Lo que hay detrás del robo de material radiactivo en México
Lo que hay detrás del robo de material radiactivo en México
Redacción EC

Hace unos días el conductor de una camioneta estacionó el vehículo afuera de su casa, adonde llegó para dormir, pero al día siguiente había desaparecido. El caso nada tendría de particular si no fuera porque transportaba un equipo con Iridio 192, material radiactivo utilizado para mediciones industriales.

Fue el tercer robo de este tipo desde diciembre y provocó un alerta en 12 estados del centro y del sureste del país.

El equipo fue recuperado horas después, pero el incidente causó inquietud en México, pues muchos se preguntan por qué han ocurrido estos robos en un lapso tan corto.

De hecho, algunos diputados solicitaron un informe especial a la Secretaría de Energía para explicar estos incidentes, así como medidas de seguridad para evitar que se repitan.

Pero, ¿existe en México una tendencia a robar material radiactivo?

No, responde Juan Eibenshutz, director de la gubernamental Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), responsable en el país de supervisar el manejo de equipo nuclear y radiactivo.

"En México tenemos condiciones de seguridad relativas, en el caso de los dos últimos en realidad se robaron los vehículos, lo de las fuentes radiactivas fue incidental", le explica a BBC Mundo.

"Afortunadamente no ha habido ningún robo donde el objetivo fuera el material radiactivo, incluso en los tres últimos fue coincidencia, se robaron los vehículos que tienen esas fuentes".

DELINCUENCIA
El robo de material radiactivo es parte de la ola de delincuencia que vive el país desde hace varios años y no se debe a la operación de grupos dedicados a esa actividad, insisten las autoridades.

De hecho, datos de la Asociación Mexicana de Seguridad Privada, Información, Rastreo e Inteligencia Aplicada (AMSIRIA) señalan que en el país se registra un promedio de 15 robos diarios a camiones de carga.

Los ladrones se llevan los vehículos que creen que transportan mercancía valiosa y a veces encuentran sorpresas, como ocurrió con los recientes hurtos de material radiactivo.

El más grave ocurrió en diciembre, cuando un grupo de personas robaron un camión que transportaba equipo médico en desuso que contenía dos kilos de Cobalto 60.

La cantidad de material extraviado provocó alarma e incluso el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), de Naciones Unidas, emitieron alertas para localizar el cobalto, considerado altamente peligroso si se maneja de forma inadecuada.

El material se recuperó días después pero luego ocurrió otro robo, en junio pasado, cuando ladrones se llevaron un vehículo que transportaba Cesio-137 y Americio 241, que también fue recobrado.

Y semanas más tarde, el 4 de julio, se reportó el hurto de la camioneta con Iridio 192, material localizado al día siguiente.

"NORMAL"
La existencia de equipo radiactivo en los vehículos robados fue coincidencia, afirma Eibenshutz, y a excepción del hurto de Cobalto 60 se cumplieron las normas de seguridad internacionales para el manejo de este material.

Según el director de la CNSNS, México sigue los estándares internacionales de seguridad en el manejo de equipo nuclear y transportación de material radiactivo.

En el caso del equipo médico con cobalto la empresa que lo transportaba no cumplió con el protocolo de seguridad: el camión que lo llevaba desde Tijuana en el noroeste del país hacia el Estado de México en el centro, no tenía vigilancia adecuada y los conductores del vehículo se detuvieron a dormir varias veces cuando la norma indica que no pueden detenerse en su camino.

Además, el contenedor con Cobalto 60 no tenía equipo de geolocalización, como marcan los estándares internacionales. Pero este caso fue excepcional, insiste Eibenshutz.

"En general nuestro récord es comparable al de cualquier país del mundo, matizado por las condiciones de inseguridad", explica.

"Tampoco es una cuestión extraordinaria, el robo y pérdida de fuentes radiactivas ocurren con relativa frecuencia en el mundo".

"El número de robos que hemos tenido en México, la pérdida y reencuentro de fuentes robadas no es nada anormal, en todo el mundo se roban cosas", asegura.

La otra cara del problema

Pero algunos no comparten el optimismo del director de la CNSNS. La diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) Esthela Damián y otros tres legisladores le solicitaron a la Secretaría de Energía "un informe detallado" de los robos de material radiactivo, así como medidas de seguridad para evitarlos en el futuro.

"Es lamentable que esto suceda en una ocasión pero que sean tres en diferentes lugares, y con relación al mismo tipo de material nos parece delicado", le dice Damián a BBC Mundo.

El material radiactivo es sólo una parte de la historia.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reconoce que en México diariamente transitan por las carreteras cientos de camiones cargados con sustancias peligrosas, que ponen en riesgo la seguridad no sólo de los conductores de otros vehículos sino de los pobladores de comunidades vecinas.

En la capital del país, una de las ciudades más pobladas del mundo, es común encontrar en calles y avenidas a estos vehículos que se mueven a cualquier hora del día, a pesar de que existen regulaciones que limitan sus movimientos a ciertas horas y lugares.

Muchos transportan gas, desechos hospitalarios o combustibles, pero también se han detectado vehículos con explosivos o material radiactivo, por ejemplo.

Recientemente el Congreso le solicitó a la SCT informes sobre la regulación y la vigilancia al transporte de estas sustancias por el país.

Hasta el momento no se ha dado a conocer si los datos fueron entregados.

Contenido sugerido

Contenido GEC