cubanos y nicaragüenses.

Hay entre 700 y 800 citas

disponibles al día para los ocho puertos de entrada a Estados Unidos. Las organizaciones que trabajan con migrantes calculan más de 100.000 personas intentan conseguir una.

La presión sobre las ciudades fronterizas de México se intensificó desde que Estados Unidos empezó a aplicar el Título 42 sobre los migrantes, que facilita la deportación inmediata de estos a sus países de origen o a México sin permitirles solicitar asilo.

El Título 42 fue resucitado por el Gobierno de Donald Trump en el contexto de la pandemia de coronavirus. El presidente Joe Biden prometió en campaña acabar con ella, pero hasta ahora no lo hace.

Según un informe de la cadena CNN basado en organizaciones mexicanas de defensa de los derechos humanos, muchos de los migrantes que fueron expulsados a México bajo el Título 42 han sido víctimas de abusos. Desde que Biden asumió el cargo en el 2021, Human Rights First dice que identificó casi 10.000 casos de secuestro, tortura, violación u otros ataques violentos contra migrantes bloqueados o expulsadas a México.

“Esto es el resultado de la olla de presión en la que se ha convertido Ciudad Juárez en el tema migratorio. Según las últimas cifras oficiales, hay cerca de 12.000 migrantes solamente en la ciudad y todos los albergues e instalaciones migratorias están desbordadas. Hay contingentes muy grandes de venezolanos, pero también de Guatemala, Nicaragua y Cuba, entre otros países”, dijo a Telemundo Eunice Rendón, académica y consultora internacional en temas migratorios.

Otros expertos y activistas consultados por Telemundo confirmaron que el intenso flujo migratorio ha colapsado los refugios y las instalaciones migratorias oficiales de la ciudad, y que ello genera tensiones.

“En lo que va del nuevo año fiscal de Estados Unidos se estima que cerca de 800.000 migrantes han sido detenidos por autoridades de Estados Unidos y, al menos, un 60% ha pasado por Juárez. En los últimos cinco meses se ha convertido en el principal cruce de la movilidad irregular entre ambos países”, manifestó José María Ramos, investigador de El Colegio de la Frontera Norte.

Lo que pasó en Ciudad Juárez la noche del lunes “se veía venir”, dijo el martes en un comunicado la Red de Casas de Migrantes y Centros de Derechos Humanos, que agrupa a más de 30 organizaciones. “La política migratoria de México mata”, agregó.

La agencia AP recordó que ese mismo grupo publicó el 9 de marzo una carta abierta en la que denunciaba la criminalización de los migrantes y solicitantes de asilo en Ciudad Juárez. La misiva acusaba a las autoridades de maltratar a los migrantes y emplear una fuerza excesiva en las detenciones, y en concreto denunciaba que la policía municipal había interrogado a gente en la calle sobre su situación migratoria sin motivo.

El activista Irineo Mujica dijo a la AP que los migrantes temían ser enviados de vuelta, no necesariamente a sus países de origen sino al sur de México, desde donde habrían tenido que cruzar el país de nuevo.

“Esto ya lo habíamos visto venir. Habíamos dicho que el número de personas que se estaban llevando, el número de personas que estaban en ese lugar estaba creando una bomba de tiempo. Hoy estalló esa bomba de tiempo”, señaló Mujica.

Hace unos días, cientos de migrantes, la mayoría venezolanos, trataron de cruzar a El Paso, después de que circularan rumores falsos sobre que Estados Unidos les permitiría entrar en el país. Las autoridades estadounidenses los bloqueó, refirió la AP.

Luego, el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuellar, dijo a los migrantes de que había espacio en los refugios y que no tenían que mendigar en las calles. También pidió a los vecinos no darles dinero y dijo que las autoridades los sacarían de los cruces donde era peligroso mendigar y de donde los vecinos los veían como una molestia.