“Me niego a elegir entre el terrorismo de Hamas o la masacre y conducta genocida del Israel de Netanyahu. No tenemos por qué elegir entre barbaries. ¡Yo elijo la humanidad!”.
Con esas palabras, pronunciadas ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó duramente los llamados “dobles estándares en materia de derechos humanos.
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Durante su participación en la reunión anual de la Asamblea General de la ONU en Nueva York este martes, Boric criticó que los miembros de la comunidad internacional condenan las malas acciones que cometen en materia de derechos humanos sus adversarios, pero cuando la acción procede de un supuesto amigo “se mira hacia el lado o campea la ambigüedad”.
“Desde Chile nos rebelamos contra el doble estándar en materia de derechos humanos”, dijo.
El presidente chileno defendió que los derechos humanos deben respetarse siempre y que debe exigirse este respeto sin importar el color político del gobierno que los vulnere.
"Y es que la adolescente palestina asesinada en Gaza, el trabajador venezolano obligado a migrar de su patria, el niño ucraniano secuestrado por Rusia, el opositor silenciado en Nicaragua, o la mujer expulsada de la escuela en Afganistán solo por ser mujer, son antes que todo seres humanos", apuntó.
El mandatario chileno había expresado esa misma idea durante su participación en el encuentro “En defensa de la democracia, lucha contra el extremismo”, realizado también este martes en la sede de la ONU en Nueva York.
En esa reunión dijo que las violaciones a los derechos humanos “no pueden juzgarse según el dictador de turno que viole o el presidente que los viole. Se llame (Benjamín) Netanyahu en Israel o Nicolás Maduro en Venezuela. Se llame (Daniel) Ortega en Nicaragua o (Vladímir) Putin en Rusia”.
“Una dictadura que pretende robarse una elección”
En su discurso ante la plenaria de la ONU, Boric expresó su compromiso con la democracia “como el único sistema capaz de mantener la paz, alcanzar el desarrollo sostenible, y proteger la dignidad, los derechos y las libertades fundamentales de las personas”.
Pero también manifestó su preocupación por la desafección de los ciudadanos hacia esa forma de gobierno en muchas partes del mundo, así como por el surgimiento de liderazgos autoritarios “que persiguen o insultan a quienes discrepan de ellos”.
Boric se refirió a la crisis política que vive Venezuela y aseguró que Chile está atento a lo que ocurra allí.
“Estamos frente a una dictadura que pretende robarse una elección, persigue a sus opositores y que es indiferente al exilio no de miles, sino millones de sus ciudadanos. Se requiere una salida política a esta crisis que reconozca el triunfo de la oposición en las últimas elecciones y lleve adelante una transición pacífica a una democracia en forma”, dijo.
Al mismo tiempo, el mandatario chileno criticó las sanciones impuestas por Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, por considerar que en lugar de ayudar, agravan el conflicto.
“Las sanciones económicas golpean más al pueblo venezolano que a sus actuales gobernantes. Golpean a los humildes, a los trabajadores. Porque la crisis política se conjuga con la crisis económica y en conjunto han empujado a más de 7 millones de venezolanos al exilio, de los cuales 800.000 se encuentran en Chile. Y por responsabilidad debo ser claro en este punto: Chile no está en condiciones de recibir más migración”, advirtió.
“Autoridades de Estados Unidos, les llamó a levantar las sanciones económicas que en el sur sabemos solo causan más pobreza en los pueblos y no en los dictadores”, agregó.
Las referencias de Boric a la crisis en Venezuela contrastan con las intervenciones de los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inacio Lula da Silva y Gustavo Petro, quienes pese a ser vecinos directos de Venezuela -y en el caso de Colombia, siendo el más afectado por esa ola migratoria- no hablaron sobre esa crisis en sus discursos de este martes.